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Lago Budi

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Plantilla:Ficha de lago2

La cuenca del lago Budi se ubica entre las comunas de Saavedra y de Teodoro Schmidt, en el borde costero de la región de la Araucanía, al sur de Chile.[1]

Toponimia

Desde los tiempos precolombinos, era conocido como Füzi, que en mapudungún significa sal o perdiz.

Caracterización social

La cuenca del lago Budi se caracteriza por presentar asentamientos humanos dispersos y dos pequeños centro poblados( Puerto Saavedra y Puerto Domínguez), con una población total de 13.275 personas que conforman 3.087 familias y cuyo promedio de edad es de 30 años y 40% es menor de edad. Respecto a la ocupación territorial en la cuenca, se plantea como altísima, manteniendo en su mayoría rangos entre 165-355 habitaciones por cada 5 km². En general el área está sometida a una fuerte ocupación. Del total de la población, un 73,2% se declara perteneciente al pueblo Mapuche, siendo parte de las 94 comunidades Mapuche inscritas, situación por lo cual gran parte de la cuenca fue decretada Área de Desarrollo Indígena (Mideplan y Conadi, 1997). Este territorio forma parte de la identidad Mapuche lafkenche, la cual distribuye desde la costa de la VIII a X región de Chile.tiene una población de 13.275 personas, cuyo promedio de edad es de 30 años. La distribución por sexo de la población indica que un 49% de la población son mujeres (6.504 personas), en tanto los hombres (6.771) abarcan el 51% restante (Mideplan, 1999). Aproximadamente un 40% de la población es menor de 18 años, mientras un 13% aproximado es mayor de 60 años (CONADI, 1999). Del total de la población residente, un 73,2% se declara perteneciente al pueblo mapuche, formando parte de un total de 94 comunidades mapuche reconocidas por CONADI.

Caracterización

El lago Budi presenta una profundidad y topografía de fondo subdividida en dos sectores: a) canal río Budi, con una profundidad promedio de 2,5 m con sectores de canales más bajos y pozones de hasta 6,5 m. y b) el lago Budi propiamente tal, que en la entrada alcanza los 3,5 m profundidad, mientras que en el zona central del lago, frente a Quechocahuín y Pto. Domínguez bordea los 7 y 8 m. (Stuardo et al, 1989; Antiman et al., 2005). La cuenca está conformada por subcuencas, destacándose los esteros Comúe, Bolleco, Maiteco, Allipén, Matalhue y Budi Chico, que junto a otros confluyen al lago y sus aguas llevadas a través del río Budi, de 7 km. de longitud, al lago (Hernández, 1999). En el sector norte de la cuenca se ubican los esteros que aportan mayor cantidad de agua como es el caso de Reñaco, Oñoico y Cayunanque, quienes desaguan en el Curileufú, y éste a su vez al lago. En la parte septentrional se ubican el estero Llifaco, Millantúe y Butaco. En el oeste, los esteros Budi chico, Carillón, Piedra alta, Curileufú y Puaucho. La parte sur recibe las aguas de los esteros Malalhue y Allipén (Álvarez, 1999). El cuerpo de agua principal está conformado por un lago costero con aguas salobres, presentando un ciclo lagunar típico, con abertura de la barra a fines de otoño y un aislamiento del mar a comienzos de primavera. Debido a que los materiales que lo separan del mar son mayoritariamente permeables, Beltrán et al. (1978) señalan que es probable que este lago reciba alimentación por filtración de aguas marinas. Todo esto lo hacen único en la costa continental de Chile y de Sudamérica. El río Budi no es un río propiamente tal, sino un canal meándrico que une esporádicamente al lago con el océano pacífico, generando una influencia marina alrededor de 4 o 5 meses (invierno y primavera), con una penetración anual máxima del agua de mar al interior del canal y lago en volúmenes y tiempo no determinados, pero con mezcla de agua dulce por efecto de las mareas (Stuardo et al., 1989); posteriormente se cierra con la formación de una barra de arena, transformándose en un típico lago aislada del mar (Stuardo op cit. y Watt 1995). Este hecho genera un sistema de aguas salobres altamente dinámico debido a la interacción entre aguas continentales y marinas, que en la última década ha perdido progresivamente su condición de salobre. Según García (2000) el nivel de salinidad presenta variaciones estacionales, con mínimos durante invierno y verano tanto en superficie y fondo (5 ‰ y 7 ‰), mientras en primavera aumentó entre 10 ‰ y 27 ‰. A su vez se observa una estratificación vertical con valores entre 8,5‰ y 15 ‰ en superficie, descendiendo desde los 5 m se observa la presencia de una picnoclina bajo la cual la salinidad aumenta entre 17,5‰ y 20 ‰ (Stuardo et al, 1989).Al respecto, es relevante señalar que el lago solo tiene una profundidad media de 4,75 metros y una máxima de 8 metros (Stuardo et al., 1993; Antiman & Martinez, 2005). Se han observado variaciones estacionales de temperatura promedio de las aguas, desde 9.5ºC hasta 24.4ºC, siguiendo una tendencia estacional (García, 2000; Encalada, 2006). Stuardo et al, (1989) observaron una disminución gradual de la temperatura desde la desembocadura (24ºC) del río Budi hacia la entrada al lago (20ºC) y una estatificación vertical con temperaturas inferiores a 16ºC bajo 5 m de profundidad. El cuerpo de agua no presenta grandes variaciones de oxigeno disuelto a lo largo del año (11,4-8,6 mg/L). Stuardo et al, (1989) señalan máximos en superficie (12,5 mg/L) cerca de la boca, disminuyendo gradualmente hacia el lago (9,2 mg/L), mientras cerca del fondo observaron mínimos que fluctuaron entre 8-5,8 mg/L, existiendo mayor rango de variación entre superficie-fondo durante periodos cálidos (primavera y verano: 2 a 6 mg/L; invierno: 0,3 mg/L) según García (2000). El lago costero Budi presenta altos porcentajes de materia orgánica que podrían deberse a su condición de lago semi-cerrado (sin mayores corrientes) y al aporte de nutrientes, tanto de los relaves agrícolas de toda la cuenca, descarga de aguas servidas del pueblo aledaño de Pto. Domínguez (Peña-Cortés et al., 2005), como el producto de las fecas de aves silvestres presentes en el lugar (Encalada, 2006). Los nutrientes incluyen una serie de compuestos que son utilizados por las plantas para su crecimiento, principalmente en forma inorgánica. Dentro de estos los más importantes son el Nitrito, Nitrato, Amonio y Fosfato. La entrada de éstos nutrientes al lago es limitada, debido a la ausencia de tributarios con caudal importante que desemboquen al lago, sin embargo ésta se realiza por medio del aporte de esteros y el escurrimiento de las tierras sembradas alrededor del lago. Otra forma de nutrientes son los producidos mediante desechos eliminados por aves, animales y plantas muertas, entre otros, son los llamados orgánicos. Estos se acumulan en el fondo, descomponiéndose y pasando a formar parte del fango, serian los que se encuentran en mayor concentración y que además son indicadores biológicos de contaminación orgánica (Silva, 2001).

