Batalla de Lisimaquia

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Batalla de Lisimaquia
Parte de Invasión celta de los Balcanes
Fecha 277 a. C.
Lugar Lisimaquia
Resultado Victoria macedonia
Combatientes
Reino de Macedonia Tribus celtas
Comandantes
Antígono II Gonatas Ceretrio
Fuerzas en combate
24.000 hombres (estimación actual)[1] 20.000 hombres (estimación actual)[1]
Bajas
Desconocidas Altas[2]

La batalla de Lisimaquia fue un enfrentamiento militar librado en 277 a. C. entre las fuerzas del Reino de Macedonia al mando del rey Antígono II Gonatas y los invasores celtas, con victoria de las primeras.

Antecedentes[editar]

En la primera mitad del siglo IV a. C.,[3]​ la presión demográfica[4]​ en Europa Central de los pueblos pertenecientes a la cultura de La Tène[3]​ forzó a muchos de ellos a migrar al sur[4]​ de los Alpes.[5]​ Lo hacían por hambre o por deseo de botín, seguros que ningún pueblo podría derrotarlos.[6]​ Historiadores modernos creen que se dividieron en dos grupos, uno efectivamente invadió la llanura padana y expulsó a los etruscos, derrotando a los romanos en Alia.[7]​ El otro pasó por Iliria siguiendo el vuelo de unos pájaros como augurio y se apoderó de la llanura panónica,[8]​ pasando largos años aumentando su población[3]​ y haciéndole la guerra a los pueblos vecinos hasta someter a los ilirios.[9]​ Pronto, enviaron expediciones contra Grecia y otras contra Macedonia.[10]

A principios del siglo III a. C.,[3]​ un jefe llamado Cambaules dirigió la primera expedición que llegó a Tracia, pero se retiró en cuanto se dio cuenta de que no tenía suficientes hombres como para enfrentar a los griegos.[11]​ Sin embargo, los veteranos de dicha campaña trajeron noticias del rico botín conseguido y convencieron a lanzar una nueva campaña. Con muchos infantes y jinetes a su disposición, los jefes se dividieron en tres columnas:[12]Ceretrio se dirigió al Este, contra los tribalios y tracios; Breno y Acicorio marcharon a Peonia; y Bolgio marchó por el Oeste contra ilirios y macedonios.[13]​ Otras fuentes dicen que la migración se debió al hambre.[14]​ Lo cierto es que era tal el miedo que causaban, que los reyes preferían pagarles antes de ser atacados.[15]

Marco Juniano Justino, en el siglo II, afirma que migraban 300.000 galos.[16]​ El monje benedictino del siglo VIII, Pablo el Diacono, afirmaba que eran unas 300.000 personas, de las que un tercio invadió la península itálica, otro tanto los Balcanes y otro siguió hasta Anatolia.[17]​ El historiador estadounidense Fred Eugene Ray Jr., considerando como verdadera la cifra de Justino y estimando que, en promedio, un cuarto de la población de una tribu eran hombres adultos capaces de lucha, cree que cada jefe galo podía disponer de quince a veinte mil guerreros, totalizando unos setenta y cinco mil aproximadamente. Ceretrio pudo tener unos 20.000 guerreros a sus espaldas, Breno y Acicorio 20.000 cada uno y Bolgio otros 15.000.[18]

Invasión de Macedonia[editar]

En 280 a. C.,[19]​ Bolgio enfrentó a Ptolomeo Cerauno, quien había asesinado a traición a Seleuco I Nicátor[13]​ y reinado en Macedonia por dos años,[14]​ cometiendo muchos crímenes[20]​ (otras fuentes dicen que fueron sólo un año y cinco meses).[19]​ Los galos enviaron una embajada para sondear los ánimos de sus enemigos y pedir dinero a cambio de retirarse,[21]​ pero Ptolomeo se jactó creyendo que lo hacían por miedo.[22]​ Exigió que los jefes galos se entregaran y sus guerreros se desarmaran antes de pactar cualquier tratado.[23]​ Cuando los embajadores volvieron a su campamento, sus jefes reunieron a los hombres y rieron al escuchar la respuesta, asegurando que le enseñarían al monarca.[24]​ El monarca también recibió una embajada de un rey dardanio, quien le ofreció 20.000 guerreros por una alianza contra los invasores, pero Ptolomeo lo despreció diciendo: «los macedonios estaban en una triste condición si, después de haber sometido todo el este sin ayuda, ahora requerían ayuda de los dardanios para defender su país;[25]​ y que tenía por soldados a los hijos de los que habían servido bajo Alejandro Magno, y habían sido victoriosos en todo el mundo».[26]​ El rey dardanio, ofendido, le respondió: «el famoso reino de Macedonia pronto caería como un sacrificio a la temeridad de un joven inexperto».[27]

