Diferencia entre revisiones de «Blindados en la guerra del Chaco»

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=== Historial de combate ===
=== Historial de combate ===
[[Archivo:Vicker Camuflado.jpg|thumb|Un tanque Vickers Type B boliviano camuflado, a la espera.]]
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El Ejército boliviano había tenido algunos instructores alemanes, que formaban parte de las numerosas misiones alemanas que evadían las cláusulas del tratado de Versalles y venían prestando servicios en Bolivia desde fechas tan tempranas como 1911. Algunos de estos, volvieron en 1931 como el May. Wilhelm 'Wim' Brandt y el May. Achim R. von Kries, permaneciendo en el Ejército boliviano y llegando a comandar los tanques bolivianos. Se tienen datos de otros dos extranjeros al mando de estos vehículos, el May. John Kenneth Lockhart (norteamericano) y el Cap. Walter Kohn (austriaco). Ambos fallecieron en la contienda (el primero en la batalla de "Kilómetro 7", y el segundo en "Nanawa"). El resto de las tripulaciones estaba integrada por voluntarios bolivianos y su instrucción duraba 8 semanas. Se prepararon al menos 2 tripulaciones por vehículo. Al menos 2 de los mecánicos de la unidad blindada habrían sido de origen chileno, prestando servicio como voluntarios en el ejército boliviano.
El Ejército boliviano había tenido algunos instructores alemanes, que formaban parte de las numerosas misiones alemanas que evadían las cláusulas del tratado de Versalles y venían prestando servicios en Bolivia desde fechas tan tempranas como 1911. Algunos de estos, volvieron en 1931 como el May. Wilhelm 'Wim' Brandt y el May. Achim R. von Kries, permaneciendo en el Ejército boliviano y llegando a comandar los tanques bolivianos. Se tienen datos de otros dos extranjeros al mando de estos vehículos, el May. John Kenneth Lockhart (norteamericano) y el Cap. Walter Kohn (austriaco). Ambos fallecieron en la contienda (el primero en la batalla de "Kilómetro 7 a Saavedra", y el segundo en "Nanawa"). El resto de las tripulaciones estaba integrada por voluntarios bolivianos y su instrucción duraba 8 semanas. Se prepararon al menos 2 tripulaciones por vehículo. Al menos 2 de los mecánicos de la unidad blindada habrían sido de origen chileno, prestando servicio como voluntarios en el ejército boliviano.


El historial de combate de los blindados en este conflicto es limitado y poco documentado, participando principalmente como parte de unidades de artillería. La unidad blindada entró en combate por primera vez durante el cerco de Boquerón, los dias 15 y 16 de septiembr cuando lo que los paraguayos describieron como un "pequeño tanque boliviano" (tal vez una de las tanquetas Carden-Loyd) al mando en ese momento del entonces Cap. Lockhart, intentó romper el cerco desde Yujra en apoyo al "Destacamento Peñaranda" formado por parte del R.I-4 "Loa" y el R.I-5 "Campero" con apoyo del remanente del R.I-6 "Campos" y una compania del R.I-7"Azurduy" enviados para asistir a la unidad de Marzana que se encontraba sitiada. En esta ocasión, Lockhart fue herido por disparos de fusil al encontrarse operando con las escotillas abiertas debido al calor imperante, por lo que el tanque debió retirarse y no se le volvió a ver en acción en esa batalla.
El historial de combate de los blindados en este conflicto es limitado y poco documentado, participando principalmente como parte de unidades de artillería. La unidad blindada entró en combate por primera vez durante el cerco de Boquerón, cuando lo que los paraguayos describieron como un "pequeño tanque boliviano" (tal vez una de las tanquetas Carden-Loyd) al mando en ese momento del entonces Cap. Lockhart, intentó romper el cerco desde Yujra en apoyo al "Destacamento Peñaranda" para asistir a la unidad de Marzana que se encontraba sitiada. En esta ocasión, Lockhart fue herido por disparos de fusil al encontrarse operando con las escotillas abiertas debido al calor imperante, por lo que el tanque debió retirarse y no se le volvió a ver en acción en esa batalla.


Los blindados entraron nuevamente en accion en la batalla del Km.7 a Saavedra. Dos de los blindados, al mando en esta oportunidad de Kohn y Lockhart, vieron acción el 12 de noviembre cuando arribaron junto con el "Destacamento Z" en apoyo a la unidad del Tte.Cnel. Bilbao Rioja. Debido a averias mecanicas y al calor, ambos tanques dejaron de operar y sus tripulaciones acabaron combatiendo como infanteria, asi perdio la vida el May. Lockhart, acribillado en el pecho por una rafaga de ametralladora, y resulto herido Kohn. No existen detalles del tipo de blindados que actuaron en esta fase de la batalla, debido a que los partes bolivianos y paraguayos hacen referencia a los Mk.E y las Carden-Loyd genéricamente como "tanques Vickers" o simplemente "tanques". Por un tema de logística se asume que se habría tratado de las tanquetas Carden-Loyd, que podían desplazarse al frente a mayor velocidad que los Mk.E. Para el 19 de noviembre, el Mk.E Type A al mando del Tte. José Quiroga se había sumado a la Batería de Artillería "Rivera" en la defensa de la línea boliviana, donde el fuego de sus ametralladoras permitió contener el avance paraguayo. A partir de ahí, los tanques actuaron aisladamente y sin mayor impacto en los acontecimientos.
Los blindados entraron en accion nuevamente en la batalla de Km.7. Dos de los blindados, al mando en esta oportunidad de Kohn y Lockhart, vieron acción el 12 de noviembre cuando arribaron junto con el "Destacamento Z" en apoyo a la unidad del TCnel. Bilbao Rioja. Debido a averias mecanicas y al calor, ambos tanques dejaron de operar y sus tripulaciones acabaron combatiendo como infanteria, asi perdio la vida el May. Lockhart, acribillado en el pecho por una rafaga de ametralladora. No existen detalles del tipo de blindados que actuaron en esta batalla, debido a que los partes bolivianos y paraguayos hacen referencia a los Mk.E y las Carden-Loyd genéricamente como "tanques Vickers" o simplemente "tanques". Por un tema de logística se asume que se habría tratado de las tanquetas Carden-Loyd, que podían desplazarse al frente a mayor velocidad que los Mk.E. Para el 19 de noviembre, el Mk.E Type A al mando del Tte. José Quiroga se había sumado a la Batería de Artillería "Rivera" en la defensa de la línea boliviana, donde el fuego de sus ametralladoras permitió contener el avance paraguayo. A partir de ahí, los tanques actuaron aisladamente y sin mayor impacto en los acontecimientos.


