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Veinte casos que hacen pensar en la reencarnación

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Veinte casos que hacen pensar en la reencarnación
de Ian Stevenson
Tema(s) Investigación sobre la reencarnación
Edición original en inglés
Título original Twenty Cases Suggestive of Reincarnation
Editorial University Press of Virginia
País Estados Unidos
Fecha de publicación 1966 (1ª ed.); 1974 (2ª ed.)
Páginas 396
Edición traducida al español
Traducido por Pedro José Aguado Sáiz
Editorial Mirach, S.A.
Ciudad Madrid
País España
Fecha de publicación 1992
Páginas 480

Veinte casos que hacen pensar en la reencarnación es un libro escrito por el psiquiatra Ian Stevenson sobre el fenómeno de lo que él llama recuerdo espontáneo de información de vidas anteriores en niños pequeños. El libro se centra en veinte casos investigados por el autor. Se ha traducido a siete idiomas.[1]

Planteamiento general

Stevenson describe su planteamiento general siguiendo un "modelo casi convencional":

El caso por lo general comienza cuando un niño pequeño de dos a cuatro años de edad comienza a hablar con sus padres o hermanos de una vida que llevó en otro tiempo y lugar. El niño generalmente siente una atracción considerable hacia los acontecimientos de la vida anterior, y con frecuencia importuna a sus padres para que le dejen volver a la comunidad en la que afirma que vivía anteriormente. Si el niño hace declaraciones lo suficientemente concretas sobre la vida anterior, los padres (por lo general de mala gana) inician investigaciones sobre su exactitud. A menudo, de hecho por lo general, estos intentos de verificación no aparecen hasta varios años después de que el niño haya comenzado a hablar de la vida anterior. Si se confirma alguna verificación, miembros de las dos familias se visitan y preguntan al niño si reconoce lugares, objetos y personas de su supuesta existencia anterior.[2]

Stevenson creó una red de voluntarios para encontrar estos casos de recuerdos espontáneos de vidas pasadas tan pronto como los niños empezaran a hablar de ellos. Luego preguntaría cuidadosamente tanto a la familia del niño como del fallecido para asegurarse de que no tenían contacto y que ninguna información pudiera transferirse entre ellos. Obtendría información detallada acerca de la persona fallecida, incluyendo información no conocida plenamente por las personas involucradas como los detalles del testamento, que utilizaría para verificar que el niño realmente sabía la información requerida.

La publicación del libro se retrasó cuando se descubrió que uno de los intérpretes de Stevenson había sido acusado de falta de honradez. Stevenson dijo que el traductor era deshonesto en algunos asuntos, pero que "no creía que el hombre lo hubiera engañado".[3]​ Sin embargo, regresó a la India, donde se había empleado al intérprete, y examinó los casos en cuestión una vez más, con diferentes intérpretes. Encontró entonces que la evidencia de reencarnación era más fuerte de lo que había pensado previamente.[4]

Resultados publicados

Stevenson llegó a la conclusión de que la reencarnación era la "mejor explicación posible" por las siguientes razones:

  • El gran número de testigos y la falta aparente de motivación y posibilidad, debido a el proceso de selección, hacen muy poco probable la hipótesis de fraude.
  • La gran cantidad de información poseída por el niño no es generalmente consistente con la hipótesis de que el niño obtuviera dicha información a través del contacto entre las familias investigadas.
  • La demostración de habilidades y características de personalidad similares no aprendidas en la vida actual, y la falta de motivación a largo plazo de identificación con una vida pasada, hacen improbable la hipótesis de que el niño tenga sus recuerdos y comportamiento a través de percepción extrasensorial.
  • Cuando existe correlación entre las malformaciones congénitas o marcas de nacimiento que posee el niño y la historia de la persona anterior, la hipótesis de ocurrencia aleatoria es improbable.

Elogios y críticas

En 1977, el Journal of Nervous and Mental Disease dedicó la mayor parte de un número al trabajo de Stevenson en el que el psiquiatra Harold Lief describió a Stevenson como "un metódico, cuidadoso, incluso prudente, investigador, cuya personalidad está en el lado obsesivo... O está cometiendo un error colosal, o será conocido ... como el Galileo del siglo XX".[5]​ Sin embargo, los principales científicos tendían a ignorar o descartar décadas de trabajo de campo de Stevenson y sus numerosas publicaciones. Algunos cuestionaron su objetividad, afirmando que era crédulo, y sugiriendo que sus investigaciones eran defectuosas.[5]​ Cuando el filósofo Leonard Angel criticó uno de los casos de Veinte casos que hacen pensar en la reencarnación llevado personalmente por Stevenson,[6]​ Stevenson publicó una refutación sosteniendo que la crítica en sí era errónea.[7]

Comentarios

Han sido publicados comentarios sobre Veinte casos que hacen pensar en la reencarnación en la American Journal of Psychiatry, British Journal of Psychiatry, British Journal of Medical Psychology, Journal of Nervous and Mental Disease y algunas otras publicaciones.[8]

Referencias

  1. John Beloff (1997), Parapsychology: A Concise History, New York: St. Martin's Press, p. 211, ISBN 0312173768 .
  2. Entrevista con el Dr. Ian Stevenson (inglés)
  3. Carroll, RT (18 de mayo de 2009). «Ian Stevenson (1918-2007)». Skeptic’s Dictionary. Consultado el 1 de marzo de 2010. 
  4. Ian Stevenson, The 1989 Flora Levy Lecture in the Humanities at the University of Southwestern Louisiana. Disponible en línea: [1].
  5. a b Ian Stevenson; Sought To Document Memories Of Past Lives in Children
  6. Skeptical Inquirer: Empirical evidence for reincarnation? examining Stevenson's ' most impressive ' case
  7. Another Look at The Imad Elawar Case
  8. Véase: American Journal of Psychiatry 124(1):128, 1967; British Journal of Psychiatry 113:?, Junio de 1967; British Journal of Medical Psychology 42:84-86, 1969; Journal of Nervous and Mental Disease 144(4):330-332, 1967; Bulletin of the Menninger Clinic 31(4):253, 1967; Medical Opinion and Review 3:69-73, 1967; Journal of Parapsychology 30(4):263-272, 1966; International Journal of Parapsychology 9(4):217-222, 1967; Journal of the Society for Psychical Research 44(732):88-94, 1967.

Bibliografía