Geomorfología

Respecto a los suelos, estos son bajos de origen fluvio-marino y los altos provienen de material parental metamórfico y granítico del paleozoico con un espeso depósito de arcilla. La cuenca presenta dos unidades geomorfológicas predominantes. La primera corresponde a una plataforma de erosión, que cubre una superficie de 27.261,8 ha (56,3%) y, la segunda, a un cordón montañoso, que abarca 12.076,2 ha (24,5%), con manifiestos procesos de erosión hídrica. También se describen llanuras aluviales, las cuales abarcan 3.666,2 ha (7,6%), sobre las que se concentra la mayor superficie de humedales (Peña-Cortés et al., 2006). En su mayor parte la cuenca presenta roca metamórfica, además de material arcilloso estratificado de textura fina, tanto en la superficie como en profundidad.

Además, la cuenca se destaca por presentar, en su parte occidental, suelos de origen lacustre arcilloso sin problema de salinidad, con y sin materia orgánica, llegando en partes al litoral hasta el mismo borde del mar. Todos los suelos son de tipo secano, presentando limitaciones de pendiente a pedregosidad y en el extremo norte existen suelos formados de roca metamórfica (Hernández,1999). Geológicamente el sector en que se encuentra emplazada la cuenca corresponde a planicies litorales, y sus suelos son del grupo de terrazas marinas, aún cuando existen suelos trumaos y rojo arcillosos. Se encuentra formado por rocas metamórficas de esquistos micáceos, que representan la formación más antigua de Chile, a las cuales se le atribuye una edad que varía del precámbrico al paleozoico. Estas rocas están recubiertas por materiales arcillosos sedimentarios, claramente estratificados (Pino, 1981). Pino (1981) indica que su origen se debe a un fenómeno tectónico de captura de una cuenca. Este lago se originó por hundimiento tectónico (Beltrán et al. 1978) y que además, debió soportar los efectos del maremoto del año 1960, el cual debió arrastrar una importante cantidad de sedimentos que potenció la colmatación del lago, acelerando posiblemente el tiempo de maduración de éste. El relieve predominante en el sector corresponde a lomajes suaves de baja altitud y valles tanto de origen aluvial como fluvial. Las alturas que se registran en el sector fluctúan entre los 0 m.s.n.m (que corresponde al nivel de desembocadura del río Budi al nivel del mar) a los 308 m.s.n.m, destacándose la altura de los cerros Llahuen, Cayanco, Santa Inés, Maitenco con 240, 281, 301, 308 m.s.n.m, respectivamente, todos los cuales se ubican al Este y Sur - Este de la desembocadura del Río Budi (Hernández, 1999).

