Usuario:Luisamartinezocampo/Taller

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Perspectiva filosófica de muerte[editar]

Con el avance de la tecnología, y la suma de todos los esfuerzos posibles, la medicina comienza una nueva forma de atención, fundamentalmente centrada en salvaguardar el inicio y final de la vida. A su vez dicho proceso de la medicina originó un proceso inverso, minimizar el uso de medicamentos basado en el respeto a los derechos referidos principalmente al morir y al nacer.

El desarrollo humano contemporáneo ha impulsado movimientos para la defensa de los derechos del paciente, originando la ruptura de la relación paternalista médico-paciente en el contexto de una compleja sociedad moderna. Desde entonces las relaciones médico-paciente, son reguladas a través de instrumentos ético-legales como el consentimiento informado, las decisiones anticipadas o a través de consultas a los Comités de ética, las cuales constituyen precedentes importantes a considerar por los tribunales en casos de conflictos de derechos, responsabilidad profesional o dilemas morales.

Tales cambios fueron indispensables si consideramos que la aplicación de la tecnología a la medicina no siempre redunda en beneficio de los pacientes y, por lo tanto, su uso debe ser selectivo. En dicho marco la prolongación de la vida, dependerá entonces de la decisión última del paciente, basado en su Cosmovisión.

El rol del filósofo actual en el contexto médico es indispensable si pensamos en la responsabilidad indelegable que posee dicho profesional, para perseguir la conservación de la salud por todos los medios, por lo que es indispensable crear un marco ético necesario y participar en el mismo para dirimir los citados conflictos morales.

Los filósofos norteamericanos contemporáneos Bernard Gert y Daniel Wikler proponen dos posiciones filosóficas diferentes sobre la definición de muerte:

  • Bernard Gert: una definición de muerte adecuada al uso ordinario del lenguaje "la muerte es la cesación permanente de todas las funciones clínicamente observables del organismo como un todo" Gert, entiende el complejo superior que interacciona con todos o con la mayoría de los subsistemas orgánicos. Del complejo superior encéfalo depende la integración, interrelación y control de las complejas actividades del cuerpo. Si a un individuo le falta una parte del organismo (como una extremidad), no diremos que está muerto, por que no es más "todo el organismo". Si en individuo ha perdido la integración de las funciones vitales por la destrucción del encéfalo entonces el individuo está muerto.

Gert resalta el concepto de "funciones clínicamente observables" por el hecho de que a nivel laboratorio puede existir vida celular, lo cual no influye en la consideración de la muerte del organismo como un todo. No diremos que el cadáver está vivo por el hecho de que le crezcan uñas o cabello.

El punto de vista defendido por Bernard Gert es biológico, su criterio a favor de la muerte encefálica se basa en la pérdida de las funciones integradas del organismo como un todo.

  • Daniel Wilker: Muerte neocortical. Desde una postura "escencialista" Wikler considera la función de filósofo en la definición de muerte como una tarea meramente intelectual consistente en dar las mejores razones para justificar dicha definición, la cual debe ser eterna y autónoma, más allá del contexto social y del modelo de acomodación tecnológica (determinismo tecnológico).

Su argumentación sobre la definición de muerte es sólo ontológica y no moral, basada en la Fisicalismo de tipo personal (la cual se diferencia del concepto de persona por la connotación e implicaciones morales que trae aparejada la utilización de dicho concepto) . Teoría de la identidad personal (1980) La identidad individual se centra en la posesión de ciertos rasgos psicológicos, cuyos requisitos son la continuidad de la actividad cerebral, la relación causal de los procesos sociológicos y neurológicos, la preservación de la memoria y de las capacidades mentales del individuo.

La ausencia de continuidad de las funciones cerebrales, la ausencia de las relaciones causales entre los procesos psicológicos y neurológicos, y la pérdida de la memoria y las capacidades mentales, implican que ha dejado de existir como persona.

El dualismo presentado por Wikler al distinguir muerte de la persona y muerte del cuerpo sólo contribuye a generar especulaciones metafísicas, confundiendo conceptos centrales en la práctica médica, como son el concepto de muerte y eutanasia.[1]

  1. Ortuzar, Revista filosófica y de teoría política (1996). «La definición de la muerte desde las perspectivas folosóficas». Memoria Académica FaHCE 1996: 31-32, 112-124. Consultado el 08/2015.