Diferencia entre revisiones de «Español medieval»

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* Gargallo Gil, José Enrique y María Reina Bastardas (coords.), ''Manual de lingüística románica'', Ariel Lingüística, Barcelona, 2007.
* Gargallo Gil, José Enrique y María Reina Bastardas (coords.), ''Manual de lingüística románica'', Ariel Lingüística, Barcelona, 2007.
* Penny, Ralph (1993): ''Gramática histórica del español'', Ariel, Barcelona, ISBN 84-344-8265-7.
* Penny, Ralph (1993): ''Gramática histórica del español'', Ariel, Barcelona, ISBN 84-344-8265-7.
Javier Bravo Cortes


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Revisión del 13:27 11 ago 2010

Una página del Cantar de Mio Cid, en castellano antiguo.

El castellano antiguo o español medieval se refiere a la variante del castellano hablada en la Península Ibérica entre el siglo X hasta entrado el siglo XV aproximadamente; más específicamente antes de que sucediera el reajuste consonántico que daría origen al español contemporáneo. La primera obra extensa de la literatura en castellano medieval es el llamado Cantar de mio Cid o Poema de mio Cid, creado a finales del siglo XII o principios del siglo XIII por autor anónimo.

Fonética y fonología

El sistema fonológico del castellano antiguo era mucho más cercano al de las demás lenguas romances que el inventario actual. El inventario más antiguo que podemos reconstruir con seguridad se habría mantenido más o menos sin cambios entre los siglos X y XIV aproximadamente. Ese inventario habría estado dado por tres pares de sibilantes, sordas y sonoras con valor de distinción fonológica:

  • Dos africadas dentales sorda y sonora: /ts/ y /dz/ (AFI: /ʦ/ y /ʣ/), representadas por las grafías ç ante a/o/u, c ante e/i, y z;
  • Dos fricativas apicoalveolares sorda y sonora: /s/ y /z/, representadas por la s en inicio de sílaba y final de palabra o por ss entre vocales y s entre vocales;
  • Dos fricativas prepalatales (postalveolares) sorda y sonora: /š/ y /ž/ (como la sh inglesa y la j catalana o francesa, AFI /ʃ/ y /ʒ/) representadas por x, y j o g ante vocales palatales e, i.

En castellano medieval no existía el sonido fricativo velar sordo [x] correspondiente a la grafía j o g (ante e, i) en la lengua moderna; tampoco existía el sonido interdental fricativo sordo [θ] que representan hoy las grafías z o c (ante e, i).

La v siempre se pronunciaba como un sonido fricativo, aunque no se sabe con certeza si su realización exacta era bilabial o labiodental. Una incongruencia de la lengua de la época era que la grafía <f> podía representar no sólo su valor fonético actual sino también una aspiración (cf. la h inglesa), que luego desaparecería en la pronunciación pero quedaría representada por una h etimológica: fasta (hoy "hasta"), fablar (hoy "hablar"). En algunos lugares de América y España aún se pronuncia la h, como en jierro, por hierro.

Un fenómeno característico de algunos momentos del castellano medieval fue la llamada «apócope extrema» (véase Apócope en castellano).

Cuadro de consonantes

El inventario tratado en la sección anterior puede resumirse en la siguiente tabla de fonemas:[1]

Labial Dental Alveolar Palatal Velar
obstruyente sorda p t ts č k
obstruyente sonora b d dz ĵ g
fricativa sorda ɸ s š
fricativa sonora β z ž
nasal m n ñ
vibrante ɾ, r
lateral l ʎ
  • El fonema /ɸ/ (que también se podría haber escrito como /f/ o /h/) tenía dos alófonos:
    • [f]/[ɸ], ante [w] como en fuerte o ante [ɾ] y [l] como en flor, frío
    • [h] en el resto de casos como en horma, harina, humo, hierro, etc.

Destaca en el sistema anterior que existía una serie completa de fricativas sonoras, desaparecida en español moderno, a trevés de diversos cambios: /β /> /b/, /ɸ /> /f/ o "Ø" según el contexto fonético; /z /> /s/, /ž /> /š /> /x/. También desaparecieron varias fricativas a través de los cambios: /ĵ /> /č/, /dz /> /ş/, /ts /> /ş/. Este último fonema /ş/ dio en castellano septentrional moderno /θ/ y en el resto del español /s/.