Los tanques intervinieron finalmente como una sola unidad en la batalla de "Nanawa" bajo el mando del May.von Kries, empleados desde el ataque del [[4 de julio]] de [[1933]]. La fuerza bindada operó dividida en dos grupos para un movimiento de tenaza con ordenes de actuar independientemente y de acuerdo a la evolucion del ataque (Orden de Ejercito Nro.21-33 emitida por el Gral. Kundt el 1 de Julio). Uno de los grupos bajo la conduccion de Kohn, fue dotado de dos tanques Mk.E Type B (uno al mando del mismo Kohn y el otro al mando del Sub.Of. Saavedra Acha) y atacaría por el sector izquierdo (noroeste) apoyando el avance de los regimientos R.I-3 "Perez", R.I-7 "Azurduy", R.I-22 "Iruya", R.I-38 "Socabaya", R.I-39 y R.C-7 "Chichas"; y el otro grupo bajo la conduccion de Brandt, fue dotado del Type A restante mas las 2 Carden-Loyd para penetrar por la derecha (sur) apoyando el ataque de los regimientos R.C-1 "Avaroa", R.C-3 "Aroma", R.C-5 "Lanza", R.I-16 "Castrillo", R.I-41 "Colorados", R.I-42 y R.I-43, aunque por problemas mecánicos solo una tanqueta estuvo operativa en cada intento de ataque. Durante el segundo ataque, los blindados estuvieron flanqueados también por soldados armados con los lanzallamas alemanes [[Flammenwerfer M.16.|Flammewerfer M.16 Modelo 1918]] recibidos ese mes, 2 en el ala izquierda del dispositivo de ataque, y 6 en el ala derecha, como compensación a la falta de poder artillero del grupo de Brandt. Sin embargo, muy pronto los vehículos quedaron aislados de la infantería y tuvieron que retirarse, mientras que los soldados con lanzallamas eran capturados o muertos por los defensores paraguayos.
Los tanques intervinieron finalmente como una sola unidad en la batalla del [[4 de julio]] de [[1933]] en "Nanawa" bajo el mando de von Kries. La fuerza bindada operó dividida en dos grupos para un movimiento de tenaza con ordenes de actuar independientemente y de acuerdo a la evolucion del ataque (Orden de Ejercito Nro.21-33 emitida por el Gral. Kundt el 1 de Julio). Uno de los grupos bajo la conduccion de Kohn, fue dotado de dos tanques Mk.E Type B (uno al mando del mismo Kohn y el otro al mando del Sub.Of. Saavedra Acha) y atacaría por el sector izquierdo (noroeste) apoyando el avance de los regimientos R.I-3 "Perez", R.I-7 "Azurduy", R.I-22 "Iruya", R.I-38 "Socabaya", R.I-39 y R.C-7 "Chichas"; y el otro grupo bajo la conduccion de Brandt, fue dotado del Type A restante mas las 2 Carden-Loyd para penetrar por la derecha (sur) apoyando el ataque de los regimientos R.C-1 "Avaroa", R.C-3 "Aroma", R.C-5 "Lanza", R.I-16 "Castrillo", R.I-41 "Colorados", R.I-42 y R.I-43, aunque por problemas mecánicos solo una tanqueta estuvo operativa en cada intento de ataque. Durante el segundo ataque, los blindados estuvieron flanqueados también por soldados armados con los lanzallamas alemanes [[Flammenwerfer M.16.|Flammewerfer M.16 Modelo 1918]] recibidos ese mes, 2 en el ala izquierda del dispositivo de ataque, y 6 en el ala derecha, como compensación a la falta de poder artillero en ese grupo. Sin embargo, muy pronto los vehículos quedaron aislados de la infantería y tuvieron que retirarse, mientras que los soldados con lanzallamas eran capturados o muertos por los defensores paraguayos.


