Prays oleae

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Prays oleae

Larva de la generación filófaga
Taxonomía
Reino: Animalia
Filo: Arthropoda
Clase: Insecta
Orden: Lepidoptera
Familia: Yponomeutidae
Subfamilia: Praydinae
Género: Prays
Especie: P. oleae
Bernard, 1788
Sinonimia

Prays oleae es un lepidóptero de la familia Yponomeutidae que en determinados momentos puede ser una plaga de los cultivos. Afecta principalmente a las oleáceas (olivo y jazmín fundamentalmente).

En España según las zonas recibe el nombre vulgar de prays o polilla del olivo.

Generalidades

En España está presente en todas las zonas oleícolas y es la segunda plaga en importancia en este cultivo detrás de la mosca del olivo.

Descripción

El adulto es una mariposilla gris plateada de unos 1,3 o 1,4 cm. La oruga en su máximo desarrollo puede alcanzar los 7-8 mm es de color avellana aunque su coloración varía según de lo que se alimente en ese momento.[1]

Biología

Tiene tres generaciones al año que afectan a distintas partes del olivo, la primera afecta a la hoja (generación filófaga), la segunda a la flor (generación antófaga) y la tercera al fruto (generación carpófaga).[1]

Daños

Las larvas son las que producen los principales daños en olivo. También producen daños en Phillyrea, Jazmin y aligustre.

La generación filófaga hace los primeros daños en las hojas a finales de invierno o principios de primavera, posteriormente las larvas hijas de los adultos de la primera generación se alimentan de las flores del olivo (abril-mayo), las mariposas de esta generación hacen la puesta sobre los frutos recién cuajados y esta tercera generación (carpófaga) se alimenta de ellos produciendo su caída.[2]

Control

La climatología realiza cierto control de las poblaciones de este insecto, sobre todo por el calor del verano que destruye los huevos y las larvitas dentro de las aceitunas. El parasitismo por enemigos naturales es alto moviéndose la tasa de mortalidad entre el 10 y el 50%. Los enemigos naturales que más destacan son Ageniaspis fuscicollis, Chelonus rimatus y Angitia armillata.[1]

En caso de decidirse el control químico. los momentos adecuados son al inicio de la floración y/o cuando las larvas se están introduciendo en el fruto.[1]

Referencias

  1. a b c d Barranco, D. (2008). El cultivo del olivo (6ª edición). Madrid: Mundiprensa. pp. 523-529. ISBN 9788484763291. 
  2. «Plagas y enfermedades del olivar». Infoagro.com. Consultado el 4 de mayo de 2011. 

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