Clima

Según la clasificación de Köeppen la zona presenta un clima de tipo Cfb, es decir, un clima templado húmedo de verano fresco y oceánico con influencia mediterránea (Di Castri & Hajek, 1976). El clima se caracteriza por presentar una restringida amplitud térmica, debido a la termorregulación marina y al efecto temperante lacustre, registrándose una temperatura anual de 12ºC. De enero a diciembre, los meses más cálidos, la temperatura media oscila entre los 18º a 20ºC y la mínima de 9º a 11ºC, en los meses más fríos, julio a septiembre, la máxima media es de 13º a 14ºC y la mínima media de 0,5º a 7ºC. El promedio anual de precipitaciones es de 1.200 a 1.600 mm., concentrándose de marzo a agosto en un 60% y de 22% en primavera. El período vegetativo es de 227 días y libre de heladas de 300 a 350 días (Hernández 1999).

Vegetación

La cuenca presenta cuatro tipos de humedales que son: estuarino, palustre, ribereño y de marisma, los cuales cubren una superficie de 2.807 ha., equivalentes al 5,6% del total de la cuenca (Gutiérrez, 2004). La distribución de éstos es disímil, el humedal estuarino se asocia al río Budi (efluente), los palustres y ribereños a los esteros locales y el de marismas a las riberas del lago Budi.

Para el caso de la vegetación acuática, predominan las macrófitas eurihalinas. Jaque (2004) determinó un total de 147 especies, de las cuales 5 pertenecen a la división chlorophyta, 5 a la división pteridophyta, 88 pertenecientes a la Clase magnoliopsida (Dicotiledóneas) y 49 a la clase liliopsida (Monocotiledóneas). En relación a los grupos taxonómicos registrados, los mayores porcentajes obtenidos fueron representados por hemicriptófitos (36%), luego por criptófitos (27,4%) y posteriormente por terófitos (20%). En cuanto a bosques asociados a humedales, se encuentran en el área pequeños fragmentos vegetacionales de hualves, por lo general bordeando cursos de agua (Hauenstein et al., 2002). Como dato general, hasta hace un par de décadas enesta zona dominaba el bosque pluvial valdiviano, cuyos árboles más destacados eran el coigüe, avellano, livillo, laurel, además de quilas, calafates y pangues. Siendo talado o quemado para incrementar las tierras cultivables. Hauenstein et al. (1999) han citado para el Lago Budi un total de 107 especies vegetales, incluyendo 65 especies de dicotiledóneas y 34 monocotiledóneas. Las restantes especies corresponden a macroalgas y pteridófitas. De acuerdo a González (2000), las principales asociaciones vegetales nativas ribereñas corresponden al bosque de roble-laurel-lingue (Nothofago-Perseetum), bosque de olivillo (Lapagerio- Aextoxiconetum). La vegetación acuática y semiacuática está representada por el bosque pantanoso de temo-pitra (Blepharocalyo-Myrceugenietum exsuccae) en los niveles superiores, y las asociaciones de juncales (Juncetum procerii) y totorales (Scirpetum californiae), que corresponden a macrófitas palustres emergentes. Por otra parte, las hidrófitas vasculares corresponden a las especies Callitriche palustris, Hydrocotyle ranunculoides, Lilaeopsis macloviana,Ludwigia peploides, Myriophyllum aquaticum, M. quitense, Utricularia gibba, Potamogeton pusillus, Potamogeton striatus y Zannichellia palustris. Las macroalgas registradas son Cladophora sp., Rhizoclonium tortuosum, Enteromorpha intestinales y Gracilaria chilensis, entre otras. La riqueza específica de este ecosistema casi duplica la registrada en otros ecosistemas lénticos del sur de Chile (e.g., Campos, 1984; Campos et al., 1983; 1985; Hauenstein et al., 1993; 1996; 1998). Sin embargo, cerca de un 50% de estas especies son introducidas, como consecuencia de la prolongada intervención antrópica de la cuenca. Según Basualto et al., (2006) el lago Budi presenta un fitoplancton con un total de 48 taxa, donde el más abundante grupo son Diatomeas de clase Bacillariophyceae, seguido por Cryptophyceae, Cyanophyceae, Chlorophyceae, Dynophyceae y Euglenophyceae. Entre estos grupos las más abundante especies es Tabellaria sp., Melosira varians, Fragilaria sp., Girosygma spencerii y Aulacoseira sp. Las diatomeas marinas Chaetoceros sp., solo se presentan en sectores influenciado directamente por el mar.

