Diferencia entre revisiones de «Signo lingüístico»

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Las unidades lingüísticas mayores son divisibles en partes más pequeñas, reconocibles e intercambiables.
Las unidades lingüísticas mayores son divisibles en partes más pequeñas, reconocibles e intercambiables.


El signo lingüístico es doblemente articulado porque puede someterse a una doble división.
El signo lingüístico es doblemente articulado porque puede someterse a una doble división.

■Según la primera articulación , el signo se descompone en partes con significado y significante, susceptibles de ser utilizadas en otros contextos. Las unidades de esta primera articulación se denominan monemas .
■Según la segunda articulación , el signo se divide en unidades más pequeñas sin significado, pero que son distintivas. Las unidades de esta segunda articulación son los fonemas . Si un signo lingüístico cambia algún fonema, cambia también su significado.
La doble articulación hace que con unas pocas unidades de la segunda articulación se pueden formar todos los monemas de una lengua, y la primera articulación evita tener que aprender un signo para cada realidad. Este carácter articulado es el realmente propio y exclusivo del código lingüístico frente a los demás códigos.


== El signo en Saussure ==
== El signo en Saussure ==

Revisión del 17:36 10 jun 2010

Un signo lingüístico es una construcción social que funciona dentro de un sistema lingüístico y que pone un "elemento" en lugar de otro.

Es importante notar que en la lingüística y en la semiótica, la teoría define al objeto, y por lo tanto el signo es consecuencia de una perspectiva teórica. En su nivel más básico, el signo lingüístico fue definido de manera similar e independiente por Charles Sanders Peirce y Ferdinand de Saussure y ambas teorías si bien presentan diferencias, son consideradas como pilares fundamentales de todo el trabajo posterior realizado sobre el signo lingüístico...

Características

El signo lingüístico tiene las siguientes características:

A) Carácter oral: El signo lingüistico se realiza mediante elementos fónicos (sonidos). Son signos hablados.

B) Carácter lineal: Los elementos de cada signo, al igual que cada signo respecto al otro, se presentan uno tras otro, en la linea del tiempo (cadena hablada) y en la del espacio (escritura).

C) Carácter arbitrario: La relación entre significado y significante no responde a ningún motivo; se establece de modo convencional. Cada lengua usa para un mismo significado un significante distinto.

D) Carácter mutable e inmutable: Por ser arbitrario, el signo no depende de ningún hablante en particular: es inmutable, permanente, ningún individuo lo puede cambiar. Por otra parte es evidente que las lenguas cambian porque van cambiando los signos; es decir, son mutables a largo plazo.

E) Carácter de discreción: La lengua es un sistema perfectamente estructurado en el que los elementos se oponen entre sí de manera radical a otros signos lingüísticos.

F) Carácter articulado: Las unidades lingüísticas mayores son divisibles en partes más pequeñas, reconocibles e intercambiables.

El signo lingüístico es doblemente articulado porque puede someterse a una doble división.

■Según la primera articulación , el signo se descompone en partes con significado y significante, susceptibles de ser utilizadas en otros contextos. Las unidades de esta primera articulación se denominan monemas . ■Según la segunda articulación , el signo se divide en unidades más pequeñas sin significado, pero que son distintivas. Las unidades de esta segunda articulación son los fonemas . Si un signo lingüístico cambia algún fonema, cambia también su significado. La doble articulación hace que con unas pocas unidades de la segunda articulación se pueden formar todos los monemas de una lengua, y la primera articulación evita tener que aprender un signo para cada realidad. Este carácter articulado es el realmente propio y exclusivo del código lingüístico frente a los demás códigos.

El signo en Saussure

Saussure se opone a que se considere al signo lingüístico como una entidad unitaria, que implique concebir a la lengua como una nomenclatura (es decir, una simple lista de términos que se corresponden con las cosas), suponiendo que las ideas son preexistentes a los signos. Él plantea que la unidad lingüística es una entidad biplánica compuesta por dos términos: un concepto y una imagen acústica. El concepto esta archivado en la mente de los hablantes de la lengua y puede ser descripto como un haz de elementos mínimos de significado, de modo tal que el concepto “perro” se expresaría como el conjunto integrado por “animal”, “mamífero” “canino” “masculino”. En cambio, la imagen acústica no es el sonido (cosa netamente material), sino la huella psíquica que deja en nuestro cerebro. Estos dos elementos están íntimamente unidos y se reclaman recíprocamente; no puede existir signo lingüístico que no se rija por esta unión.