En el ataque iniciado por el norte, el tanque al mando de Kohn fue inmovilizado por un impacto artillero cerca a Punta Mojoli cuando se abalanzaba sobre las posiciones paraguayas disparando sin cesar su pieza de 47 mm. Se ha asegurado reiteradas veces que lo impactó un proyectil de 75 mm de un cañón Schneider o Krupp que penetró bajo la torreta, pero por la ubicación de estas piezas en el campo de batalla y los resultados que obtendría la artillería boliviana de 75 mm sobre este mismo tanque en los días subsiguientes, otras fuentes aseguran que se trató más bien del impacto de una granada de mortero Stokes-Brandt de 81 mm que penetró por la escotilla de la torreta matando al artillero y al comandante, hiriendo severamente al conductor y averiando el vehículo que quedo inmovil en el campo. El tanque se desplazaba con las escotillas completamente abiertas en parte debido al calor reinante, y en parte a que Kohn solia dirigir el vehículo observando cuidadosamente el terreno circundante para evitar obstáculos y posibles trampas. La infantería boliviana del R.I-7 con apoyo de zapadores y la segunda tripulación del vehículo intentaron en repetidas ocasiones recuperar el tanque, pero cuando esto se hizo imposible, la artillería intentó destruirlo, fracasando pese a lograr impactos directos sobre el chasís del mismo con un cañon de acompañamiento Vickers Mk.EE de 65 mm situado a 200 m del tanque en los emplazamientos de infanteria de la punta de los 4 degollados, un par de piezas Schneider MPC2 de 75 mm del R.I-7 situadas hacia el oeste y una bateria de obuses Mk.KK de 75 mm del "G.A-Peñaranda" situada algo mas atras. El tanque fue finalmente destruido 4 días después, mediante una potente carga explosiva colocada debajo del mismo. Aún se discute si lo hicieron los paraguayos mediante una potente mina AGM de fabricacion nacional accionada por friccion desde las trincheras paraguayas, para impedir la recuperación del tanque ante el avance de los zapadores bolivianos que venían cavando una zanja perpendicular a la trinchera paraguaya en direccion hacia el tanque; o por los mismos zapadores bolivianos para impedir la captura del blindado, debido a su proximidad a las líneas paraguayas (menos de 60 metros).
El tanque al mando de Kohn fue inmovilizado por un impacto artillero cerca a Punta Mojoli cuando se abalanzaba sobre las posiciones paraguayas disparando sin cesar su pieza de 47 mm. Se ha asegurado reiteradas veces que lo impactó un proyectil de 75 mm de un cañón Schneider o Krupp que penetró bajo la torreta, pero por la ubicación de estas piezas en el campo de batalla y los resultados que obtendría la artillería boliviana de 75 mm sobre este mismo tanque en los días subsiguientes, otras fuentes aseguran que se trató más bien del impacto de una granada de mortero Stokes-Brandt de 81 mm que penetró por la escotilla de la torreta matando al artillero y al comandante, hiriendo severamente al conductor y averiando el vehículo que quedo inmovil en el campo. El tanque se desplazaba con las escotillas completamente abiertas en parte debido al calor reinante, y en parte a que Kohn solia dirigir el vehículo observando cuidadosamente el terreno circundante para evitar obstáculos y posibles trampas. La infantería boliviana del R.I-7 con apoyo de zapadores y la segunda tripulación del vehículo intentaron en repetidas ocasiones recuperar el tanque, pero cuando esto se hizo imposible, la artillería intentó destruirlo, fracasando pese a lograr impactos directos sobre el chasís del mismo con un cañon Vickers Mk.EE de 65 mm situado a 200 m del tanque en los emplazamientos de la punta de los 4 degollados, un par de piezas Schneider MPC2 de 75 mm del R.I-7 situadas hacia el oeste y una bateria de obuses Mk.KK de 75 mm del "Grupo de Artilleria Peñaranda" situada algo mas atras. El tanque fue finalmente destruido 4 días después, mediante una potente carga explosiva colocada debajo del mismo. Aún se discute si los hicieron los paraguayos para impedir la recuperación del tanque mediante una potente mina AGM de fabricacion nacional accionada por friccion desde las trincheras paraguayas, ante el avance de los zapadores bolivianos que venían cavando una zanja perpendicular a la trinchera paraguaya en direccion hacia el tanque; o por los mismos zapadores bolivianos para impedir la captura del blindado, debido a su proximidad a las líneas paraguayas (menos de 60 metros).


En el pasado, los zapadores bolivianos habían logrado recuperar exitosamente los tanques averiados, que luego de ser reparados volvían al frente donde eran una pesadilla para las fuerzas paraguayas que se veían impotentes antes ellos, aun a pesar de estar equipadas con municion perforante antiblindaje para sus ametralladoras pesadas, municion que solo resultaba efectiva contra las tanquetas Carden-Loyd debido a su debil blindaje. Al menos uno de los tanques Type B del grupo Kohn, la unidad comandada por el Sub.Of. Saavedra Acha, logró ingresar al reducto de Nanawa, viéndose forzada a retroceder cuando la infantería de apoyo del R.I-3 no logró acompañar su ingreso al fortín y el tanque se vio en serio peligro de ser rodeado e inmovilizado. El Mk.E del grupo Brandt debió retirarse por averías mecánicas, al igual que ambas tanquetas de su grupo.
En el pasado, los zapadores bolivianos habían logrado recuperar exitosamente los tanques averiados, que luego de ser reparados volvían al frente donde eran una pesadilla para las fuerzas paraguayas que se veían impotentes antes ellos, aun a pesar de estar equipadas con municion perforante antiblindaje para sus ametralladoras pesadas, municion que solo resultaba efectiva contra las tanquetas Carden-Loyd debido a su debil blindaje. Al menos uno de los tanques Type B del grupo Kohn, comandado en esa ocasión por el Sub.Of. Saavedra Acha, logró ingresar al reducto de Nanawa, viéndose forzado a retroceder cuando la infantería de apoyo del R.I-3 no logró acompañar su ingreso al fortín y el tanque se vio en serio peligro de ser rodeado e inmovilizado. El Mk.E del grupo Brandt debió retirarse por averías mecánicas, al igual que las tanquetas de su grupo.


