Rubí

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Rubí
General
Categoría Minerales óxidos, Gemas
Fórmula química Al2O3:Cr
Propiedades físicas
Color Rojo Brillante
Sistema cristalino Trigonal
Dureza 9.0
Principales países productores de rubí

El rubí es un mineral de la clase 04 (óxidos), según la clasificación de Strunz. Es una gema de color rojizo; si es morado, se llama balaje.[1]​ Debe su color a los metales de hierro y cromo con los que está asociada esta variedad de corindón (óxido de aluminio Al2O3). Su nombre viene de ruber, que significa 'rojo' en latín.

Pertenece a la familia del corindón, junto al zafiro, siendo una convención de nombre la única diferencia entre ambas gemas. Se llama rubí a los corindones rojos y zafiro a todos los demás colores, incluido el rosado.

Le corresponde la dureza 9 en la escala de Mohs. Es considerado una de las cuatro gemas preciosas junto al zafiro, la esmeralda y el diamante.

Se encuentran yacimientos de rubíes en Birmania, Sri Lanka, India, Madagascar, Tailandia, Brasil, Colombia, China y Rusia, además de encontrarse en menor cantidad en Sudáfrica, Australia, Groenlandia y Estados Unidos. Los de la península de Malaca y Tanzania son muy valiosos, llegando a alcanzar en valor a los diamantes de mismo tamaño.

El rubí sintético

Los rubíes sintéticos se produjeron por primera vez en 1923 mezclando alumbre y pigmentos de cromo. Este método permite la producción de piedras muy similares química y físicamente a las naturales. Sin embargo, los rubíes sintéticos se usan más en relojería que en joyería.

Se prepara de la siguiente manera:[cita requerida]

  • Primero se utiliza óxido de aluminio (Al2O3) y óxido de cromo (CrO3) estequiométricamente en un crisol de platino.
  • Después se coloca en una horno de mufla a unos 2000 K por unos 250 minutos.
  • Finalmente se enfría y se observa como el cristal queda en el fondo de platino.

Propiedades físicas

Cristal de rubí sin pulir

El rubí es duro (dureza en Mohs: 9), y su color varía con la concentración del cromo trivalente (Cr2O3) en la mena. Por trazas de hierro, el color se torna más marrón. Su punto de fusión es > 2000 °C, y varía sólo unos grados, dependiendo de la concentración de impurezas. La densidad relativa es de 3,9 a 4,1, según los defectos cristalinos presentes. El rubí tiene una configuración cristalina trigonal, y forma a menudo cristales hexagonales.[cita requerida]

Propiedades químicas

El rubí es resistente a la corrosión pues es estable cinéticamente y térmicamente también. No se puede disolver en ácidos halogenuros pero si en ácido sulfúrico para formar con el cromo ácido crómico y con el óxido de aluminio un sulfato ácido de aluminio. También lo ataca el ácido perclórico, el fluorhídrico y el hexafluorosilícico.

Obtención

Se obtiene de las minas bauxíticas por el método de lixiviación y flotación. También se encuentra en los ríos poco profundos de zona mesolítica. Actualmente se fabrica artificialmente en su mayoría.

Usos

Un rubí soporta el eje del volante en un reloj mecánico.

Sus usos no se restringen a joyería, en la que su valor depende de su color, tamaño, densidad y pureza. Se han utilizado profusamente en la fabricación de los relojes mecánicos, en los que sirven de soporte o buje de los ejes sometidos a rotaciones ya que su dureza resiste el desgaste por fricción.

También tienen importantes aplicaciones industriales para crear los láseres de helio-rubí y los de rubí puro.

  • Se utiliza para hacer pulseras y objetos de lujo.

Grabado en rubí

Los antiguos grabaron poco en rubí y Plinio el Viejo da por razón de ello que los sellos hechos con esta sustancia se llevaban la cera. La dureza excesiva del rubí, su alto precio, la rareza de los planos propios para el grabado son ciertamente las verdaderas causas que impidieron a los artistas de la antigüedad grabar el rubí. Hay que notar, además, que la imposibilidad en que probablemente estaban los antiguos de pulir las cavidades hechas con esta sustancia podían causar el defecto de que habla Plinio.

En el Museo de Odescalque se encuentran el diseño de un rubí grabado representando a Ceres en pie con una espiga en la mano. Otro grabado en rubí presenta la cabeza de un hombre de larga barba y cabellos crespos que se ha creído representar a un filósofo griego. Este rubí estaba tallado en forma de corazón y formaba parte de la colección del duque de Orleans.[2]

Véase también

Referencias

  1. Cf. Francisco Cascales, Cartas filológicas, III, 154 y Moncayo, Rimas, 201.
  2. Piedras preciosas, Luis Dieulafait (1886).

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