El pensamiento de Saussure se caracteriza por la oposición de términos, por esa razón él decide cambiar los términos de concepto e imagen acústica por significado y significante, ya que estos dos últimos tienen la ventaja de señalar la oposición que los separa.

Saussure plantea cuatro principios básicos que rigen a los signos:

A) La Arbitrariedad: El vínculo que une el significado con el significante es referente, es decir inmotivado: un significado puede estar asociado a cualquier significante dado que no existe un nexo natural entre ellos. Una prueba de ello es que las palabras se dicen de forma totalmente diferente según la lengua (casa, house, maison).

Saussure, sin embargo, reconoce que hay dos casos donde se podrían hacer objeciones a este principio:

Las onomatopeyas reproducen sonidos de la realidad. Voces de animales como miau, pío o quiquiriquí; sonidos de instrumentos musicales como chinchín, talán talán; palabras como aullar, chasquido o roncar tienen relación directa con lo que simboliza.


Las exclamaciones son expresiones espontáneas que, generalmente, no constituyen una oración completa. Estas expresiones se generan a partir de una impresión recibida o de cierto pensamiento. Muchas exclamaciones comenzaron por ser palabras con un significado determinado como ojalá, que en árabe significa y quiera Dios.

A su vez, Saussure refuta dichas objeciones basándose en varios argumentos:

  1. Para empezar, las onomatopeyas y las exclamaciones son escasas y de importancia secundaria en una lengua.
  2. Tanto unas como otras varían según las lenguas en que se desenvuelvan, haciendo que su origen simbólico y natural sea dudoso. A la onomatopeya del español guau guau le corresponde en francés auaoua y en alemán wauwau; a la exclamación ¡ay! del español le corresponde en alemán au!
  3. Por ultimo, una vez que las onomatopeyas son introducidas en la lengua, quedan mas o menos sujetas a la evolución fonética, morfológica, etc., que sufren las otras palabras (pigeon, del latín vulgar pīpiō, derivado de una onomatopeya). Esto es una prueba de que han perdido su carácter simbólico para adquirir el del signo lingüístico en general, que es inmotivado.

Sin embargo, luego de postular el principio de arbitrariedad, Saussure aclara que este no impide que algunos signos sean relativamente arbitrarios. Tal es el caso de palabras como diecinueve, que evoca los términos diez y nueve o también peral, que evoca el término pera


B) La Linealidad: El signo es lineal porque el significante se desenvuelve sucesivamente en el tiempo, es uno después del otro, en unidades discretas sucesivas que se producen linealmente en el tiempo. En la escritura, el tiempo es sustituido por el espacio y se conserva este carácter lineal. Hay que tener en cuenta que la lengua es un sistema oral y que la escritura es una manifestación secundaria, un código sustitutivo que puede no existir.

C) La Discreción: La lengua es , según Saussure, una estructura de elementos discretos, es decir, independientes entre sí y claramente delimitados unos de otros. Esta independencia viene delimitada por las relaciones de oposición e identidad. Un signo es o bien opuesto a otro, o bien idéntico, nunca intermedio.

D) La convencionalidad e inmutabilidad: La relación establecida entre el significado y significante es convencional (acordada entre los hablantes), pero aun así no puede ser cambiada por un hablante, sino que se rige por la evolución histórica de la lengua. De todas maneras, sigue una evolución continua y viva. (Un ejemplo sería el reciente cambió del uso de la palabra ratón, adaptando el sustantivo a nuevas concepciones del mismo).

E)La doble articulación: Este es un fenómeno particular del significante, pero que afecta al significado. Son las unidades mínimas del significante, y entre ellas podemos distinguir:

  • Monemas: Los monemas son unidades mínimas con significado propio. Se clasifican en:
    • Morfemas: partes mínimas de las que su significado expresa el género, el número, etc. (Ejemplo, la as de niñas)
    • Lexemas: partes mínimas de las que su significado expresa la concepción de la palabra en si (Ejemplo, la parte niñ de niñas)
  • Fonemas: Los fonemas son las unidades mínimas sin significado, pero que se unen entre sí para formar monemas.

El signo en Peirce

Para Peirce, el signo lingüístico es una entidad de tres caras, el referente, el significante, y el significado. El referente es el objeto real, al cual hace referencia el signo. El significante es el soporte material o sustancia, lo que captamos de acuerdo a los sentidos. El significado es la imagen mental que se forma en el signo (concepto/abstración de ese algo)