El Type B se especializó en hacer estallar los nidos de ametralladoras y los fortines de quebracho paraguayos con su cañón de 47 mm, mientras el Type A se especializaba en barrer las trincheras con el fuego de sus ametralladoras, siendo prácticamente invulnerables al fuego de los defensores cuando operaban con las escotillas cerradas. Por lo cual, los paraguayos decidieron formar unidades especializadas para dar caza a los tanques bolivianos, pese a no contar con armamento especificamente diseñado para tareas antitanque. Así fue como el R.C.7 "San Martin", especificamente asignado a la misión, logró capturar el 10 de diciembre (un día antes de la rendición de "Campo Vía") los dos tanques Mk.E que sobrevivieron a la batalla de Nanawa al bloquearles el paso talando árboles de quebracho por delante y por detrás de su ruta de avance. Ambos tanuqes se desplazaban desde Saavedra como fuerza de penetracion para una que luego penetrara una columna de camiones enviada como parte del esfuerzo del Cnel.Enrique Peñaranda por romper el cerco en asistencia a las tropas de la 4a y 9a División que se replegaban desde Alihuatá. Las tripulaciones de ambos blindados resistieron por un tiempo la aproximacion de los atacantes haciendo uso de sus ametralladoras, pero el calor imperante y la falta de apoyo de infantería hizo que después de unas pocas horas, ambas tripulaciones al mando de extranjeros se rindieran exhaustas, encontrandose uno de los comndantes heridos en circunstancias inexplicables. Supuestamente, ambos blindaods estaban bajo el mando de los Mayores von Kries y Brandt, sin embargo fuentes confiables permiten dudar de esta informacion, ya que el May. Brandt apareció el 3 de diciembre en la segunda batalla de Alihuatá comandando una unidad de infanteria de 300 reclutas enviada desde Puesto Sosa por Kundt para tratar de impedir el cerco, y que tuvo que retirarse; despues en mayo de 1934 durante la batalla de "Cañada Strongest" como comandante del R.I-20 "Cochabamba" que participo en la captura de las unidades paraguayas; y en septiembre de ese mismo año en Algodonal como comandante del destacamento asentado en dicho fortín y conformado por un batallón del R.I-18 "Ismael Montes", dos escuadrones del R.C-6 "Castrillo", reforzado con los fugitivos de Picuiba, evitando ser capturado en la batalla al encontrarse ausente del fortín camino a Carandayti por alimentos y municiones al momento del asalto paraguayo. Así, la identidad de ambos comandantes capturados es aun una incognita.
El Type B se especializó en hacer estallar los nidos de ametralladoras y los fortines de quebracho paraguayos con su cañón de 47 mm, mientras el Type A se especializaba en barrer las trincheras con el fuego de sus ametralladoras, siendo prácticamente invulnerables al fuego de los defensores cuando operaban con las escotillas cerradas. Por lo cual, los paraguayos decidieron formar unidades especializadas para dar caza a los tanques bolivianos. Así fue como El R.C.7 "San Martin", especificamente asignado a la misión, logró capturar el 10 de diciembre (un día antes de la rendición de "Campo Vía") los dos tanques Mk.E que sobrevivieron a la batalla de Nanawa al bloquearles el paso talando árboles de quebracho por delante y por detrás de su ruta de avance. Ambos tanuqes se desplazaban desde Saavedra como fuerza de penetracion para una columna de camiones enviada como parte del esfuerzo del Cnel.Enrique Peñaranda por romper el cerco en asistencia a las tropas de la 4a y 9a División que se replegaban desde Alihuatá, y que se encontraba mas retrasada. Las tripulaciones resistieron por un tiempo la aproximacion de los atacantes haciendo uso de sus ametralladoras, pero el calor imperante y la falta de apoyo de infantería hizo que después de unas pocas horas, ambas tripulaciones al mando de extranjeros se rindieran exhaustas; supuestamente se trataba de los Mayores von Kries y Brandt, sin embargo fuentes confiables permiten dudar de esta informacion, ya que el May. Brandt reapareció primero en la segunda batalla de Alihuatá comandando una unidad de infanteria de 300 reclutas enviada desde Puesto Sosa el 3 de diciembre por Kundt para tratar de impedir el cerco, y que tuvo que retirarse, en mayo de 1934 en la batalla de "Cañada Strongest" como comandante del R.I-20 "Cochabamba", y en septiembre de ese mismo año en Algodonal como comandante del destacamento asentado en dicho fortín y conformado por un batallón del R.I-18 "Ismael Montes", dos escuadrones del R.C-6 "Castrillo", reforzado con los fugitivos de Picuiba, evitando ser capturado en la batalla al encontrarse ausente del fortín camino a Carandayti por alimentos y equipos al momento del asalto paraguayo. Así, la identidad de ambos comandantes capturados es aun una incognita.


