Howard Hughes, multimillonario norteamericano, productor de cine y aviador tuvo algún tipo de cuadro obsesivo. Hughes en sus últimos años de vida, se convirtió en esclavo de sus obsesiones que rayaban la paranoia; tenía pánico a ser contaminado a través de la comida, y sólo consumía platos de sus propios cocineros baja estrictas instrucciones para prevenir posibles contaminaciones externas; así mismo evitaba lavarse por miedo a ser contaminado a través del agua corriente, quedando además recluido en su habitación.[1][2]
Samuel Johnson, poeta, ensayista y lexicógrafo que es un ejemplo de figura histórica con un diagnóstico retrospectivo de TOC. Realizaba complejos rituales al cruzar el umbral de las puertas y repetidamente caminaba hacia adelante y hacia atrás contando los pasos.
Zach Braff, actor estadounidense, fue dignosticado de trastorno obsesivo a la edad de 10 años.[3]
David Beckham, futbolista inglés, confesó públicamente que realizaba rituales compulsivos, como contar todas las prendas de su armario, o tener sus revistas perfectamente apiladas en línea recta. Reconoció su deseo de obtener ayuda especializada para tratar su problema.[4]
Marc Summers, durante una entrevista con el Dr. Eric Hollander, el presentador americano reveló que padecía de trastorno obsesivo compulsivo. Escribió un libro donde relata como el TOC afectaba su vida, titulado Everything in Its Place: My Trials and Triumphs with Obsessive Compulsive Disorder.[5]
