Diferencia entre revisiones de «El sí de las niñas»

De Wikipedia, la enciclopedia libre
Contenido eliminado Contenido añadido
m Revertidos los cambios de 88.22.204.187 (disc.) a la última edición de HUB
Línea 8: Línea 8:


== Argumentos ==
== Argumentos ==

“EL SÍ DE LAS NIÑAS”


T

odo comienza en el primer acto cuando se entabla una conversación entre don Diego y su sirviente Simón, el primero le dice al segundo que se ha fijado en una joven llamada Paquita, que le gusta mucha por su sencillez, amabilidad, belleza, humildad, graciosidad y por su talento. Hasta aquí todo es más o menos normal, pero el lío empieza cuando Simón cree que las intenciones de don Diego es casarla con su sobrino don Carlos, por que es joven, valiente y se merece una mujer como ella. Pero entonces don Diego empieza a decir que la boda es desigual en cuanto a la edad, y Simón le responde que siete u ocho años no es mucha diferencia, entonces don Diego le responde que tiene cincuenta y nueve y ella dieciséis. En ese momento se desencadena una situación de confusión a causa de que cada uno estaba hablando de una cosa diferente. Don Diego, para salir de la confusión, le afirma que piensa casarse con Paquita, contradiciendo el pensamiento de Simón, que pensaba que sería para don Carlos, su sobrino.

Don Diego está muy preocupado por ésta boda por que teme que la gente, que ve las cosas de diferente manera, lance rumores de que es una gran locura a causa de la gran diferencia de edad y todas esas cosas que se suelen decir en éstos casos. Pero creo yo que la mayor preocupación de don Diego es que nada relacionado con la boda salga a la luz pública hasta que se haya realizado.

Luego doña Irene primeramente le dice a don Diego que su hija doña Francisca es muy obediente y que nunca la desobedecerá. Después le dice que la niña es muy gitana, es decir, muy graciosa, y que tiene mucho arte para contentar a la gente.

Doña Francisca o Paquita es una niña cerrada en lo que se refiere a expresar sus sentimientos con don Diego, pero, contrariamente, con su madre es mucho más abierta y sincera. Otro rasgo de su carácter es su gran capacidad para darse cuenta de las cosas.

Doña Irene dice que en cuestión de educación que su hija es una niña bien educada por que sus padres son muy buenos padres. Doña Irene comenta cosas buenas de don Diego a su hija para que tenga una buena impresión de él y así evitar que se case con otro inmaduro. Y después se lo cuenta todo a don Diego para que éste se crea que doña Francisca le quiere y le haga salir de toda duda posible.

Don Diego está muy preocupado por que doña Francisca aún no le ha explicado libremente sus sentimientos hacia él, y éste quiere saber lo que le diría doña Francisca y que se abriera sentimentalmente con él, es decir, si le quiere o no. Doña Irene, para tranquilizarlo, le dice que en caso de que su hija le dijera alguna cosa, sería lo que ella misma le ha explicado, no oiría nada de nuevo. Otro argumento que le expone para tranquilizarlo es que doña Francisca no le dice nada por que no estaría bien que una doncella que estima su honra se atreviese a decirle a un hombre: ” yo le quiero a usted”. Y la última razón para que no se preocupe es que doña Francisca con su madre es mucho más abierta y sincera, y dice cosas muy buenas de don Diego.

Un día, por la mañana, al levantarse, Rita ve a doña Francisca y le pregunta si ha llorado, y ella le responde que sí por que su madre le ha obligado a querer a don Diego, que todo le iría muy bien por que es un hombre rico y muy bueno. Pero ella no le quiere, por eso su madre se ha enfadado mucho con ella y le ha llamado picarona e inobediente. Doña Francisca lo que está haciendo durante esos días es contentar a su madre portándose bien y siendo amable con don Diego, pero, todo es fingir ya que ella verdaderamente ama a don Carlos, (sobrino de don Diego), al que con la ayuda de Rita, consigue ver mientras don Diego está en Alcalá.



U

na de las causas de que Irene quiera concertar la boda es por que don Diego está muy dolido y disgustado y la otra es que como es rico ya tendrán la vida resuelta, y sin tener que trabajar para ganarse el pan. Doña Irene le reprocha a su hija su actitud, ya que nunca dice nada, todo se lo calla, es muy conformista y todo le parece bien, es igual si le preguntas algo importante o no. Pero, en realidad ella es contraria a la opinión de su madre, lo que pasa es que lo hace para no enfadarla ni desobedecerla. La razón del comportamiento de doña Francisca es que ella va contentando a su madre, pero ella realmente no quiere a don Diego.