Fauna

Las diversidad de avifauna presenta una riqueza de a lo menos 132 especies (Stuardo et al., 1989; Saavedra et al., 1991; Burgos, 1996; CONAMA, 2002), que representan más del 30% de las especies registradas a nivel nacional, donde cabe destacar especies con problemas de conservación, como fardela blanca (Puffinus creatopus), guanay (Phalacrocorax boungainvillii), cuervo del Pantano (Plegadis chihi), becacina Pintada (Nycticryphes semicollaris) y cisne Coscoroba (Coscoroba coscoroba); y especies vulnerable, como el cisne de cuello negro (Cygnus melancoryphus), entre otros. Entre las especies más numerosas se encuentra Pidén (Rallus sanguinolentus) con bandadas de hasta 300 individuos, y gaviota Cahuil (Larus maculipenis), que se han observado bandadas de hasta 70 individuos. Otras especies, menos numerosas son Phalacrocorax olivaceus, Casmererodius albus, Fulica leucoptera y Anas platalea. Según Acuña et al. (1983), Stuardo et al. (1989) y Moreno et al. (1996), la fauna íctica esta compuesta principalmente por especies eurihalinas, entre éstas se mencionan el huaiquil (Micropogon manni), lisa (Mugil cephalus), al menos tres especies de pejerrey (Odonthestes spp) y carpa (Cyprinus carpio). La mayoría de las especies residentes toleran amplios rangos de salinidad, a excepción de la carpa que vive en agua dulce. Se destaca la población de M. manni, una especie endémica del lago Budi, cuyo ciclo reproductivo ocurriría íntegramente en el lago (Moreno, 1971) (fig. 9). Hace al menos una década, estadísticas de desembarque de Sernapesca señalan la presencia de robalo (Eleginops maclovinus), lenguado (Paralichthys sp.) y corvina (Sciaena gilbertii), sin embargo actualmente estas especies no se registran en las capturas, lo que puede estar relacionado al envancamiento del río Budi y que los periodos de apertura o cierre de la Boca donde hay entrada de peces son en periodos más cortos. Los principales mamíferos silvestres presentes en la cuenca, son coipo (Myocastor coypus), chingue común (Conepaturs chinga), zorro chilla (Pseudalopex griseus), monito del monte (Dromiciops gliroides), lobo de mar común (Otavia 16 flavescens), entre otros. Este último ingresa esporádicamente al lago, en periodos en que en el lago está conectado con el mar, siguiendo a los cardúmenes de peces que se introducen por efectos de las mareas.

Aspectos productivos

Esta cuenca es eminentemente agrícola, la ocupación principal dice relación con la explotación de la tierra. El 26,9% de la población se ubica en la categoría de pequeño agricultor; el 4.8% es empleado, el 4,5% pescador artesanal y el 3,1% trabajador por cuenta propia, el 18,7% son estudiantes y un 8.3% no desarrolla ninguna actividad (INE, 2002). El 31,6%, preferentemente mujeres, realizan labores propias del hogar. El promedio de ingresos por concepto de trabajo y/o venta de productos es de $ 49.429 mensuales, siendo mayor el promedio de ingresos de los habitantes de la localidad de Puerto Saavedra y Boca Budi (INE, 2002). La tierra se destina principalmente a la producción de papas, trigo y avena. Estos cultivos menores se destinan principalmente a la seguridad alimentaria y una escasa proporción de los productores la comercializa. Aquellos que comercializan destinan parte de su producción también al consumo. La venta de sus productos se hace principalmente a través de intermediarios, en el mismo lugar o predio y la venta se realiza generalmente antes y durante la cosecha, siendo la forma de pago al contado, la más frecuente..

En el ámbito productivo predominan actividades de subsistencia, donde el uso del suelo es predominantemente agrícola con 75% del área de tipo rotación de cultivos y praderas, complementado con la pesca artesanal, principalmente silvoagropecuarias y de pesca artesanal. Sin embargo, una serie de transformaciones socioculturales, han contribuido a un progresivo deterioro del medioambiente de la cuenca, presentando una fragilidad que se deriva de la susceptibilidad a la erosión que presentan sus suelos, por causas del tipo físico. Por ello la presencia de erosión es abundante y constituye uno de los principales problemas ambientales del lugar, junto con la colmatación y eutroficación del Lago Budi. Además se pueden asociar riesgo producto de las crecidas y desbordes que suelen presentar la ribera del cuerpo de agua principal, además de riesgos de maremotos y marejadas. Ellos presentan un valor ecológico alto, por cuanto contienen una elevada diversidad de especies, principalmente avifauna y peces, las cuales poseen además valor económico.

Notas

Véase también

Enlaces externos