A partir de finales del siglo XVI y mediados del siglo XVII el inventario fonológico habría quedado reducido por la pérdida de sonoridad en las fricativas y el reajuste de las sibilantes al siguiente inventario:

Labial Dental Alveolar Palatal Velar
obstruyente sorda p t č k
obstruyente sonora b d g
fricativa sorda ɸ š
nasal m n ñ
vibrante ɾ, r
lateral l ʎ

Morfología y sintaxis

En el cambio del castellano antiguo al español moderno se produjeron numerosos cambios analógicos y regularizaciones, especialmente en el paradigma verbal. Por ejemplo, en español antiguo son frecuentes formas de pretérito perfecto simple en -uve muchas retenidas aún en la lengua moderna (anduve, tuve, ...) pero otras ya desaparecidas como (conuve 'conocí' o similarmente truje 'traje', ...).

inifinitivo español Castellano antiguo Forma regularizada Estadio
conocer conuve conocí (1)
traer truje traje (2)
andar anduve *andé (3)
tener tuve *tení (4)

Los dos primeros ejemplos muestran ejemplos de formas de pretéritos regularizados en español general, mientras que los dos últimos ejemplos muestran tendencias en el español popular y el español infantil que no han tenido aceptación general en la lengua.

También se han eliminado algunas formas de singular en -s como tiempos (latín < tempus) 'tiempo' (ya sólo conservado en algunos refranes) o uebos (latín < opus) 'trabajo, obra, esfuerzo' como en las oraciones siguientes:

qué tiempos, ... 'qué época [más ...]'
uebos me es fazerlo (< opus mihi est illud facere) 'estoy obligado a hacerlo'

Sintaxis

En castellano medieval los perfectos compuestos de los verbos de movimiento se construían con el auxiliar "ser":

(1) Las mugieres son llegadas a Castiella.
'Las mujeres han llegado a Castilla'.

La pertenencia o posesión se expresaba con el verbo aver (hoy haber):

(2) Pedro dos fijas ha
'Pedro tiene dos hijas'

En el pretérito perfecto compuesto, el participio pasado solía concordar en género y número gramaticales con el objeto directo. Por ejemplo:

(3) María ha cantadas dos canciones
'María ha cantado dos canciones.'

Las características (1) a (3) ya no se presentan en español moderno, aunque otras lenguas románicas, como el francés y el italiano, las siguen manteniendo:

(1a) Les femmes sont arrivées à Castille
'Las mujeres han llegado a Castilla'
(2a) Pière a deux filles
'Pedro tiene dos hijas'
(3a) Les chansons que Marie a chantées
'La canciones que María ha cantado'

Los pronombres personales átonos podían ir enclíticos (pospuestos al verbo) no sólo en el imperativo positivo, en infinitivo y en gerundio sino también en cualquier forma verbal, incluso en los sustantivos (como lo atestiguan muchas de estas formas en el poema del Cid). Generalmente, los pronombres átonos eran enclíticos en las oraciones principales y proclíticos en las subordinadas. Por ejemplo: tornós' (tornóse) pora su casa; la mánol' (mánole) va besar = la mano le va a besar. El orden de palabras dentro de la frase era algo más libre que el del español moderno, muchas veces con el verbo al final: Cuya es la cosa, genitivo caso es.

Léxico histórico

El vocabulario evoluciona constantemente a lo largo de la historia de una lengua. Hay vocablos que poco a poco se vuelven arcaicos o desusados; luego son sustituidos por nuevos términos o simplemente cambian de significado. Además, el desarrollo de la tecnología también conlleva la incorporación de nuevas palabras al vocabulario de un idioma. En el castellano medieval, existían palabras, hoy desusadas, que ya resultaría imposible entender sin ayuda del diccionario: cras (del latín CRAS 'mañana' con el sentido del "día siguiente"); man (del latín MANE 'amanecer'); uço (uzo) (del latín USTIUM 'puerta pequeña, postigo').

Una curiosidad del español antiguo es que muchas palabras que llevaban un grupo consonántico culto latino como -CT- o -PT- estaban simplificadas. Pero luego la forma culta fue reintroducida en la lengua, dando a veces dobletes con diferentes significados. Por ejemplo: ACCEPTARE > acetar (forma antigua) > aceptar (forma moderna); CAPTARE > catar (forma antigua, con el significado de "mirar") > captar (forma moderna); RESPECTUS > respeto (forma antigua) > respeto y respecto (formas modernas).

A continuación presentamos algunas formas en latín y sus correspondientes en castellano medieval y en español moderno.

Latín Castellano antiguo Español moderno
acceptare, captare, effectus, respectus acetar, catar, efeto, respeto aceptar, captar, efecto, respecto y respeto
et, non, nos, hic e, et; non, no; nós; í y, e; no; nosotros; ahí
stabat; habui, habebat; facere, fecisti estava; ove, avié; far/fer/fazer, feziste estaba; hube, había; hacer, hiciste
hominem, mulier, infans omne; mugier, muger; ifante hombre, mujer, infante
cras, mane (maneana); nunquam cras, man, mañana; nunqua mañana, nunca
quando, quid, qui (quem), quo modo quando, que, qui, commo/cuemo cuando, que, quien, como

Texto con pronunciación

Lo siguiente es un fragmento del Poema del Cid (versos 330–365), una oración que se puede escuchar en pronunciación medieval restituida para la época (interpretación de Jabier Elorrieta). En la primera columna puede verse la transcripción normativa del manuscrito original; en la segunda, la traducción en lengua moderna.

