Conducto de Müller

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Conductos paramesonéfrico

Seno urogenital del embrión de mujer humana entre las 8 semanas y media a 9 semanas.

Parte final de un embrión humano, de 8 semanas y media a 9 semanas.
Nombre y clasificación
Latín ductus paramesonephricus
TE E5.7.2.3.0.0.3
Gray pág.1206
Información anatómica
Precursor Mesodermo intermedio

Los conductos de Müller o paramesonéfrico son conductos pares del embrión que descienden a los laterales de la cresta urogenital y finalizan en la eminencia Mülleriana en un primitivo seno urogenital. En las mujeres, se desarrollan para formar las trompas de Falopio, útero, cérvix, y en los dos tercios superiores de la vagina;[1]​ en el hombre, desaparece. Estos conductos están formados de tejido procedente del mesodermo.[2]

Desarrollo

Los conductos de Müller (azul) se desarrollan en las mujeres (imagen central) y degeneran en los hombres (abajo).

El sistema reproductivo femenino está compuesto de dos segmentos embriológicos: el seno urogenital y los conductos de Müller. Los dos se unen para formar el tubérculo de Müller.[3]​ Los conductos de Müller están presentes en los embriones de ambos sexos.[4]​ Solo en las mujeres se desarrollan en órganos reproductivos. En los hombres, degeneran, pero los conductos adyacentes de Wolff o mesonéfricos se convierten en los órganos reproductivos masculinos. Las diferencias sexuales en las contribuciones de los conductos de Müller a los órganos reproductivos está basado en la presencia, y nivel de presencia, de la hormona antimulleriana.

Regulación del desarrollo

El desarrollo de los conductos de Müller está controlado por la presencia o ausencia de la "AMH" u hormona antimulleriana (también conocida como "MIF" por "factor inhibitoria Mülleriana", o "MIH"por "hormona inhibitoria Mülleriana", por sus siglas en inglés).[5]

Embriogénesis masculina Los testículos producen AMH y, como resultado, el desarrollo de Müller están inhibidos. Las alteraciones pueden llevar al síndrome del conducto mülleriano persistente. Los conductos desaparecen, excepto para el utrículo prostático y para el hidátide de Morgagni.
Embriogénesis femenina La ausencia de AMH resulta en el desarrollo de los órganos reproductivos femeninos, como se indica arriba. Las alteraciones en el desarrollo pueden desembocar en ausencia uterina (Agenesia mulleriana) o malformaciones uterinas. Los conductos se desarrollan formando la parte superior de la vagina, el cérvix, útero y las trompas de Falopio.

Epónimo

Reciben el nombre de Johannes Peter Müller, un fisiólogo que los describió en el texto "Bildungsgeschichte der Genitalien" en 1830.

Imágenes adicionales

Véase también

Referencias

  1. Sizonenko, P.C. «Human Sexual Differentiation». Consultado el 4 de septiembre de 2008. 
  2. Hashimoto R (27 de julio de 2011). «Development of the human Müllerian duct in the sexually undifferentiated stage». The Anatomical Record Part A: Discoveries in Molecular, Cellular, and Evolutionary Biology 272 (2): 514-9. PMID 12740945. doi:10.1002/ar.a.10061. 
  3. Yasmin Sajjad (27 de julio de 2011). «Development of the genital ducts and external genitalia in the early human embryo». The Journal of Obstetrics and Gynaecology Research 36 (5): 929-937. doi:10.1111/j.1447-0756.2010.01272.x. 
  4. Rey R, Grinspon R (27 de julio de 2011). «Normal male sexual differentiation and aetiology of disorders of sex development». Male Reproductive Endocrinology 25 (2): 221-238. doi:10.1016/j.beem.2010.08.013. 
  5. Ball B, Conley A, Grundy S, Sabeur K, Liu I (27 de julio de 2011). «Expression of anti-Mullerian hormone (AMH) in the equine testis». Theriogenology 69 (5): 624-631.