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== Primeras evidencias de ocupación ==
== Primeras evidencias de ocupación ==
:''Véase también: [[Arte rupestre de los valles de Otíñar]]''
La ocupación humana de la zona puede remontarse a etapas tan antiguas como el [[Neolítico]], existiendo importantes evidencias rupestres y materiales del [[Calcolítico]], así como los restos [[Antigua Roma|romanos]] de la denominada ''villa del Laurel'', situada en pleno valle del río Quiebrajano, si bien hasta el momento solo documentada a partir de material cerámico en superficie.
La ocupación humana de la zona puede remontarse a etapas tan antiguas como el [[Neolítico]], existiendo importantes evidencias rupestres y materiales del [[Calcolítico]], así como los restos [[Antigua Roma|romanos]] de la denominada ''villa del Laurel'', situada en pleno valle del río Quiebrajano, si bien hasta el momento solo documentada a partir de material cerámico en superficie.



Revisión del 15:13 1 may 2010

Otíñar
Bien de interés cultural
Patrimonio histórico de España
273px
Localización
Localidad Jaén
Datos generales
Categoría Zona Patrimonial
Declaración Decreto 354/2009, de 13 de octubre[1]
Construcción Neolítico - Siglo XX
Estilo Arte esquemático ibérico, Edad del Cobre, arquitectura tradicional

Otíñar es un paraje situado en el término municipal de Jaén, en la denominada Sierra Sur, situado a unos 13 km de la ciudad, y que alberga importantes restos históricos, como son principalmente una aldea medieval de origen árabe y posteriormente cristiana, la Otíñar propiamente dicha, y una nueva aldea distante unos 2 km de la anterior, erigida en el siglo XIX, y que recibía el nombre de Santa Cristina, si bien también era conocida por el nombre de la población predecesora.

Primeras evidencias de ocupación

Véase también: Arte rupestre de los valles de Otíñar

La ocupación humana de la zona puede remontarse a etapas tan antiguas como el Neolítico, existiendo importantes evidencias rupestres y materiales del Calcolítico, así como los restos romanos de la denominada villa del Laurel, situada en pleno valle del río Quiebrajano, si bien hasta el momento solo documentada a partir de material cerámico en superficie.

La aldea medieval

Atorimar es el topónimo que recibía la primera aldea como tal, ya en época medieval, de origen posiblemente navarro. Consistía en un pequeño núcleo rural con ciertas fortificaciones, situado en el denominado Cerro del Cobarrón, una loma alargada de origen calizo y dispuesta sobre una falla y un plegamiento. La colina controla visualmente el valle del río Quiebrajano, así como el antiguo camino que comunicaba Jaén con Granada y que atravesaba el paraje conocido en la actualidad como Cañada de las Hazadillas. La economía de este pequeño núcleo radicaba en el cultivo de la estrecha pero fértil vega del Quiebrajano, así como de la explotación de los recursos del monte, caza y madera principalmente.

Fernando III de Castilla llegó a arrasar el pequeño núcleo en sus correrías por la provincia de Jaén en 1228, consciente de su estratégica posición como puesto de control de la ruta hacia Granada. Tras la conquista de la ciudad de Jaén en 1246, la aldea se convirtió en un punto crucial para la vigilancia de la nueva zona fronteriza con el reino de Granada, motivo por el cual se inició la construcción de un pequeño castillo de frontera, comunicado visualmente mediante señales de humo y fogatas con otras fortificaciones cercanas a la ciudad, como la Torre Bermeja en las Peñas de Castro o el Cerro del Zumbel, hasta llegar así al castillo de Jaén. Las ordenanzas del Concejo jiennense de 1464 establecían la presencia de un alcaide, a la vez que destinaban 8.000 maravedíes (incrementados en 1.000 más al año siguiente) para el mantenimiento de la dotación del castillo de Otíñar, en número no inferior a tres hombres, dos de los cuales debían permanecer dentro del recinto, mientras el tercero desarrollaba labores de enlace con la aldea, y de abastecimiento mediante la caza para el resto de la guarnición.

La importancia de la aldea decayó notablemente tras la conquista de Granada en 1492, hecho que hacía inútil la vigilancia del antiguo camino, que fue sustituido por otra nueva ruta que discurría por el río Guadalbullón. Para tratar de recuperar los antiguos espacios fronterizos, la reina Juana I de Castilla otorgó una Real Licencia el 17 de marzo de 1508 que fomentó la fundación de nuevas poblaciones para revitalizaran estas áreas de frontera, como Campillo de Arenas, Los Villares, Valdepeñas de Jaén o la propia Otíñar, si bien en este último caso los esfuerzos por recuperar esta fértil área fueron baldíos. Tras varios intentos frustrados por llevar adelante el programa de repoblamiento, la aldea acabó por abandonarse, trasladándose su población a otros núcleos habitados o a cortijadas dispersas por la zona.

Actualmente solo quedan las ruinas de una cortijada con un pequeño cementerio en la parte inferior.

Santa Cristina

Su fundación data de 1826 según licencia Real otorgada a Jacinto Cañada Rojo, que obtendría el título de primer Barón del entonces constituido Señorío de Otíñar. Hoy abandonada, llegó a contar con unas cincuentas viviendas de colonos organizadas en tres calles y una plaza, casa consistorial, escuela pública y templo parroquial.

El territorio del Señorío abarca un importante conjunto arqueológico con numerosos restos prehistóricos y medievales, presidiéndolo el Castillo de Otíñar, del que recogería el topónimo.

El Castillo de Otíñar

Entrada al castillo de Otíñar

El castillo de Otíñar se encuentra enclavado en una loma que discurre de norte a sur, cuya entrada se realiza por la cara oeste del mismo. Se calcula que fue construido en la segunda mitad del siglo XIII, sobre algún tipo de fortificación árabe anterior. El castillo es de planta cuadrada, con una torre del homenaje por la que se accede al recinto interior, el cual se halla construido en mampostería, con bóvedas en ladrillo, mientras que el recinto exterior o alcazarejo es de sillería.

Referencias

Enlaces externos