La movilidad de los tanques en el Chaco era muy complicada debido al terreno (suelto y poco compacto en la estación seca, húmedo y fangoso en la temporada de lluvias), lo que se complicaba con la estrechez de las orugas de los vehiculos que los hacia poco aptos para estos suelos, al clima extremadamente cálido, y la falta de combustible. La de por si ya escasa gasolina era entregada con prioridad a los camiones que transportaban suministros, agua, pertrechos, tropas y heridos entre el frente y Villamontes. Como consecuencia del calor del verano (40°C a la sombra y más de 60°C dentro del vehículo), los tanques solían desplazarse casi permanentemente con todas las escotillas abiertas, exponiendo a la tripulación al fuego incluso de armas ligeras como pistolas, fusiles y ametralladoras ligeras. Por estas circunstancias climaticas también se producía el encasquillamiento de las ametralladoras Vickers de las que estaban dotados, debido a que el calor de la ignicion d ela polvora y el calor ambiental hacian que los cartuchos se dilataran y no fueran expulsados de la recámara, se dieron casos en los que inclusive explotaron las reservas de municion debido al calor. Además, era imposible tocar las partes metálicas de las armas para destrabarlas sin usar guantes, pues las superficies recalentadas quemaban la piel.
La movilidad de los tanques en el Chaco era muy complicada debido al terreno (suelto y poco compacto en la estación seca, húmedo y fangoso en la temporada de lluvias), lo que se complicaba con la estrechez de las orugas de los vehiculos que los hacia poco aptos para estos suelos, al clima extremadamente cálido, y la falta de combustible. La de por si ya escasa gasolina era entregada con prioridad a los camiones que transportaban suministros, agua, pertrechos, tropas y heridos entre el frente y Villamontes. Como consecuencia del calor del verano (40°C a la sombra y hasta más de 60°C dentro del vehículo), los tanques solían desplazarse casi permanentemente con todas las escotillas abiertas, exponiendo a la tripulación al fuego incluso de armas ligeras como pistolas, fusiles y ametralladoras ligeras. Por estas circunstancias también se producía el encasquillamiento de las ametralladoras Vickers de las que estaban dotados, debido a que los cartuchos se dilataban y no eran expulsados de la recámara. Además, era imposible tocar las partes metálicas de las armas para destrabarlas sin usar guantes, pues quemaban.


[[Archivo:3.7inchHowitzerTowedByCarden-LoydMortarCarrier1929.jpg|300px|thumb|Una tanqueta Carden-Loyd.]]
[[Archivo:3.7inchHowitzerTowedByCarden-LoydMortarCarrier1929.jpg|300px|thumb|Una tanqueta Carden-Loyd.]]

Revisión del 16:03 3 mar 2010

La Guerra del Chaco fue el primer conflico militar en América del Sur en donde se usaron tanques. Estos fueron usados únicamente por Bolivia, gracias a que poseía una economía estable debido principalmente a las minas de estaño.

Los primeros Vickers bolivianos

Archivo:Ataque Boliviano con un Vicker.jpg
Un tanque Vickers Type A boliviano.

Ante la inminencia de un conflicto armado con el Paraguay, Bolivia firmó en 1926 un "monstruoso" contrato (para la época) con Vickers Armstrong de 3 millones de libras esterlinas adquiridas como emprestito de Dillon&Read, que había incluido inicialmente a insistencia del Gral Kundt una docena de tanques, además de mucho más equipamiento militar, como radios, cascos, ametralladoras, cañones, aviones, fusiles y camiones. Aunque este acuerdo se redujo posteriormente a menos de 1,25 millones de libras esterlinas debido a la crisis de 1929, se habla incluso de que la reducción llego hasta tan solo 700 mil, todavía incluyó una pequeña cantidad de tanques y tanquetas, aparte claro de fusiles, ametralladoras, artillería y aviones.

Los tanques ligeros de Vickers eran máquinas militares bien fabricadas, pero mientras que su chasis era de un diseño excelente, el diseño de la superestructura y de la torreta era algo tosco. Eso llevó a que algunos países se centraran en mejorar esas partes. Todos estos ejemplares tenían un sistema llamado suspensión Vickers que fue copiado por muchos países.

Había un gran número de variantes de los Vickers ligeros, pero los utilizados por los bolivianos fueron únicamente los Type A y Type B, que difieren solamente en el tipo de torretas que montaron (Bolivia recibió 2 Type B y un Type A, aunque existen rumores de un segundo Type A, que nunca llego al Chaco):

El Type A tenía torretas cilíndricas gemelas y estaba armado con ametralladoras pesadas Vickers de calibre 7,65 x 54 (llamado también 7,65 Mauser) refrigeradas por agua. Las torretas estaban montadas una al lado de otra, cada una cubriendo 120° a cada lado del eje longitudinal del tanque. Estaba tripulado por 4 personas: 2 ametralladoristas (uno en cada torreta), el comandante y el conductor/mecánico (ambos en el chasís del vehículo).

El Type B poseía una única torreta troncónica y estaba armado con un cañón corto de baja velocidad QFSA de calibre 47 mm y una ametralladora coaxial Vickers de calibre 7,65 Mauser refrigerada por agua, aparentemente una variante de la Vickers LMG que tenía su cañón embutido en una pesada protección metálica. La torreta era de diseño troncónico tosco con una sección horizontal circular y una sección vertical trapezoidal. Esta torreta contenía a dos miembros de la tripulación, el comandante y un artillero, que también oficiaba de cargador. El conductor/mecanico ocupaba la porción frontal derecha del chasis principal del vehículo

Además se recibieron 2 tanquetas Carden-Loyd Mk.IVb armadas con una ametralladora pesada Vickers de calibre 7,65 Mauser. Estos vehículos no habían sido diseñados originalmente como carros de asalto, pero si como plataformas móviles para desplazar las ametralladoras al campo de batalla; mejoras posteriores en el diseño de los montantes de las piezas les permitirían actuar como plataformas móviles de tiro, pero su blindaje era escaso y brindaban poca protección a la tripulación, mientras que su área de fuego estaba muy limitada por estar la ametralladora prácticamente fija apuntando hacia el frente del vehículo. Con esto, Bolivia pasó a estar entre los primeros países sudamericanos en poseer tanques y de hecho usarlos en combate.