Ptolomeo era inexperto en asuntos militares y muy imprudente,[28]​ salió a enfrentarlos con unas pocas tropas disciplinadas, creyendo que la guerra era un asunto tan sencillo como los asesinatos.[29]​ Según los estudios de Ray, el rey macedonio pudo disponer de 18.000 hombres organizados en 9.000 piqueros, 3.000 hipaspistas, 4.000 peltastas y 2.000 jinetes armados con lanzas o jabalinas. En cambio, Bolgio tendría 15.000 guerreros distribuidos en 12.000 a 12.500 tureóforos con espadas, 500 a 1.000 hostigadores armados con escudos pequeños y jabalinas y 2.000 jinetes.[18]

Ptolomeo presentó batalla pero fue vencido y la mayoría de sus soldados le siguieron a la tumba.[13][30]​ Ray cree que el ejército bárbaro debió avanzar por la cuenca del río Haliacmón hasta la planicie central del reino, al oeste de Oréstide, donde podría desplegar a sus tureóforos en una línea de 2,5 km. Con esto forzaba su enemigo a formar su escasa infantería pesada en una demasiado extensa falange, de quizás sólo cuatro hombres de profundidad, para evitar ser flanqueada. En cambio, Bolgio podía desplegar a sus hombres en filas de diez hombres, pues sus espadachines ocupaban más espacio que los piqueros macedonios, y con el apoyo de sus jinetes e infantes ligeros en sus flancos le resultaba fácil intentar un envolvimiento.[18]​ Es posible que Ptolomeo no se preocupará mucho, pues contaba con la mejor caballería de la época, su guardia real en el ala derecha, y era superior en infantería ligera en calidad y cantidad. Para el historiador estadounidense, seguramente esperaba detener a los galos pobremente armados con sus sarisas en el centro mientras era su ejército el que envolvía al adversario.[31]

Si bien Ray reconoce que es posible que los bárbaros se abalanzaran a toda velocidad contra la falange macedonia en cuando la vieron marchar lentamente hacia ellos, pudiendo romperla por su delgada profundidad. Sin embargo, lo considera poco probable, en varios otros casos formaciones cerradas de picas consiguieron detener ataques celtas. El historiador cree que los tureóforos atacaron rápidamente a la infantería ligera de Ptolomeo en los flancos, protegiéndose con sus escudos de los proyectiles hasta llegar al combate cuerpo a cuerpo, donde las peltas y jabalinas eran inútiles. Los peltastas rompieron filas y huyeron hacia la caballería, sumiéndola en la confusión, permitiendo a los celtas atacarla, derribando a los sorprendidos jinetes. Seguramente fue entonces que[32]​ el monarca macedonio se cayó de su elefante de guerra al ser herido. Los celtas lo capturaron y descuartizaron vivo.[14]​ Su cabeza fue clavada en una pica y paseada por todo el campo de batalla, atemorizando a sus soldados.[33]​ Algunos macedonios lograron huir, pero casi todos murieron o fueron capturados.[34]​ Los pocos sobrevivientes debieron ser miembros de la caballería, pues es improbable que algún soldado de la falange lograra escapar. Estos hombres debieron llevar a Pela las noticias del desastre. Afortunadamente, Bolgio decidió dedicarse a saquear las tierras altas y no Botiea.[32]

Caos en Macedonia[editar]

