Psicología de la cultura

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Se denomina psicología de la cultura al estudio de como las tendencias psicológicas y del comportamiento se encuentran enraizadas e inmersas en la cultura.[1]​ El principal principio de la psicología de la cultura es que la mente y la cultura son inseparables y mutuamente constitutivas, lo que significa que las personas son modeladas por su cultura y su cultura a su vez es también modelada por ellos.[2]​ Tal como indica Richard Shweder, uno de los más firmes defensores este campo, "La psicología de la cultura es el estudio de la forma en que las tradiciones culturales y las prácticas sociales regulan, expresan y transforman la psiquis humana, lo que da resulta en una menor unidad de la psiquis humana y en mayores divergencias étnicas de la mente, el ser, y las emociones."[3]

Relaciones con otras ramas de la psicología

A menudo se confunde la psicología de la cultura con la psicología intercultural. Sin embargo, la psicología de la cultura se diferencia de la psicología intercultural en cuanto a que los psicólogos interculturales por lo general utilizan la cultura como un medio de probar la universalidad de los procesos psicológicos en vez de determinar cómo las prácticas culturales locales modelan los procesos psicológicos.[4]​ Por lo que mientras que un psicólogo intercultural se puede preguntar si las etapas de desarrollo de Jean Piaget son universales a través de las diversas culturas, un psicólogo de la cultura se interesará por saber cómo es que las prácticas sociales de un conjunto específico de culturas modelan de diferentes maneras el desarrollo de los procesos cognitivos.[5]

Las investigaciones en psicología de la cultura proveen información a varios otros campos dentro de la psicología, incluidos la psicología social, la psicología histórico-cultural, la psicología del desarrollo, y la psicología cognitiva. Sin embargo, la perspectiva relativa de la psicología de la cultura, mediante la cual los psicólogos de la cultura comparan patrones y comportamientos dentro y a través de culturas, suele chocar con las perspectivas universales comunes a la mayoría de los campos de la psicología, que buscan determinar verdades psicológicas fundamentales que son consistentes en toda la humanidad.

Importancia

Necesidad de expandir las investigaciones culturales

Según Richard Shweder, ha habido una falla en replicar los hallazgos de laboratorio de la psicología occidental en entornos no occidentales.[3]​ Por lo tanto, uno de los principales objetivos de la psicología de la cultura es conseguir que numerosas y variadas culturas contribuyan a las teorías psicológicas básicas para corregir dichas teorías de forma tal que las mismas se tornen más apropiadas para predecir, describir, y explicar todos los comportamientos humanos, no solo los comportamientos de los seres humanos occidentales.[6]​ Este objetivo es compartido por numerosos estudiosos que promueven un enfoque mediante psicología autóctona. En un intento de mostrar los intereses interrelacionados de la psicología cultural y autóctona, el psicólogo de la cultura Pradeep Chakkarath enfatiza la idea que la vertiente principal de la psicología internacional, tal como ha sido exportada a la gran mayoría de las regiones del mundo por occidente, es solo una de las numerosas psicologías autóctonas y que por lo tanto puede que no incorpore un conocimiento intercultural suficiente como para afirmar, como frecuentemente se hace, que sus teorías tienen validez universal.[7]

El acrónimo (en idioma inglés) W.E.I.R.D. (en inglés: raro) describe aquellas poblaciones que son Occidentales, Educadas, Industrializadas, Ricas y Democráticas (Western, Educated, Industrialized, Rich, and Democratic). A la fecha se considera que las poblaciones, W.E.I.R.D. han estado consideradas en exceso en las investigaciones sobre psicología.[8][9]​ Las conclusiones alcanzadas mediante investigaciones en psicología utilizando en gran medida poblaciones de tipo W.E.I.R.D. a menudo son etiquetadas como teorías universales que se aplican en forma inexacta a otras culturas.[10]