Estos vehículos fueron los primeros blindados usados por Bolivia. También se suele hablar de la presencia de tanques Renault FT-17 en Bolivia, y que habrían también tomado parte en la Guerra del Chaco; pero esto aún sigue siendo discutido y no se ha comprobado. Se supone que al menos una unidad de demostración habría arribado a La Paz para 1931, pero que nunca fue desplazada al Chaco, es mas, ni siquiera habria sido adquirida. Hacia el final del conflicto, Bolivia adquirió también catorce tanquetas Fiat CV-33(L3/33) "Ansaldo" en Italia, cuyo diseño también estaba basado en el de la tanqueta Carden-Loyd. Se rumorea que las primeras unidades habrían arribado a Bolivia y al Chaco a tiempo para participar en la defensa de Villamontes.

Los Vickers Mk.E disponían originalmente de un equipo de radio de dos canales, pero debido al calor y humedad extremos del Chaco, estos quedaron rápidamente inutilizados y no prestaron ninguna utilidad.

Historial de combate

Archivo:Vicker Camuflado.jpg
Un tanque Vickers Type B boliviano camuflado, a la espera.

El Ejército boliviano había tenido algunos instructores alemanes, que formaban parte de las numerosas misiones alemanas que evadían las cláusulas del tratado de Versalles y venían prestando servicios en Bolivia desde fechas tan tempranas como 1911. Algunos de estos, volvieron en 1931 como el May. Wilhelm 'Wim' Brandt y el May. Achim R. von Kries, permaneciendo en el Ejército boliviano y llegando a comandar los tanques bolivianos. Se tienen datos de otros dos extranjeros al mando de estos vehículos, el May. John Kenneth Lockhart (norteamericano) y el Cap. Walter Kohn (austriaco). Ambos fallecieron en la contienda (el primero en la batalla de "Kilómetro 7 a Saavedra", y el segundo en "Nanawa"). El resto de las tripulaciones estaba integrada por voluntarios bolivianos y su instrucción duraba 8 semanas. Se prepararon al menos 2 tripulaciones por vehículo. Al menos 2 de los mecánicos de la unidad blindada habrían sido de origen chileno, prestando servicio como voluntarios en el ejército boliviano.

El historial de combate de los blindados en este conflicto es limitado y poco documentado, participando principalmente como parte de unidades de artillería. La unidad blindada entró en combate por primera vez durante el cerco de Boquerón, cuando lo que los paraguayos describieron como un "pequeño tanque boliviano" (tal vez una de las tanquetas Carden-Loyd) al mando en ese momento del entonces Cap. Lockhart, intentó romper el cerco desde Yujra en apoyo al "Destacamento Peñaranda" para asistir a la unidad de Marzana que se encontraba sitiada. En esta ocasión, Lockhart fue herido por disparos de fusil al encontrarse operando con las escotillas abiertas debido al calor imperante, por lo que el tanque debió retirarse y no se le volvió a ver en acción en esa batalla.

Los blindados entraron en accion nuevamente en la batalla de Km.7. Dos de los blindados, al mando en esta oportunidad de Kohn y Lockhart, vieron acción el 12 de noviembre cuando arribaron junto con el "Destacamento Z" en apoyo a la unidad del TCnel. Bilbao Rioja. Debido a averias mecanicas y al calor, ambos tanques dejaron de operar y sus tripulaciones acabaron combatiendo como infanteria, asi perdio la vida el May. Lockhart, acribillado en el pecho por una rafaga de ametralladora. No existen detalles del tipo de blindados que actuaron en esta batalla, debido a que los partes bolivianos y paraguayos hacen referencia a los Mk.E y las Carden-Loyd genéricamente como "tanques Vickers" o simplemente "tanques". Por un tema de logística se asume que se habría tratado de las tanquetas Carden-Loyd, que podían desplazarse al frente a mayor velocidad que los Mk.E. Para el 19 de noviembre, el Mk.E Type A al mando del Tte. José Quiroga se había sumado a la Batería de Artillería "Rivera" en la defensa de la línea boliviana, donde el fuego de sus ametralladoras permitió contener el avance paraguayo. A partir de ahí, los tanques actuaron aisladamente y sin mayor impacto en los acontecimientos.

Los tanques intervinieron finalmente como una sola unidad en la batalla del 4 de julio de 1933 en "Nanawa" bajo el mando de von Kries. La fuerza bindada operó dividida en dos grupos para un movimiento de tenaza con ordenes de actuar independientemente y de acuerdo a la evolucion del ataque (Orden de Ejercito Nro.21-33 emitida por el Gral. Kundt el 1 de Julio). Uno de los grupos bajo la conduccion de Kohn, fue dotado de dos tanques Mk.E Type B (uno al mando del mismo Kohn y el otro al mando del Sub.Of. Saavedra Acha) y atacaría por el sector izquierdo (noroeste) apoyando el avance de los regimientos R.I-3 "Perez", R.I-7 "Azurduy", R.I-22 "Iruya", R.I-38 "Socabaya", R.I-39 y R.C-7 "Chichas"; y el otro grupo bajo la conduccion de Brandt, fue dotado del Type A restante mas las 2 Carden-Loyd para penetrar por la derecha (sur) apoyando el ataque de los regimientos R.C-1 "Avaroa", R.C-3 "Aroma", R.C-5 "Lanza", R.I-16 "Castrillo", R.I-41 "Colorados", R.I-42 y R.I-43, aunque por problemas mecánicos solo una tanqueta estuvo operativa en cada intento de ataque. Durante el segundo ataque, los blindados estuvieron flanqueados también por soldados armados con los lanzallamas alemanes Flammewerfer M.16 Modelo 1918 recibidos ese mes, 2 en el ala izquierda del dispositivo de ataque, y 6 en el ala derecha, como compensación a la falta de poder artillero en ese grupo. Sin embargo, muy pronto los vehículos quedaron aislados de la infantería y tuvieron que retirarse, mientras que los soldados con lanzallamas eran capturados o muertos por los defensores paraguayos.