–Ya Señor glorioso, Padre que en çielo estás,
Fezist çielo e tierra, el terçero el mar,
Fezist estrellas e luna, e el sol pora escalentar,
Prisist encarnaçión en Santa María madre,
En Beleem apareçist, commo fue tu veluntad,
Pastores te glorificaron, oviéronte a laudare,
Tres reyes de Arabia te vinieron adorar,
Melchior e Gaspar e Baltasar, oro e tus e mirra
Te ofreçieron, commo fue tu veluntad.
Salvest a Jonás quando cayó en la mar,
Salvest a Daniel con los leones en la mala cárçel,
Salvest dentro en Roma al señor San Sabastián,
Salvest a Santa Susaña del falso criminal,
Por tierra andidiste treinta e dos años, Señor spirital,
Mostrando los miráclos, por én avemos qué fablar,
Del agua fezist vino e de la piedra pan,
Resuçitest a Lázaro, ca fue tu voluntad,
A los judíos te dexeste prender, do dizen monte Calvarie
Pusiéronte en cruz, por nombre en Golgotá,
Dos ladrones contigo, éstos de señas partes,
El uno es en paraíso, ca el otro non entró allá,
Estando en la cruz vertud fezist muy grant,
Longinos era çiego, que nunquas’ vio alguandre,
Diot’ con la lança en el costado, dont ixió la sangre,
Corrió la sangre por el astil ayuso, las manos se ovo de untar,
Alçólas arriba, llególas a la faz,
Abrió sos ojos, cató a todas partes,
En ti crovo al ora, por end es salvo de mal.
En el monumento resuçitest e fust a los infiernos,
Commo fue tu voluntad,
Quebranteste las puertas e saqueste los padres santos.
Tú eres rey de los reyes e de tod el mundo padre,
A ti adoro e creo de toda voluntad,
E ruego a San Peidro que me ajude a rogar
Por mio Çid el Campeador, que Dios le curie de mal,
Quando oy nos partimos, en vida nos faz juntar.–
–Oh, Señor glorioso, Padre que en cielo estás,
Hiciste cielo y tierra, el tercero el mar,
Hiciste estrellas y luna, y el sol para calentar,
Te encarnaste en Santa María madre,
En Belén apareciste, como fue tu voluntad,
Pastores te glorificaron, te tuvieron que alabar,
Tres reyes de Arabia te vinieron a adorar,
Melchor y Gaspar y Baltasar, oro e incienso y mirra
Te ofrecieron, como fue tu voluntad.
Salvaste a Jonás cuando cayó en la mar,
Salvaste a Daniel con los leones en la mala cárcel,
Salvaste dentro de Roma al señor San Sebastián,
Salvaste a Santa Susana del falso criminal,
Por tierra anduviste treinta y dos años, Señor espiritual,
Mostrando los milagros, por ende tenemos qué hablar,
Del agua hiciste vino y de la piedra pan,
Resucitaste a Lázaro, porque fue tu voluntad,
A los judíos te dejaste prender, donde dicen monte Calvario
Te pusieron en cruz, por nombre en Golgotá,
Dos ladrones contigo, éstos de sendas partes,
El uno es en paraíso, porque el otro no entró allá,
Estando en la cruz virtud hiciste muy grande,
Longinos era ciego, que nunca se vio jamás,
Te dio con la lanza en el costado, donde salió la sangre,
Corrió la sangre por el astil abajo, las manos se las tuvo que untar,
Las alzó arriba, las elevó a la faz,
Abrió sus ojos, miró a todas partes,
En ti creyó entonces, por ende es salvado de mal.
En el monumento resucitaste y fuiste a los infiernos,
Como fue tu voluntad,
Quebrantaste las puertas y sacaste los padres santos.
Tú eres rey de los reyes y padre de todo el mundo,
A ti te adoro y creo de toda voluntad,
Y ruego a San Pedro que me ayude a rogar
Por mi Cid el Campeador, que Dios le cure de mal,
Cuando hoy nos partamos, en vida haznos juntar.–

Véase también

Referencia

  1. Ralph Penny, 1993, p. 118

Bibliografía

  • Alvar, Manuel (director), Manual de dialectología hispánica. El Español de España, Ariel Lingüística, Barcelona, 1996 & 2007.
  • Cano, Rafael (coord.), Historia de la lengua española, Ariel Lingüística, Barcelona, 2005.
  • Gargallo Gil, José Enrique y María Reina Bastardas (coords.), Manual de lingüística románica, Ariel Lingüística, Barcelona, 2007.
  • Penny, Ralph (1993): Gramática histórica del español, Ariel, Barcelona, ISBN 84-344-8265-7.

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