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Anexo:Patrimonio de la Humanidad en Bangladés

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Bienes culturales y naturales

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Bangladés cuenta actualmente con los siguientes lugares declarados como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco:

Ruinas de la vihara budista de Paharpur
Bien cultural inscrito en 1985.
Localización: División de Rajshahi
Este sitio religioso, conocido por el nombre de Somapura Mahavira (“gran monasterio”), es testigo del auge que cobró el budismo mahayana en Bengala desde el siglo VII y fue un afamado centro intelectual hasta el siglo XII. El trazado de esta ciudad-monasterio, perfectamente adaptado a su función religiosa, constituye un logro artístico excepcional. Sus líneas simples y armoniosas, así como sus profusas ornamentaciones esculpidas, influyeron en la arquitectura budista, incluso en países tan lejanos como Camboya. (UNESCO/BPI)[1]
Histórica ciudad-mezquita de Bagerhat
Bien cultural inscrito en 1985.
Localización: División de Khulna
Esta antigua ciudad, antaño llamada Khalifatabad, fue fundada en el siglo XV por el general turco Ulugh Khan Jahan y está ubicada en los arrabales de Bagerhat, en la confluencia de los ríos Ganges y Brahmaputra. Dotada de infraestructuras que atestiguan la pericia técnica de sus constructores, esta ciudad histórica posee gran número de mezquitas y monumentos islámicos antiguos, construidos principalmente con ladrillo. (UNESCO/BPI)[2]
Los Sundarbans
Bien natural inscrito en 1997.
Localización: División de Khulna
Situada en el delta del Ganges, la región de los Sundarbans abarca 10.000 km² de tierra y agua. La mitad de esa superficie se halla en el territorio de la India y el resto en Bangladés. El sitio posee la más vasta extensión de bosques de manglares del mundo y es el hábitat de diversas especies raras o en peligro de extinción: tigres, mamíferos acuáticos, aves y reptiles. (UNESCO/BPI)[3]
Localización del Patrimonio de la Humanidad en Bangladés.

Lista indicativa

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La inscripción en esta lista es la primera etapa para cualquier futura candidatura. Bangladés, cuya lista indicativa fue revisada por última vez el 17 de febrero de 1999,[4]​ ha presentado los siguientes sitios:

Mahasthangarh y sus alrededores

Bien cultural

Propuesto en 1999

El grupo de monumentos de Lalmai-Mainamati

Bien cultural

Propuesto en 1999

Fuerte Lalbagh

Bien cultural

Propuesto en 1999

Vihara Halud

Bien cultural

Propuesto en 1999

Vihara Jaggadala

Bien cultural

Propuesto en 1999

Anteriores candidatos a Patrimonio Mundial

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Los sitios que siguen estuvieron anteriormente en la lista Indicativa, pero fueron retirados o rechazados por la UNESCO. Los sitios que aún se incluyen en otras entradas en la lista Indicativa o que fueron aceptados y son parte de sitios del Patrimonio Mundial no se incluyen aquí.[5]

Imagen Nombre Año Tipo Descripción
Cheragi Pahar 1993–1996 K En Chittagong.
Sitakot Vihara 1993–1996 K Sitio arqueológico en el distrito de Dinajpur.

Patrimonio cultural inmaterial

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Actualmente Bangladés tiene tres elementos inscritos en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial.

Los cantos de los baul
Bien inmaterial inscrito en 2008 (originalmente proclamado en 2005).
Los baul son trovadores místicos que viven en las zonas rurales de Bangladesh y en el Oeste de Bengala, India. El movimiento baul, que alcanzó su apogeo a finales del siglo XIX y principios del XX, ha recobrado hoy popularidad entre la población rural de Bangladesh. Su música y su modo de vida han influenciado un amplio sector de la cultura bengalí, y particularmente las composiciones del Premio Nobel Rabindranath Tagore.

Los baul pueden vivir cerca de un pueblo o bien desplazarse de pueblo en pueblo. Se ganan la vida cantando acompañados por la ektara, un instrumento de una cuerda, un laúd llamado dotara y un tambor (dubki). Los baul pertenecen a una tradición piadosa no ortodoxa influenciada por el hinduismo, el budismo, el vaishnavismo bengalí y el sufismo, aunque se diferencian claramente de ellos. Los baul no se identifican con ninguna religión, ignoran el sistema de castas y no tienen divinidades, ni templos ni lugares sagrados particulares. Para ellos, lo importante es el cuerpo físico de cada individuo en tanto que morada de Dios. Los baul son admirados por su libertad con respecto a las convenciones, así como por su música y su poesía. La poesía, la música, los cantos y danzas de los baul exploran la relación del hombre con Dios y exaltan la liberación espiritual. Sus cantos piadosos se remontan al siglo XV, cuando aparecen por primera vez en la literatura bengalí.

