Heinz Chez

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Heinz Chez o Ches, cuyo nombre real era Georg Michael Welzel (Cottbus, Brandeburgo, Alemania, 1944 - Tarragona, España el 2 de marzo de 1974) vivió hasta su liberación por el gobierno de la República Federal de Alemania el 16 de mayo de 1972 en la desaperecida República Democrática Alemana (aunque siempre fue presentado a la opinión pública como de Polonia) que fue ejecutado por el régimen franquista el 2 de marzo de 1974, el mismo día que el anarquista español Salvador Puig Antich y casi a la misma hora (Welzel a las 9:30 y Puig Antich a las 9:40). Fueron los últimos "agarrotados" (ajusticiados por garrote vil) de la dictadura franquista.

Biografía

De acuerdo con los datos de los archivos de la Stasi (la policía política del Ministerio de Seguridad del Estado) Welzel había intentado fugarse del país tres veces (1964, 1967 y 1970). No tuvo suerte y pasó una buena parte de su juventud en prisión. Finalmente fue liberado por el gobierno de la República Federal de Alemania y atravesó en Berlín Occidental el telón de acero el 16 de mayo de 1972.

El 12 de diciembre de 1972 Welzel entró en España por la frontera de Portbou (Gerona) con un pasaporte burdamente falsificado a nombre de Klaus Hermann Rudolf Sackman.

Welzel (Chez) fue condenado por el asesinato de un Guardia Civil el 19 de diciembre de 1972. Aquel día había ido a parar al bar del camping "Cala d'Oques", de Hospitalet del Infante (Tarragona). Portaba una escopeta que había robado unos días antes en el chalet de un viticultor alemán. Lo atendió una de las dos camareras holandesas que trabajaban en el bar, sin que le sorprendiera el arma que llevaba porque era temporada de caza. Minutos después entró en el local, como cada día, el guardia civil Antonio Torralbo. A los pocos segundos, Welzel, sin móvil aparente, le disparó matándolo. La camarera escapó y dio aviso; entre tanto Welzel ocultó el cadáver, pero dejando un gran rastro de sangre y abundantes huellas. Al llegar la Guardia Civil ya había desaparecido.

En plena huida se deshizo del arma y al día siguiente fue detenido en la estación de tren de Ametlla de Mar (Tarragona). En el momento de la detención declaró haber nacido en Stettin (Polonia) en 1939 y llamarse Heinz Chez. No le fue difícil construir aquella falsa identidad (su padre se llamaba Karl-Heinz, el apellido de soltera de su madre era Chez y su abuelo materno era de Silesia, hoy Polonia) .

También fue acusado del intento de asesinato de otro guardia civil, Jesús Martínez, en el puerto de Barcelona seis días antes. Según algunos testigos fue visto en un bar del puerto al atardecer del 13 de diciembre y, al salir del local, habría disparado con una pistola de pequeño calibre al agente que vigilaba la zona y que quedó herido grave.

Su verdadera identidad se averiguó rápidamente durante la investigación policial del homicidio, a través de la Interpol, que remitió un informe donde se revelaba y que figura unido a la instrucción. Sin embargo, por causas no aclaradas la identificación y el informe fueron ocultados (al menos a su abogado, a la prensa y a la opinión pública) y se mantuvo intencionada e indefinidamente la falsa identidad de Heinz Chez.

El 2 de marzo de 1974 a las 09:30 h fue ejecutado por el método del garrote vil en la prisión de Tarragona a manos del verdugo José Monero Renomo. En los días siguientes, en la prensa española de la época aparecía su foto junto a la de Salvador Puig Antich (siendo la más notable la publicada en la portada del semanario de sucesos El Caso) burdamente retocada dándole un falso aire siniestro, un porte de maleante que contrasta con el aspecto más bien asustado que mostraba en la fotografía original tomada tras su detención.

La muerte por garrote vil se practicaba durante el franquismo, además del fusilamiento, como un método de ejecución. El prisionero era sentado atado a un poste y se le colocaba el garrote simultáneamente alrededor del cuello, mientras que por un orificio sobresalía un grueso tornillo. A la hora establecida para su muerte, se procedía a cerrarlo con un movimiento rápido. En el mejor de los casos, la víctima moría rápidamente. Sin embargo, el verdugo de Welzel nunca antes había llevado a cabo una ejecución. Puso al alemán el garrote sin la presión de un poste en el cuello. Tardó unos 25 minutos la maniobra hasta que Welzel finalmente murió.

Investigaciones posteriores

La historia de este hombre no habría tenido la repercusión histórica que se le ha dado si las autoridades franquistas no hubiesen decidido su ejecución a garrote vil el mismo día que Puig Antich, en un intento de confundir a la opinión pública e intentar identificar violencia común con violencia por motivos de ideología política.

A comienzos del siglo XXI, treinta años después de los hechos, la personalidad de Heinz Chez fue objeto de una profunda investigación realizada por Raúl M. Riebenbauer (Valencia, 1969) periodista, autor de "El silencio de Georg", publicado en español por "RBA" y en catalán por "La Magrana". Riebenbauer supo de la historia de Chez diez años antes, leyendo el libro "Verdugos y torturadores", de Juan Eslava Galán, y vio por primera vez su imagen en la portada del diario "El Caso" del 9 de marzo de 1974. "Quedé atrapado por aquella mirada", ha dicho en más de una ocasión.

Averiguó el verdadero nombre del ajusticiado, su origen y la existencia de una familia alemana que aún confiaba en la aparición del desaparecido. La investigación no fue fácil porque hasta 1995 los militares negaron el acceso al sumario y Riebenbauer hubo de presentar una demanda civil para acceder a esta documentación.

Welzel fue, según Riebenbauer, un hombre obsesionado por la libertad, ingresado en prisión tres veces por intentar huir de la Alemania del Este y después de su liberación "llegó al país equivocado en el peor momento". Chez (Welzel) fue ajusticiado para acompañar a Salvador Puig Antich en el garrote vil, condenado a muerte poco después del atentado de Carrero Blanco, condena que ha sido considerada por algunos como una venganza del régimen franquista por dicho atentado. Esta investigación realizada por Riebenbauer concluyó que Chez se llamaba en realidad Georg Michael Welzel y que había nacido en Cottbus, cerca de Berlín y a 30 kilómetros de la actual frontera polaca, dentro de los límites de la que entonces era la República Democrática Alemana.

Cultura popular

El 7 de noviembre de 1977 la compañía teatral Els Joglars estrenó en Barbastro "La Torna", una obra teatral que recreaba sarcásticamente los últimos días de Heinz Chez. El 2 de diciembre del mismo año, dos días después de estrenarse en el teatro Bartrina, de Reus (Tarragona) la autoridad militar prohibió la obra, y su director (Albert Boadella) fue detenido y encarcelado, iniciándose inmediatamente un consejo de guerra contra varios miembros de la compañía.

Con la historia recuperada casi en su totalidad el periodista y la productora valenciana Malvarrosa Mitjana llegaron a un acuerdo para realizar, durante el año 2004 y con el director valenciano Joan Dolç, el rodaje de la película documental tutulada "La muerte de nadie (el enigma de Heinz Chez)" en el que se detalla la vida y la verdadera identidad de este hombre.

Bibliografía

Referencias

Enlaces externos