Según Justino, Breno, deseoso de obtener botín también, marchó con 150.000 infantes y 15.000 jinetes para unirse a la invasión.[35]​ Un noble macedonio, Sóstenes, salió a presentarle batalla con los pocos soldados que quedaban aprovechando que los celtas estaban arrasando las aldeas, pero fueron vencidos por la superioridad numérica de los invasores.[36]​ Después de esta nueva derrota, los macedonios se refugiaron tras los muros de sus ciudades y dejaron que Breno saqueara el país.[37]​ Después de este éxito, el jefe galo se sintió animado a robar los templos,[38]​ especialmente el de Delfos.[39]​ En cambio, Eusebio dice que Sóstenes logró expulsar a Breno del país y gobernar dos años antes de morir, lo que inició una guerra civil en la que llegó al poder Antígono II.[40]

Para el español Carlos Pacheco, es posible que en realidad, Sóstenes consiguiera derrotar a Bolgio, pero posteriormente, cuando Breno entró en el reino fuera vencido y/o muerto, lo que explicaría las diferencias entre ambas crónicas.[3]​ Ray cree que Sóstenes debió ser un general leal Lisímaco de Tracia y que pasó a servir a Ptolomeo por asesinar a Seleuco, rey que había matado a su anterior señor. También habría sido un veterano de la campaña de Casandro contra los galos en 298 a. C., lo que le daba valioso conocimiento sobre su enemigo. En la crítica situación, Sóstenes logró reunir un ejército similar en tamaño al de Ptolomeo con los veteranos que volvían de las campañas de Pirro de Epiro, veinteañeros inexpertos y veteranos de más de cincuenta años, quienes solían ser una reserva de emergencia en toda polis.[32]​ Usando su numerosa infantería pesada, probablemente bloqueó todos los pasos que llevaban de las tierras altas a Botiea, a la vez que usaba su caballería y peltastas para fulminantes ataques a las bandas de saqueadores. Finalmente, con la llegada del invierno, Bolgio debió decidir retirarse a su país.[41]​ Cuando Breno llegó con una horda mucho mayor, Sóstenes consideró más prudente refugiar a su gente y posesiones detrás de los muros de las ciudades y dejarlo pasar, sabedor que su verdadero objetivo era Delfos.[42]

Durante el siguiente período de tres años hubo varios pretendientes disputándose el trono, lo que permitió a los celtas apoderarse del territorio hasta su expulsión definitiva. Ptolomeo fue sucedido por Meleagro, luego por Antípatro Etesias, Sóstenes de Macedonia y finalmente Antígono II Gonatas.[43]​ Eusebio dice que Meleagro gobernó por dos meses antes de ser depuesto por los macedonios, quienes lo consideraban indigno.[44]​ Lo reemplazaron con Antípatro por 45 días hasta que lo derrocó un general llamado Sóstenes, para gobernar por dos años. Sóstenes fue aclamado rey por su gente, pero él no tenía sangre real y se consideró indigno, gobernando como un strategos.[45]​ Siguió una guerra civil entre los partidarios de un tal Aridaeo, los lágidas y los antipátridas. Finalmente, cuatro años después de la muerte de Ptolomeo Ceraunos llegó al poder Antígono II.[46]​ Según Diodoro, Meleagro gobernó por unos pocos días, Antípatro por 45 y Sóstenes por tres años hasta la llegada de Antígono II.[43]

Fuerzas enfrentadas[editar]

Según Justino, este contingente bárbaro había sido dejado como retaguardia por Breno y sumaba 15.000 infantes y 3.000 jinetes.[47][48]​ Ray esta de acuerdo con él, aunque cree que no menciona a un par de miles de hostigadores armados con jabalinas.[1]

Respecto al ejército de Antígono II, Ray estima que su expedición contaba con 18.000 hoplitas, 4.000 infantes ligeros y 2.000 jinetes que habían sido transportados en 300 barcos.[1]

Batalla[editar]

Después de firmar la paz con el seléucida Antíoco I Sóter, Antígono II marchó contra los celtas[49]​ y decidió hacerse con el poder en la anárquica Macedonia.[50]​ Primero vencieron a los tribalos y getas y después enviaron embajadores al campamento de Antígono II para exigirle oro a cambio de la paz;[51]​ estaba ubicado cerca de Lisimaquia.[52][53]​ El rey macedonio, para demostrarles su poder, los invitó a un banquete donde les exhibió sus tesoros,[54]​ monstruosos elefantes y naves cargadas de suministros.[55]​ No se dio cuenta de que con eso excitó los ánimos de los embajadores,[56]​ quienes al volver a su país estaban más deseosos de la guerra[57]​ y exageraron las noticias sobre el tesoro real.[58]​ Incluso afirmaron que los macedonios no vigilaban su campamento, pues tenían tanto oro que habían olvidado sus deberes militares.[59]​ Con esto convencieron a sus compañeros.[60]​ Además, ya habían matado a un rey macedonio y destruyeron a su ejército.[61]