Luego doña Irene le cuenta a su hija doña Francisca lo buen hombre que es don Diego, lo caballero que es y lo bien que viviría si se casara con él, pero, ella parece que no le está escuchando. Una de las ideas que expone don Diego es que los padres no mandan, solamente insinúan, proponen y aconsejan, todo para el bien de los hijos. Otra idea que don Diego tiene clara es que él es un hombre que disimula sus defectos y que cree que, a pesar de su físico y de su edad, aún se merece que le quieran. Más tarde no se sabe por que don Diego y doña Irene empiezan a discutir por culpa de la actitud de doña Francisca y entonces ella no quiere responder.

Don Diego manda otra vez a su sobrino al cuartel de Zaragoza con la excusa de que un oficial no puede faltar nunca a la ayuda de sus soldados. Pero don Diego hace marchar a don Carlos por que quiere casarse con doña Francisca sin que él lo sepa, y después, una vez casados, como don Carlos ya no podrá hacer nada, su tío se lo comunicará por carta.


E

n este acto Don Diego le pide a doña Francisca que tenga más confianza en él, y que le cuente lo que le está pasando como si fueran amigos. Luego don Diego le pregunta a Paquita lo que le pasa, ella no dice nada y para disimular dice que no ha dormido bien porque hacía mucho calor. Después de toda la conversación con don Diego, ella acaba cogiéndole un poco más de confianza y le cuenta todo lo que siente. Luego don Carlos le insinúa a su tío que doña Francisca no le quiere ni le querrá nunca por que el amor mutuo que tienen entre él y doña Francisca es indestructible. Don Carlos, con sus palabras, también le insinúa que si se casara con Paquita, la hará una infeliz para toda la vida.

Al recibir estas frases de su sobrino, Don Diego se enfada por que Paquita está enamorada, pero no de él. Éste recapacita y piensa que ha sido una gran equivocación, y tiene que dejar que ella haga su voluntad. Y que todo ha sido una trama de doña Irene la madre de Paquita.


== Características ==
== Características ==

Revisión del 07:13 31 may 2010

El sí de las niñas, es una obra teatral de Leandro Fernández de Moratín estrenada el 24 de enero de 1806 en Madrid, España, y representada hasta la cuaresma de ese mismo.

Moratín tenía escrita El sí de las niñas en 1801. Era la primera obra que escribía después de La comedia nueva, pues tanto El barón como La mojigata, estrenadas más tarde que aquélla, fueron escritas a finales de los años 80. Moratín tardó varios años en estrenarla. Dio a la escena sus producciones anteriores, y sólo después se decidió a publicar, en 1806, El sí de las niñas. Durante el mes de enero de 1806 ensaya la comedia con la compañía del Teatro de la Cruz. El día 24 de enero de 1806 se produce el estreno. El sí de las niñas no fue solamente un sonoro éxito de público: fue la obra de mayor aceptación de su tiempo y casi con seguridad el mayor acontecimiento teatral de todo el siglo. La obra se mantuvo en representación por veintiséis días seguidos y atrajo a más de 37.000 espectadores, cifra equivalente a la cuarta parte de la población adulta de Madrid. Al éxito en las tablas se sumó el editorial. A las cuatro ediciones de 1806 hay que sumar la de 1805, que, al parecer, no fue la única de aquel año.

El éxito sin precedentes de El sí de las niñas supuso, paradójicamente, el abandono de la escena por parte de su autor. Los únicos textos que Moratín daría a la escena serían dos adaptaciones de obras del francés Molière: La escuela de los maridos y El médico a palos. El sí de las niñas, sin embargo, seguía levantando odios y entusiasmos por su mensaje claramente inspirado en la Ilustración y en un llamado a que la autoridad actúe conforme a los dictados racionalistas. En 1815, con la restauración del rey Fernando VII, la Inquisición española encontró motivos suficientes para prohibir esta comedia y La mojigata. La prohibición se renovó en 1823, de modo que durante cerca de veinte años los españoles se vieron privados de ver en escena la obra maestra de Moratín. Cuando se levantó la prohibición y la obra pudo volver a estrenarse, en 1834, lo hizo inclusive con cortes debidos a la censura.

