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Tunanmarca

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Restos arqueológicos de Tunanmarca.

Tunanmarca es un complejo arqueológico situado en el distrito de Tunanmarca de la provincia de Jauja del departamento de Junín, en la sierra central del Perú, que data de la época prehispánica. Se elevan en la cima de un cerro, abarcando una extensión de 2.280 m de largo y 840 m de ancho. Tiene tres murallas, un sistema de patios y una plaza principal, así como innumerables construcciones de planta circular y rectangular (almacenes y viviendas) y un complejo sistema hidráulico. Estuvo habitada entre los siglos XIII y XV de la era cristiana. Se cree que fue la última capital de los huancas, que sucumbió ante la expansión incaica.

Etimología

El nombre de Tunanmarca proviene de dos vocablos quechuas: Tunan que significa punta; y marca, que quiere decir pueblo. Es decir, pueblo de la punta del cerro.[1]

Ubicación

Tunanmarca se halla a 20 km al oeste de Jauja, en el valle del Mantaro, a una altura de 3.800 msnm. Se ubica en la cima del cerro Tunun al lado oeste del pueblo de Concho, capital del distrito de Tunanmarca. Ocupa aproximadamente 32 hectáreas.

Cronología

Los estudios indican que en su totalidad Tunanmarca fue ocupada brevemente, entre los años 1280 y 1425 d.C. según fechados radiocarbónicos, tiempo que corresponde a la fase Wanka II o segunda mitad del Intermedio Tardío, que se prolonga hacia el año 1460 d.C., cuando arribaron los incas al valle del Mantaro. [2]

Estudios

En los años 1980, un grupo de 20 investigadores estadounidenses hicieron estudios en el lugar, cuyos resultados fueron publicados. Solo en época reciente (2012) se ha mostrado interés en recuperar y preservar este sitio arqueológico, destinándose un presupuesto de cinco millones de soles.[3]

Historia

Todo indica que Tunanmarca, llamada también Siquillapucara, fue la Hatun Jauja (Jauja Grande), a la que se sindica como la capital de la nación de los huancas. Cuando el príncipe inca Túpac Yupanqui invadió el valle del Mantaro (o Huancamayo) en plan de conquista (hacia 1460), Tunamarca fue la última ciudad huanca en rendirse. Cerca de 5.000 familias se refugiaron allí, lo que haría una población total de 12.000 a 15.000 personas. Un numeroso y entrenado ejército incaico puso sitio al poblado fortificado. Tras una heroica resistencia, los huancas acabaron por rendirse, agobiados por el hambre y la sed. Los guerreros huancas fueron asimilados al ejército Inca.

El valle fue entregado bajo tres administraciones llamadas curacazgos. Fueron asignadas familias cusqueñas llamadas mitimaes o mitmas para enseñar las artes, la cultura y la lengua de los Incas.

Tunamarca nunca más fue ocupada ni restaurada, cumpliéndose así el deseo de los incas. Actualmente, las ruinas, rodeadas de vegetación, se hallan en lamentable estado de abandono.

Descripción

Una de las edificaciones de Tunanmarca, que sirvió de almacén.

El conjunto se halla edificado en la cima de un cerro de cantería o roca granítica. Aproximadamente tiene dos kilómetros de largo y más de medio de ancho. Por el oeste y el sur la circundan tres murallas concéntricas de piedra, mientras que por el este y el norte, unas laderas muy empinadas le servían de defensa natural. Se trataba pues, de una ciudad fortificada. Toda su extensión está cubierta por las típicas casas huancas, que se caracterizan por su gran perfección geométrica, su planta circular y su altura de 1.5 a 2 m. Las paredes están construidas con piedras irregulares y poligonales, labradas por las caras exteriores. La argamasa que las unía era de arcilla, cal y arena molida. Las puertas eran casi siempre trapezoidales y muy pocas irregulares. Los techos eran de madera de queñual, quishuar y aliso, cubiertos con paja o ichu.

Se calcula en más de tres mil las habitaciones del conjunto. Cada habitación era una vivienda para una familia nuclear. Casi todas están destruidas ahora, salvo algunas que aún están en pie, con las paredes intactas pero sin cobertizos. Además, existen dos con techos abovedados con lajas de piedra.

En el centro se extiende un espacio amplio, que debió ser la plaza, y una construcción más elaborada, que pudo ser el templo a Huallallo Carguancho, el dios nacional de los huancas. Y un poco más hacia el norte, se halla lo que pudo ser el palacio del rey huanca, que cuenta con siete habitaciones grandes y redondas, encerrados por una cerca y con un patio.

Llama la atención que no se hallan detectado huellas de cultivos y corrales para el ganado, pero es probable que ellos estuvieran en las tierras bajas y que Tunanmarca fuera solo un reducto, con almacenes de alimentos, que servía de refugio a la población en situaciones de guerra.

Referencias

Bibliografía

  • Denise Pozzi - Escot Buenano: Historia del Perú III. El Perú Antiguo III (500-1400) El Horizonte Medio y los estados regionales. Empresa Editora El Comercio S.A., Lima, 2010. ISBN 978-612-4069-88-8
  • Tauro del Pino, Alberto: Enciclopedia Ilustrada del Perú. Tercera Edición. Tomo 15. Artículo: SIQUILLAPUCARA. Lima, PEISA, 2001. ISBN 9972-40-157-X

Enlaces externos