Los galos decidieron atacar el campamento del monarca por la noche, pero el gobernante fue prevenido de lo que se le venía encima y ordenó sacar todo su equipaje y que sus soldados se ocultaran en un bosque vecino.[62]​ Los bárbaros vieron el lugar sin guardias ni vigías, por lo que sospecharon por algún tiempo,[63]​ pero finalmente ocuparon el campamento después de enviar exploradores.[64]​ Más tarde, fueron a la costa y saquearon los barcos.[65]​ Estarían a 10 metros de distancia entre sí, formando una sólida posición defensiva de 3 km, probablemente reforzada por una trinchera poco profunda y un montículo de arena alrededor.[1]​ En esos momentos fueron atacados por soldados y marineros que estaban refugiados en la zona con sus familias,[65]​ posiblemente un tercio de los hoplitas, miles de marineros y remeros y 1.000 a 1.500 infantes ligeros expertos en el uso de proyectiles.

Según el historiador británico William Woodthorpe Tarn, los galos cayeron en una emboscada preparada por Antígono II que uso como cebo a su campamento.[48]​ Ray está de acuerdo, cree que los macedonios se dividieron en dos grupos ocultos en el bosque y los barcos anclados en la costa, abandonando su campamento para provocar el ataque.[1]​ Otros investigadores creen que fue una coincidencia, y la victoria macedonia se debió al deseo de sus soldados por proteger sus propiedades y familias.[66]

Consecuencias[editar]

Se dice que la matanza fue tan grande que Antígono II pudo firmar la paz como vencedor no sólo con los celtas, sino que con otras tribus bárbaras.[2]​ Para entonces, la invasión celta había durado tres años y tanto Macedonia como Tracia estaban devastadas.[67]​ Esta victoria permitió al vencedor reclamar el trono macedonio al año siguiente.[68][69]

No fue el fin de las migraciones celtas, pues otro grupo cruzó a Anatolia[70]​ y conquistaron un territorio que fue llamado Galacia.[71]​ Por su parte, Breno venció a los griegos en Termópilas,[72]​ pero fue vencido en su ataque contra Delfos y se suicidó.[73]​ Sobre los galos vencidos en Lisimaquia, huyeron a Tracia, donde fundaron un pequeño territorio independiente hasta el año 212 a. C..[74]

Se sabe que Antígono II contrató unos 9.000 galos como mercenarios y le sirvieron para acabar con su rival Antípatro.[75][76][77]​ Los etolios se negaron a ayudar a Antípatro, pues lo acusaban de no hacer nada contra Breno y que ellos derrotaron a los bárbaros sin su ayuda,[78]​ mientras que el rey macedonio sólo se interesaba por recuperar su trono.[79]​ Lo cierto es que, sin los macedonios cuidando las fronteras del norte, invasiones bárbaras se habrían producido muchas más veces en Grecia.[80]

Referencias[editar]