Argumentos

Características

Las principales características de esta obra son las mismas que las postuladas para el teatro de la Ilustración: unidad perfecta de tiempo, por cuanto el tiempo de la acción coincide exactamente con el tiempo de la representación, y el tiempo no representado transcurre en los intervalos. No menos importancia tiene la unidad de lugar: toda la acción sucede en la sala de paso en una posada de Alcalá de Henares.

En El sí de las niñas Moratín abandona definitivamente el verso. La experiencia de La comedia nueva cristaliza en una pieza que profundiza en los hallazgos de la anterior.

El carácter de la obra es didáctico como corresponde al teatro del Neoclasicismo, plantea un problema cotidiano y desprende una enseñanza conforme a los dictados de la razón, ya que su fin es criticar la autoridad que ejercen los padres sobre sus hijas respecto al matrimonio, obligándolas a tomar por marido al mejor partido financiero. Esta obra adelanta la igualdad de la mujer en la sociedad, animando pues, a rectificar las costumbres y tradiciones de su tiempo.

Los matrimonios por conveniencia entre mujeres jóvenes y hombres maduros no eran del agrado de los pensadores de la Ilustración (a los cuales se adhiere Moratín) por dos importantes razones:

  • Una de tipo moral, ya que en ellos faltaba el amor como vínculo que potencia la verdadera cohesión de la pareja.
  • La otra afectaba al crecimiento demográfico, porque estos matrimonios solían tener poca o ninguna descendencia a causa de la mayor edad del marido.

Hay que tener muy en cuenta que Moratín nunca fue un revolucionario, sino un reformista que pensaba que una situación injusta debía dar paso a otra justa a través de cambios mesurados, y jamás por actos de subversión contra la autoridad. Por ello los dos jovenes amantes, don Carlos y doña Paquita siempre se muestran dispuestos a cumplir los deseos de sus mayores; sólo don Diego, con su autoridad, será quien aplique la solución más razonable al conflicto planteado al rechazar la opción de casarse con doña Paquita (por la gran diferencia de edad con la joven) y acepte en enlace de ésta con don Carlos (favoreciendo un matrimonio por amor en vez de uno por interés). Casalduero dice que don Diego impone a la vida la pauta de la razón. Para H. Higashitani, lo que Moratín quiso decir con esta obra es que los que actúan por la recta razón dominando la ebullición de la pasión acaban consiguiendo la felicidad.

Antecedentes

La obra más cercana a El sí de las niñas y la que se ha señalado reiteradamente como fuente es la obra en un acto de Pierre Carlet de Chamblain de Marivaux (1688-1763) L’êcole dos mares. Sin embargo, la fuente que parece indudable es la obra anterior del propio Moratín El viejo y la niña.

Personajes

La obra posee pocos personajes ya que la acción ocurre en un mismo lugar y en muy poco tiempo, estos son:

  • Don Carlos, es el sobrino de Don Diego. Contrasta su valor en la batalla y su timidez ante su tío don Diego. Es un joven apasionado y valiente que no dudará en luchar por su amor contra Don Diego y contra la opinión de la sociedad.
  • Paquita o Francisca es capaz de demostrar sentimientos y esto la llevará a arriesgar el amor que siente por Don Carlos.
  • Don Diego un hombre bastante mayor en edad y tío de Don Carlos, es el personaje que desencadena la acción porque está comprometido con Doña Paquita, mucho más joven que él. Se le puede considerar el verdadero protagonista de la obra y representante de la razón.
  • Doña Irene, madre de Doña Paquita, representa un personaje estupido y loco que refleja la autoridad de los padres de la época sobre sus hijos, exigiendo a su hija que se case con el adinerado Don Diego a pesar de no conocerlo en persona.
  • Rita es la criada de Doña Irene.
  • Simón es el criado de Don Diego.
  • Calamocha es el criado de Don Carlos.

Todos los personajes de la obra forman un ensemble o conjunto armónico, en que ninguno de ellos resalta sobre los demás. Los caracteres de esta comedia poseen una dimensión universal. En este sentido, Casalduero dice que "los personajes de Moratín son medidas estrictamente humanas, de una humanidad que no se individualiza, sino que se generaliza". Pero, doña Irene es quien de manera más visible encarna los defectos que Moratín se propone criticar; es una mujer ignorante, habladora, exagerada, egoísta y ello le lleva a concertar el matrimonio de su hija sin pensar en ningún momento en la felicidad de ésta. Por el contrario, don Diego y su sobrino se rigen por la bondad y la buena fe en sus acciones.