Félix Muedra

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Félix Muedra Miñón (n. 1895) fue un militar español.

Biografía

Nació en Pamplona el 7 de enero de 1895, en el seno de una familia militar. A los dieciocho años ingresó en la Academia de Infantería de Toledo, comenzando su carrera en el ejército. Llegó a tomar parte en la Guerra del Rif, donde participaría en diversas acciones militares con el Grupo de fuerzas regulares de Larache n.º 4.

Con posterioridad se diplomaría en Estado Mayor[1]​ en la Escuela Superior de Guerra de Madrid.

Hacia 1936 ostentaba el rango de capitán de Estado Mayor.[2]​ Tras el estallido de la Guerra civil se puso a disposición de las autoridades republicanas, aunque ya en el verano de 1936 intentó fugarse a la zona rebelde, sin conseguirlo.[3]​ Formó parte del Estado Mayor del Ejército del Centro,[4][n. 1]​ el cual agrupaba a las unidades que combatían en Madrid y sus alrededores. En la primavera de 1938 fue nombrado segundo jefe de Estado Mayor del Grupo de Ejércitos de la Región Central (GERC),[8][9]​ alcanzando el rango de coronel. Al igual que el teniente coronel Antonio Garijo, hacia el final de la guerra Muedra se habría mostrado opuesto al gobierno republicano y mantuvo contactos con las fuerzas franquistas,[10]​ con las cuales habría colaborado.[n. 2]

Al finalizar las hostilidades sería hecho prisionero por los franquistas, juzgado y condenado a penas de prisión, causando baja en el ejército.

A juicio del historiador Ángel Bahamonde, el coronel Muedra "representa el paradigma del militar desleal a la República", cooperando con el espionaje enemigo al menos desde 1938 y saboteando en la medida de sus posibilidades las acciones armadas de los leales republicanos.[13]

Notas

  1. Otros autores también lo ubican como jefe de Estado Mayor del IV Cuerpo de Ejército.[5][6][7]
  2. Hacia febrero de 1939 tanto Muedra como Garijo se habrían mostrado partidarios de cooperar con el ejército franquista y a facilitar la entrega del territorio Centro-Sur que todavía se hallaba en poder de la República.[11]​ Según algunos historiadores, ambos militares habrían actuado a las órdenes del coronel José Ungría, jefe del SIPM.[12]

Referencias

  1. Romero, 1976, p. 170.
  2. Alpert, 1989, p. 380.
  3. Bahamonde, Ángel (2014). Madrid, 1939. La conjura del coronel Casado. Cátedra. p. 101. ISBN 978-84-376-3267-4. 
  4. Engel, 1999, p. 175.
  5. Suero Roca, 1981, p. 250.
  6. Llarch, 1976, p. 117.
  7. Álvarez, 1989, p. 275.
  8. Martínez Bande, 1981, p. 166.
  9. Engel, 1999, p. 173.
  10. Romero, 1976, p. 172.
  11. Bahamonde Magro y Cervera Gil, 1999, pp. 324-325.
  12. Bahamonde Magro y Cervera Gil, 1999, p. 329.
  13. Bahamonde, Ángel (2014). Madrid, 1939. La conjura del coronel Casado. Cátedra. p. 99-104. ISBN 978-84-376-3267-4. 

Bibliografía

  • Alpert, Michael (1989). El ejército republicano en la guerra civil. Siglo XXI Editores. 
  • Álvarez, Santiago (1989). Los comisarios políticos en el Ejército Popular de la República. Ediciós do Castro. 
  • Bahamonde Magro, Ángel; Cervera Gil, Javier (1999). Así terminó la Guerra de España. Madrid: Marcial Pons. ISBN 84-95379-00-7. 
  • Engel, Carlos (1999). Historia de las Brigadas Mixtas del Ejército Popular de la República. Madrid, Almena. 84-922644-7-0. 
  • Llarch, Joan (1976). Cipriano Mera. Un anarquista en la guerra de España. Euros. 
  • Martínez Bande, José Manuel (1981). La batalla de Pozoblanco y el cierre de la bolsa de Mérida. Madrid: Editorial San Martín. 
  • Romero, Luis (1976). El Final de la guerra. Madrid: Ed. Ariel. 
  • Suero Roca, M.ª Teresa (1981). Militares republicanos de la Guerra de España. Barcelona: Ediciones Península. ISBN 84-297-1706-4.