Investigaciones recientes indican que las culturas se diferencian en numerosas áreas, tales como razonamiento lógico y valores sociales.[9][10]​ Cada vez es más difícil ignorar la evidencia que indica que los procesos básicos cognitivos y motivacionales varían de una población a otra. Por ejemplo, muchos estudios indican que los estadounidenses, canadienses y europeos occidentales dependen de estrategias de razonamiento analíticas, en las que se separa a los objetos de sus contextos para explicar y predecir el comportamiento. Los psicólogos sociales se refieren al "error fundamental de atribución" o la tendencia para explicar el comportamiento de las personas en función de características internas, inherentes de la personalidad en vez de consideraciones externas o situacionales (por ejemplo atribuir la ocurrencia de un comportamiento enojado a una personalidad susceptible). Sin embargo, fuera de las culturas W.E.I.R.D., este fenómeno es menos prominente, ya que muchas poblaciones no-W.E.I.R.D. tienden a poner más atención al contexto en el cual ocurre el comportamiento. Los asiáticos tienden a razonar en forma holística, por ejemplo al considerar el comportamiento de las personas considerando su situación; el enojo de alguien puede deberse simplemente a que tiene un mal día.[11][12]​ Pero numerosas teorías largamente aceptadas sobre cómo piensan los humanos se basan en la preeminencia del pensamiento analítico.[10]

Al estudiar únicamente poblaciones W.E.I.R.D. los psicólogos no han tenido en cuenta la amplia diversidad existente en la población global. Aplicar los hallazgos deducidos a partir de poblaciones W.E.I.R.D. a otras poblaciones puede llevar a prever consecuencias erróneas a partir de las teorías psicológicas y puede complicar la habilidad de los psicólogos para aislar características culturales fundamentales.

Críticas

Estereotipos

Uno de los temas más importantes debatidos a finales del siglo XX ha sido las diferencias culturales entre las personas del este de Asia y los norteamericanos en cuanto a la atención,[13]percepción,[14]cognición,[15]​ y fenómenos psicológicos sociales tales como el del self.[16]​ Algunos psicólogos, como por ejemplo Turiel, han indicado que esta investigación se basa en un estereotipo cultural.[17]​ El psicólogo Per Gjerde afirma que la psicología de la cultura tiende a "generalizar el desarrollo humano entre las naciones y continentes" y a asignar características a una cultura promueve una indiferencia por la heterogeneidad y minimiza el rol del individuo.[18]​ Gjerde sostiene que los individuos desarrollan múltiples perspectivas sobre su cultura, a veces actúan de acuerdo a su cultura sin compartir las creencias culturales, y a veces se oponen por completo a su cultura. El uso de estereotipos por lo tanto conduce a considerar a los individuos como productos homogéneos de la cultura.[19]

Metodología defectuosa

La información que reportan las propias personas sobre sus circunstancias es uno de los métodos más fáciles y económicos de recolectar grandes cantidades de información, especialmente en cuanto a psicología de la cultura.[13][20]​ Sin embargo, enfatizar en exceso las comparaciones de actitudes y valores interculturales autoinformados puede conducir a información relativamente inestable y falaz.[21][22]

