Teatro latino

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Mosaico romano del siglo II a. C.. Museos Capitolinos.

El teatro latino es el teatro que se hacía en la antigua Roma, incluía textos, música, escenografía, indumentaria... y se representaba en latín. Algunos dramaturgos romanos célebres fueron Plauto, Terencio o Séneca con obras como Medea o Las troyanes.

Al contrario que los griegos, para los romanos la función del teatro pasó de ser una forma de formación, filosofía o crítica social, a tomar importancia el entretenimiento y el espectáculo por sí mismo. La comedia era extremadamente popular, pero también se hacían tragedias y otros géneros para disfrutar otras emociones. Se crearon compañías de teatro profesionales formadas por grupos de actores que hacían giras por varias provincias.

Los romanos estaban más preocupados del espectáculo concreto que ofrecía la obra teatral que de no estar en armonía con el conjunto del mundo, como hacían por ejemplo los griegos. Así, a veces taparon con frentes escénicos bonitos paisajes detrás del escenario para que el público se pudiera centrar en el espectáculo y proveerlo de más complejidad, puesto que servía también de "decorado" monumental, que ornamentaban con escenografías pintadas de forma realista. También se sabe que se mostraron deseosos de mejorar la acústica y la visibilidad, algo patente en sus construcciones arquitectónicas dedicadas a estas artes.

Estilo y evolución

La comedia togata es la que trata sobre temas de la cultura romana, pero también se hicieron, al comienzo, inspiradas en las griegas, género que posteriormente los estudiosos han denominado comedia paliata. Este arte de entretenimiento empezó a hacerse en espacios cada vez más grandes para poder alcanzar más espectadores; el tamaño y la consiguiente distancia entre el público y los actores hizo evolucionar el espectáculo hacia una cosa más visual, donde los diálogos intimistas y detallados iban sustituyéndose por otros más simples y comerciales; después, por escenas cómicas breves, y más tarde por una sucesión variada de espectáculos que incluían mímica, payasos y acrobacias diversas (del mismo estilo que el actual Cirque du Soleil, por ejemplo). Posteriormente se incluirían los animales, primero con espectáculos hoy considerados de circo y más tarde con luchas entre ellos. Finalmente, todo esto fue reemplazado por el espectáculo considerado más popular y deseado por el público, la lucha a muerte entre humanos (gladiadores).

Influencia en otros estilos y culturas

La dramaturgia latina, considerada clásica junto con la griega, ha tenido, como las bellas artes de estas civilizaciones, una fuerte influencia en las culturas europeas a lo largo de los siglos. Algunos textos de teatro latinos se representan todavía hoy. Otros actualmente "clásicos" se basan en anteriores obras romanas, a veces a su vez inspiradas en creaciones griegas, y así han contribuido al conocimiento y la expansión de la cultura de la antigua Grecia. Es el caso, por ejemplo, de la Fedra romana de Séneca, que inspiró directamente la Fedra francesa de Jean Racine, a pesar de existir una Fedra griega, la de Sófocles.[1]

Por otro lado, a pesar de que muchas personas pueden tener la impresión de que todo fruto de la obra romana está basado en la cultura griega, no es forzosamente el caso en cuanto a la dramaturgia, puesto que algunas tragedias griegas fueron imitaciones de las romanas, por ejemplo las de Lucio Atti.

Referencias

Enlaces externos

  • Maurice Meyer: Estudios sobre el teatro latino (Études sur le théatre latin).
    • Texto francés con índice electrónico en el sitio de Philippe Remacle (1944 - 2011): ed. de 1847, en París.