El tanque al mando de Kohn fue inmovilizado por un impacto artillero cerca a Punta Mojoli cuando se abalanzaba sobre las posiciones paraguayas disparando sin cesar su pieza de 47 mm. Se ha asegurado reiteradas veces que lo impactó un proyectil de 75 mm de un cañón Schneider o Krupp que penetró bajo la torreta, pero por la ubicación de estas piezas en el campo de batalla y los resultados que obtendría la artillería boliviana de 75 mm sobre este mismo tanque en los días subsiguientes, otras fuentes aseguran que se trató más bien del impacto de una granada de mortero Stokes-Brandt de 81 mm que penetró por la escotilla de la torreta matando al artillero y al comandante, hiriendo severamente al conductor y averiando el vehículo que quedo inmovil en el campo. El tanque se desplazaba con las escotillas completamente abiertas en parte debido al calor reinante, y en parte a que Kohn solia dirigir el vehículo observando cuidadosamente el terreno circundante para evitar obstáculos y posibles trampas. La infantería boliviana del R.I-7 con apoyo de zapadores y la segunda tripulación del vehículo intentaron en repetidas ocasiones recuperar el tanque, pero cuando esto se hizo imposible, la artillería intentó destruirlo, fracasando pese a lograr impactos directos sobre el chasís del mismo con un cañon Vickers Mk.EE de 65 mm situado a 200 m del tanque en los emplazamientos de la punta de los 4 degollados, un par de piezas Schneider MPC2 de 75 mm del R.I-7 situadas hacia el oeste y una bateria de obuses Mk.KK de 75 mm del "Grupo de Artilleria Peñaranda" situada algo mas atras. El tanque fue finalmente destruido 4 días después, mediante una potente carga explosiva colocada debajo del mismo. Aún se discute si los hicieron los paraguayos para impedir la recuperación del tanque mediante una potente mina AGM de fabricacion nacional accionada por friccion desde las trincheras paraguayas, ante el avance de los zapadores bolivianos que venían cavando una zanja perpendicular a la trinchera paraguaya en direccion hacia el tanque; o por los mismos zapadores bolivianos para impedir la captura del blindado, debido a su proximidad a las líneas paraguayas (menos de 60 metros).

En el pasado, los zapadores bolivianos habían logrado recuperar exitosamente los tanques averiados, que luego de ser reparados volvían al frente donde eran una pesadilla para las fuerzas paraguayas que se veían impotentes antes ellos, aun a pesar de estar equipadas con municion perforante antiblindaje para sus ametralladoras pesadas, municion que solo resultaba efectiva contra las tanquetas Carden-Loyd debido a su debil blindaje. Al menos uno de los tanques Type B del grupo Kohn, comandado en esa ocasión por el Sub.Of. Saavedra Acha, logró ingresar al reducto de Nanawa, viéndose forzado a retroceder cuando la infantería de apoyo del R.I-3 no logró acompañar su ingreso al fortín y el tanque se vio en serio peligro de ser rodeado e inmovilizado. El Mk.E del grupo Brandt debió retirarse por averías mecánicas, al igual que las tanquetas de su grupo.

El Type B se especializó en hacer estallar los nidos de ametralladoras y los fortines de quebracho paraguayos con su cañón de 47 mm, mientras el Type A se especializaba en barrer las trincheras con el fuego de sus ametralladoras, siendo prácticamente invulnerables al fuego de los defensores cuando operaban con las escotillas cerradas. Por lo cual, los paraguayos decidieron formar unidades especializadas para dar caza a los tanques bolivianos. Así fue como El R.C.7 "San Martin", especificamente asignado a la misión, logró capturar el 10 de diciembre (un día antes de la rendición de "Campo Vía") los dos tanques Mk.E que sobrevivieron a la batalla de Nanawa al bloquearles el paso talando árboles de quebracho por delante y por detrás de su ruta de avance. Ambos tanuqes se desplazaban desde Saavedra como fuerza de penetracion para una columna de camiones enviada como parte del esfuerzo del Cnel.Enrique Peñaranda por romper el cerco en asistencia a las tropas de la 4a y 9a División que se replegaban desde Alihuatá, y que se encontraba mas retrasada. Las tripulaciones resistieron por un tiempo la aproximacion de los atacantes haciendo uso de sus ametralladoras, pero el calor imperante y la falta de apoyo de infantería hizo que después de unas pocas horas, ambas tripulaciones al mando de extranjeros se rindieran exhaustas; supuestamente se trataba de los Mayores von Kries y Brandt, sin embargo fuentes confiables permiten dudar de esta informacion, ya que el May. Brandt reapareció primero en la segunda batalla de Alihuatá comandando una unidad de infanteria de 300 reclutas enviada desde Puesto Sosa el 3 de diciembre por Kundt para tratar de impedir el cerco, y que tuvo que retirarse, en mayo de 1934 en la batalla de "Cañada Strongest" como comandante del R.I-20 "Cochabamba", y en septiembre de ese mismo año en Algodonal como comandante del destacamento asentado en dicho fortín y conformado por un batallón del R.I-18 "Ismael Montes", dos escuadrones del R.C-6 "Castrillo", reforzado con los fugitivos de Picuiba, evitando ser capturado en la batalla al encontrarse ausente del fortín camino a Carandayti por alimentos y equipos al momento del asalto paraguayo. Así, la identidad de ambos comandantes capturados es aun una incognita.