Centros de investigación

Referencias

  1. Heine, S. J. (2011). Cultural Psychology. New York: W. W. Norton & Company.
  2. Fiske, A.; Kitayama, S.; Markus, H.R.; & Nisbett, R.E. (1998). The cultural matrix of social psychology. In D. Gilbert & S. Fiske & G. Lindzey (Eds.), The Handbook of Social Psychology (4th ed., pp. 915–81). San Francisco: McGraw-Hill.
  3. a b Shweder, Richard (1991). Thinking Through Cultures. Harvard University Press. ISBN 0-674-88415-9.
  4. Heine, S.; Ruby, M. B. (2010). «Cultural Psychology». Wiley Interdisciplinary Reviews: Cognitive Science 1: 2. doi:10.1002/wcs.7. 
  5. Markus, H.R.; Kitayama, S. (2003). «Culture, Self, and the Reality of the Social». Psychological Inquiry 14 (3): 277-83. doi:10.1207/S15327965PLI1403&4_17. 
  6. Shweder, R.A. & Levine, R.A., eds. (1984). Culture theory: Essays on mind, self, and emotion. New York: Cambridge University Press. 
  7. Chakkarath, P. (2012). «The role of indigenous psychologies in the building of basic cultural psychology». En J. Valsiner, ed. The Oxford Handbook of Culture and Psychology. New York: Oxford University Press. pp. 71-95. 
  8. Arnett, J. J. (2008). «The neglected 95%: Why American psychology needs to become less American». American Psychologist 63 (7): 602-614. PMID 18855491. doi:10.1037/0003-066X.63.7.602. Archivado desde el original el 8 de agosto de 2016. Consultado el 11 de abril de 2017. 
  9. a b Henrich, J.; Heine, S. J.; Norenzayan, A. (2010). «The weirdest people in the world?». Behavioral and Brain Sciences 33: 61-135. doi:10.1017/S0140525X0999152X. 
  10. a b c Henrich, Joseph (2010). «Most people are not WEIRD» (PDF). Nature 466 (5): 29. doi:10.1038/466029a. Archivado desde el original el 24 de diciembre de 2013. Consultado el 11 de abril de 2017. 
  11. Jones, D. (2010). «A WEIRD View of Human Nature». Science 328 (25): 1627. 
  12. Nisbett, R.; Miyamoto, Y. (2005). «The influence of culture: holistic versus analytic perception». Trends in Cognitive Sciences 9 (10): 467-473. PMID 16129648. doi:10.1016/j.tics.2005.08.004.  Parámetro desconocido |citeseerx= ignorado (ayuda)
  13. a b Masuda, T.; Nisbett, R.A. (2001). «Attending holistically versus analytically: Comparing the context sensitivity of Japanese and Americans» (PDF). Journal of Personality and Social Psychology 81 (5): 922-34. PMID 11708567. doi:10.1037/0022-3514.81.5.922. Archivado desde el original el 24 de diciembre de 2013. Consultado el 11 de abril de 2017. 
  14. Kitayama, S.; Duffy, S.; Kawamura, T.; Larsen, J.T. (2003). «Perceiving an object and its context in different cultures: A cultural look at new look» (PDF). Psychological Science 14 (3): 201-06. PMID 12741741. doi:10.1111/1467-9280.02432. Archivado desde el original el 24 de diciembre de 2013. Consultado el 11 de abril de 2017. 
  15. Cole, M. (1998). Cultural Psychology: A Once and Future Discipline. Cambridge: Harvard University Press.
  16. Nisbett, R.E.; & Cohen, D. (1996). Culture of Honor: The Psychology of Violence in the South. Denver, CO: Westview Press.
  17. Turiel, Elliott (2002). The Culture of Morality: Social Development, Context, and Conflict. Cambridge: Cambridge University Press.
  18. McNulty, Jennifer (2004, July 26). "Emphasis on 'culture' in psychology fuels stereotypes, scholar says." University of California: Santa Cruz.
  19. Wainryb, C (2004). «The Study of Diversity in Human Development: Culture, Urgencies, and Perils» (PDF). Human Development 47: 131-137. doi:10.1159/000077986. Archivado desde el original el 2 de octubre de 2013. Consultado el 11 de abril de 2017. 
  20. Kitayama, S. (2002). «Culture and basic psychological processes—Toward a system view of culture: Comment on Oyserman et al» (PDF). Psychological Bulletin 128 (1): 89-96. PMID 11843550. doi:10.1037/0033-2909.128.1.89. 
  21. Heine, S.J.; Lehman, D.R.; Peng, K.; Greenholtz, J. (2002). «What's wrong with cross-cultural comparisons of subjective Likert scales: The reference-group problem» (PDF). Journal of Personality and Social Psychology 82 (6): 903-18. doi:10.1037/0022-3514.82.6.903. 
  22. Peng, K.; Nisbett, R.E.; Wong, N. (1997). «Validity problems of cross-cultural value comparison and possible solutions». Psychological Methods 2 (4): 329-41. doi:10.1037/1082-989X.2.4.329. 

Bibliografía