  1. a b c d e f Ray, 2020: 47
  2. a b Justino XXV.2.7
  3. a b c d e Pacheco López, Carlos Javier (2006). La invasión celta de Grecia, 280/279 a.C.. Web Sátrapa 1.
  4. a b Justino XXIV.4.1
  5. Justino XXIV.4.4
  6. Livio XXXVIII.16.1
  7. Justino XXIV.4.2
  8. Justino XXIV.4.3
  9. Justino XXIV.4.5
  10. Justino XXIV.4.6
  11. Pausanias X.19.5
  12. Pausanias X.19.6
  13. a b c Pausanias X.19.7
  14. a b c Memnón 8.8
  15. Justino XXIV.4.7
  16. Justino XXIV.24.1
  17. Pablo II.23 (Foulke, 1907: 78)
  18. a b c Ray, 2020: 42
  19. a b Eusebio I.89 (Pearse, 2008: 329)
  20. Justino XXIV.3.10; Memnón 8.8
  21. Justino XXIV.5.1
  22. Justino XXIV.5.2
  23. Justino XXIV.5.3
  24. Justino XXIV.5.4
  25. Justino XXIV.4.9
  26. Justino XXIV.4.10
  27. Justino XXIV.4.11
  28. Diodoro XXII.3.1
  29. Justino XXIV.4.8
  30. Diodoro XXII.3.2; Justino XXIV.5.5, XXV.2.2
  31. Ray, 2020: 42-43
  32. a b c Ray, 2020: 43
  33. Justino XXIV.5.6
  34. Justino XXIV.5.7
  35. Justino XXIV.6.1
  36. Justino XXIV.6.2
  37. Justino XXIV.6.3
  38. Justino XXIV.6.4
  39. Justino XXIV.6.5
  40. Eusebio I.89 (Pearse, 2008: 330)
  41. Ray, 2020: 43-44
  42. Ray, 2020: 44
  43. a b Diodoro XXII.4.1
  44. Eusebio I.89 (Pearse, 2008: 329-330); Jerónimo 124ª Olimpíada (Pearse, 2005: 211)
  45. Eusebio I.89 (Pearse, 2008: 330); Jerónimo 124ª Olimpíada (Pearse, 2005: 211)
  46. Eusebio I.89 (Pearse, 2008: 330-331)
  47. Justino XXV.1.2
  48. a b Tarn, 1913: 165
  49. Justino XXV.1.1
  50. Will, 2006: 116-117
  51. Justino XXV.1.3
  52. Diógenes II.17.141
  53. Tarn, 1913: 164
  54. Justino XXV.1.4
  55. Justino XXV.1.6
  56. Justino XXV.1.7
  57. Justino XXV.1.5
  58. Justino XXV.1.8
  59. Justino XXV.1.9-10
  60. Justino XXV.2.1
  61. Justino XXV.2.2
  62. Justino XXV.2.3
  63. Justino XXV.2.4
  64. Justino XXV.2.5
  65. a b Justino XXV.2.6
  66. Delev, 2004: 276-277
  67. Will, 2006: 115
  68. Tarn, 1913: 166
  69. Will, 2006: 117
  70. Justino XXV.2.8
  71. Justino XXV.2.11
  72. Pausanias X.22.12
  73. Pausanias X.23.12
  74. Delev, 2004: 277
  75. Palairet, 2016: 86
  76. Mitchell, 1993: 13
  77. Ellis, 1998: 95
  78. Polibio IX.30.3
  79. Polibio IX.30.4
  80. Polibio IX.35.4

Bibliografía[editar]

Clásica[editar]

Moderna[editar]

  • Делев, Петър [Delev, Peter] (2004). Лизимах [Lisímaco]. София, Университетско издателство Св. Климент Охридски [Sofía: Editorial Universitaria St. Kliment Ohridski].
  • Ellis, Peter Berresford (1997). Celt and Roman: the Celts of Italy. Constable. ISBN 9780094755802.
  • Mitchell, Stephen (1993). Anatolia: The Celts in Anatolia and the impact of Roman rule. Clarendon Press. ISBN 9780198140801.
  • Palairet, Michael (2016). Macedonia: A Voyage through History. Volumen 1, From Ancient Times to the Ottoman Invasions. Cambridge Scholars Publishing. ISBN 9781443888431.
  • Ray, Fred Eugene, Jr. (2020). Hellenistic Land Battles 300-167 BCE: A History and Analysis of 130 Engagements. Jefferson: McFarland. ISBN 9781476682563.
  • Tarn, William Woodthorpe (1913). Antigonos Gonatas. Oxford: Clarendon Press.
  • Will, Edouard (2006). "The formation of the Hellenistic kingdoms". En Walbank, Frank William; A. E. Astin; M. W. Frederiksen & R. M. Ogilvie (editor). The Hellenistic World. Parte 1, Volumen VII de The Cambridge Ancient History (CAH). Cambridge University Press, pp. 101-117. ISBN 978-0521234450.

Véase también[editar]