La música baul representa un tipo particular de canto popular, con influencias del movimiento hindú bhakti, así como del suphi, una forma de canto sufí. El gurú también utiliza los cantos, que se transmiten oralmente, para enseñar a los discípulos la filosofía baul. La lengua de los cantos se moderniza continuamente, lo que les confiere una pertinencia contemporánea.

La preservación de los cantos baul y del contexto general en el que se interpretan depende sobre todo de la situación socio-económica de los que lo practican, los baul, que han sido siempre un grupo relativamente marginado cuya situación ha empeorado en las últimas décadas a causa del empobrecimiento general de las zonas rurales. (UNESCO/BPI)
El arte tradicional de tejer el jamdani
Bien inmaterial inscrito en 2013.[6]
El jamdani es una tela de algodón muy fina fabricada a mano por maestros tejedores y aprendices de la región de Dacca. Este tejido, que combina los motivos complejos con colores apagados o vistosos, permite confeccionar prendas de vestir frescas. Su fabricación exige gran cantidad de tiempo y mucho trabajo, debido a la riqueza de sus motivos que se van creando directamente en el telar utilizando una técnica de entrelazamiento discontinuo. La fabricación de este tejido se está desarrollando hoy porque se utiliza mucho para confeccionar saris, que son los trajes femeninos más usados por las mujeres bengalíes en el hogar y fuera de él. Los saris de jamdani son un auténtico símbolo de identidad, dignidad y autoestima, y confieren a las que los llevan un sentimiento de identidad cultural y cohesión social. Este elemento del patrimonio cultural no sólo constituye un motivo de orgullo para los tejedores y crea en ellos un sentimiento de identidad profesional, sino que además les permite beneficiarse del reconocimiento de la sociedad en su conjunto y gozar del respeto que inspira su dominio de la técnica del tejido. Hay un número reducido de maestros tejedores a los que se reconoce la condición de depositarios de los motivos y técnicas tradicionales de fabricación del jamdani. Estos profesionales consumados transmiten los conocimientos y competencias prácticas correspondientes a sus aprendices. Sin embargo, el arte del tejer el jamdani se transmite principalmente de padres a hijos en talleres familiares. Los tejedores –y también los hilanderos, tintoreros, fabricantes de telares y otros artesanos relacionados con la fabricación del jamdani– forman una comunidad estrechamente unida por un fuerte sentimiento de unidad, identidad y continuidad. (UNESCO/BPI)
La fiesta “Mangal Shobhajatra” del Pahela Baishakh (día del Año Nuevo)
Bien inmaterial inscrito en 2016.
Organizada por los estudiantes y profesores de la Facultad de Bellas Artes de la Universidad de Dacca y abierta a la participación del público en general, la fiesta llamada “Mangal Shobhajatra” es un evento que tiene lugar el 14 de abril para celebrar el “Pahela Baishakh” (día de Año Nuevo). La instauración de esta festividad se remonta al año 1989, cuando los estudiantes, frustrados por el régimen militar imperante, quisieron infundir a la comunidad la esperanza de un futuro mejor. Un mes antes del evento, los miembros de la facultad preparan carrozas y confeccionan máscaras que, según se supone, deben ahuyentar a las potencias del mal para abrir paso al progreso. Por lo menos uno de los artefactos fabricados para el evento representa el mal, otro la fuerza y un tercero la paz. También se producen otros objetos –en particular, pinturas sobre el patrimonio cultural bangladesí–para venderlos el día de la fiesta y obtener así recursos para financiarla. La “Mangal Shobhajatra” simboliza el orgullo que sienten los bangladesíes por su patrimonio cultural vivo, la fortaleza y el coraje que les animan para luchar contra las fuerzas tenebrosas, y también su reivindicación de la verdad y la justicia. Al agrupar a toda clase de personas, sin distinción de edad, sexo, casta, religión y pensamiento, este evento cultural fomenta valores compartidos por la comunidad, como la solidaridad y la democracia. Son el estudiantado y el cuerpo docente de la comunidad universitaria quienes transmiten las prácticas y conocimientos relacionados con esta festividad. (UNESCO/BPI)[7]

Véase también Lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Referencias

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  1. Ruinas de la vihara budista de Paharpur
  2. Histórica ciudad-mezquita de Bagerhat
  3. Los Sundarbans
  4. Lista indicativa de Bangladés
  5. Error en la cita: Etiqueta <ref> no válida; no se ha definido el contenido de las referencias llamadas ex-tentative
  6. «El arte tradicional de tejer el jamdani». UNESCO Culture Sector. Consultado el 16 de agosto de 2014. 
  7. «La fiesta “Mangal Shobhajatra” del Pahela Baishakh (día del Año Nuevo)». UNESCO Culture Sector. Consultado el 6 de diciembre de 2016. 

Enlaces externos

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