Homo unius libri

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 14:05 30 jun 2020 por Vealhurl (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.

Homo unius libri ("Un hombre de un solo libro") es una frase en latín atribuida a Tomás de Aquino en una tradición literaria que remite al menos al siglo XVII, siendo el obispo Jeremy Taylor (1613–1667) el primero en haber hecho referencia a la expresión. Se reputa a Tomás de Aquino haber empleado la frase "hominem unius libri timeo" (significando " temo al hombre de un solo libro").

Hay otras atribuciones, y variantes de la frase. Las variantes incluyen caveo para timeo, y virum o lectorem para hominem. El Diccionario Conciso de Menciones Extranjeras (Londres 1998), atribuye la cita a Agustín de Hipona. Otras atribuciones dirigen a Plinio el Joven, Séneca o Quintiliano, pero la existencia de la frase no puede ser hallada en forma anterior al periodo moderno temprano.[1]

La frase era en origen un despido de eclecticismo, v.gr. el "miedo" es del adversario intelectual formidable que se ha dedicado a convertirse en un maestro en una sola disciplina escogida; aun así, la frase hoy más a menudo refiere a la interpretación de expresar "miedo" de las opiniones del hombre analfabeto quien sólo "ha leído un libro solo".[2]

Interpretaciones

Maestría en un solo asunto

El crítico literario Clarence Brown describió la frase en su introducción a una novela por Yuri Olesha:

"Las palabras [de Tomás de Aquino] son generalmente citadas hoy en crítica del hombre cuyos horizontes mentales están limitados a un libro. Aquino, aun así, quiso decir que un hombre que ha estudiado exhaustivamente un libro bueno puede ser peligroso como adversario. El poeta griego Arquíloco quiso decir algo así cuando dice que el zorro sabe muchas cosas, pero el erizo sabe una sola cosa grande."[3]

El poeta Robert Southey recordó la tradición en que la mención devenía incluida:

"Cuándo Santo Tomás de Aquino estuvo preguntado en qué manera un hombre podría llegar a aprender más, contestaba, 'Por leer un libro'; Significando, dice el Obispo Taylor, 'aquel un entendimiento entretenido con varios objetos es intento vano, y sin beneficios. El homo unius libri es de hecho proverbialmente formidable para toda figura conversacional. Como vuestro agudo disparador, conoce su pieza perfectamente, y es seguro de su disparo." — Robert Southey, El Doctor, p. 164.[4][5]

A manera de comparación, Southey cita Isidro de Madrid de Lope de Vega  que expresa un sentimiento similar:

Para un estudiante digno de mención es,
El hombre de un libro solo.
Para cuándo no fueron rellenados
Con tantos libros ajenos,

El escritor y naturalista Charles Kingsley, siguiendo la tradición iniciada por Gilbert White  en La Historia Natural y Antigüedades de Selborne (1789), también invocó el proverbio a favor de saber completamente un tema pequeño. "Una lección nunca es aprendida hasta que es aprendida muchas veces, y algo es mejor entendido por fijarse y hacerse maestro de eso. En historia natural el dicho Cave hominem unius libri[6]​ puede ser parafraseado por, 'es un muy buen naturalista quien sabe una parte exhaustivamente.'"[7]

John Wesley invocó la frase en este sentido y se declaró él mismo un "homo unius libri", siendo su "libro único" la Biblia.[8]​ Como los metodistas en el estricto rito Wesleyano de depender de un solo libro, muchos protestantes radicales del siglo XVIII y posteriores se enorgullecían de ser homines unius libri. El poeta William Collins, en una época de escasez económico, al juntarse por casualidad con su amigo Dr. Samuel Johnson, al hallar a Collins llevando un Nuevo Testamento, éste le respondió " Tengo sólo un libro, pero es el mejor".[9]

Aprendizaje estrecho

Edward Everett comentó "no sólo al hombre de un solo libro, sino también al hombre de una sola idea, en quien el sentido de proporción es débil, y quién ve sólo a lo que tenga en mira".[10]

Joseph Needham, en las conclusiones generales de su obra Ciencia y Civilización en China, refiriéndose al refrán señaló, "puede significar que este hombre sólo ha leído un libro, sólo ha escrito un libro, no posee más de un libro, o pone su fe en un solo libro. El miedo que está sintiendo puede ser en favor de sí mismo. ¡Haber leído tan poco lo pone bastante a merced de su libro!"[11]

Éxito limitado como autor

Samuel Butler en El Camino de Toda Carne (1903), un editor utiliza la frase para describir el protagonista de la novela.[12]​ Butler también recuerda que su editor propio, Trübner, aplicó la frase a él para expresar dudas en su perspectiva literaria, el "único libro" de Butler en este caso sería Erewhon.[13]

Notas

  1. Andreas Fritsch, "Timeo lectorem unius libri", Vox Latina 19 (1983), 309 ff. Pliny did express a comparable sentiment. "CAVE AB HOMINE UNIUS LIBRI. Never was this old Latin proverb of greater import, never did it convey a deeper meaning than in this, our own century, when everyone appears to have become an "heluo librorum." Since most men seem to know a little of everything and not much of anything, the man of one book, the reader who is intimate with one great author, whom he has chosen for his favorite, who has imbibed the spirit of his model, and fashioned almost insensibly his own mind after that of his exemplar, is, indeed, a formidable antagonist. Pliny tells us that we should read much, but not many books." The Stylus, Volume III, Number 3, 1 April 1885. newspapers.bc.edu
  2. In The Portable Twentieth-Century Russian Reader, Clarence Brown, editor (Penguin) 1985, p. 246; see The Hedgehog and the Fox for further discussion of this phrase.
  3. In The Portable Twentieth-Century Russian Reader, Clarence Brown, e ditor (Penguin) 1985, p. 246; see The Hedgehog and the Fox for further discussion of this phrase.
  4. Jeremy Taylor, Life of Christ, Pt. II. Sect. II. Disc. II. 16.
  5. Robert Southey, The Doctor, &c, (1848), Interchapter VII (e-text). Southey's version of the quote was taken up by John Bartlett (1820-1905), the compiler of Bartlett's Familiar Quotations (ninth edition, 1902, p. 853).
  6. "Beware the man of one book."
  7. Charles Kingsley, At Last: A Christmas in the West Indies, 1871.
  8. "in 1730 I began to be homo unius libri, to study (comparatively) no book but the Bible." Letter to John Newton, May 14, 1765. He wrote privately on another occasion
  9. Collins' epitaph in Chichester Cathedral reads, in part: Sought on one book his troubled mind to rest, And wisely deemed the book of God the best.The Johnson anecdote and Collins' epitaph are reported in Walsh 1892 s.v., "Book, Beware of the man of one".
  10. Reported in William Shepard Walsh, Handy-book of Literary Curiosities, 1892, s.v., "Book, Beware of the man of one".
  11. Science and Civilisation in China, "50 General Conclusions and Reflections", p. 97.
  12. Ernest Pontifex, who is a writer with only one commercially or critically successful work: "'Mr Pontifex,' he said, 'is a homo unius libri, but it doesn't do to tell him so.'" The Way of All Flesh. E.P. Dutton & Company. 1917. p. 463. 
  13. The Note-books of Samuel Butler, ed. H. F. Jones (1912), p. 155

Enlaces externos