La movilidad de los tanques en el Chaco era muy complicada debido al terreno (suelto y poco compacto en la estación seca, húmedo y fangoso en la temporada de lluvias), lo que se complicaba con la estrechez de las orugas de los vehiculos que los hacia poco aptos para estos suelos, al clima extremadamente cálido, y la falta de combustible. La de por si ya escasa gasolina era entregada con prioridad a los camiones que transportaban suministros, agua, pertrechos, tropas y heridos entre el frente y Villamontes. Como consecuencia del calor del verano (40°C a la sombra y hasta más de 60°C dentro del vehículo), los tanques solían desplazarse casi permanentemente con todas las escotillas abiertas, exponiendo a la tripulación al fuego incluso de armas ligeras como pistolas, fusiles y ametralladoras ligeras. Por estas circunstancias también se producía el encasquillamiento de las ametralladoras Vickers de las que estaban dotados, debido a que los cartuchos se dilataban y no eran expulsados de la recámara. Además, era imposible tocar las partes metálicas de las armas para destrabarlas sin usar guantes, pues quemaban.

Una tanqueta Carden-Loyd.

Destino de los Vickers

La cantidad total de tanques Vickers Mk.E en servicio de Bolivia se discute entre 3 y 6 unidades. El proyecto inicial consideraba la compra de un total de 12 Mk.E, pero los recortes presupuestarios resultantes de la crísis de 1929 redujeron sustancialmente esta cantidad. Se tienen datos precisos de la presencia y actuación en el Chaco de 3 tanques Vickers Mk.E (1 Type A con número de serie VAE532, 2 Type B con números de serie VAE446 y VAE447) y 2 tanquetas Carden-Loyd Mk.IVb, presentes todos en la campaña de Nanawa. Se habla también del arribo a Bolivia de un segundo Type A y un par de semitractores de artillería Vickers basados en el chasis del Mk.E, que nunca se habrían enviado al Chaco, pero no se conservan registros de esto.

El destino de los tanques se ha discutido extensamente. Sin embargo es seguro que un Type B fue inmovilizado por la artillería paraguaya y luego fue destruido con explosivos durante la seguna batalla de Nanawa, mientras los 2 tanques restantes fueron capturados por el R.C.7 del Paraguay en el cerco de Campo Vía. Del destino de las tanquetas Carden-Loyd no se tienen datos tras la Segunda Batalla de Nanawa. Existe la certeza de que ambas participaron en la ofensiva y al menos una se atascó en una trinchera paraguaya. Por la falta de registros posteriores de su presencia y uso, se cree que ambas se perdieron en esta ocasión. Una habría sido seriamente dañada por el fuego de ametralladoras pesadas paraguayas (Maxim o Colt) de calibre 7,65 mm alimentadas con munición antiblindaje, mientras la otra habría sido incendiada y destruida por su propia tripulación para evitar su captura tras haberse atascado al tratar de sobrepasar una trinchera paraguaya, pero no se sabe con certeza su destino final debido a que no existe un informe verificable de su último destino, o un expediente de servicio. Rumores, especialmente de origen paraguayo, hablan de su recuperación y posterior uso por parte de Bolivia en la defensa de Villamontes. Pero esto no ha sido verificado, puesto que otras fuentes señalan que para esa fecha habrían arribado a Bolivia los primeros ejemplares de la Fiat Ansaldo CV-33 (L3/33), que tenian un diseño similar.

Algunas de las armas bolivianas capturadas por el Ejército Paraguayo junto con un lote de fusiles Mauser Oviedo Mod. 1927 (los famosos 'Mataparaguayos') fueron vendidas por el gobierno del Cnel. Rafael Franco al bando Republicano durante la Guerra Civil Española, entre ellos el tanque Vickers Mk.E Type B con número de serie VAE446, dotado con una ametralladora de 7,65 mm y un cañón semiautomático de 47 mm. Esto se hizo bajo mediacion del traficante de armas suizo Thorvald Elrich, y si bien está confirmado su arribo a España (según la lista Howson, el tanque arribó el 30 de septiembre de 1937 a bordo del Ploubazla), no se han encontrado informes sobre su empleo en combate, aunque bien podria haber sido sometido a una remodelacion completa para homologarlo con los tanques T-26 rusos de los que disponia la republica, y cuyo diseño estaba integramente basado en el Mk.E. El otro tanque capturado, el Type A con número de serie VAE532 bautizado "Ina" por los paraguayos, tras ser usado por algunos años, acabó como monumento y fue devuelto a Bolivia en 1994. También se devolvió la torreta del Type B de Kohn, destruido en Nanawa. Ambos están ahora expuestos en el Museo Militar de Bolivia.

Experiencia boliviana y tácticas

El uso de los blindados en el Chaco fue deficiente, debido a su escaso número, por no existir una doctrina de uso de los mismos, y en parte por las limitaciones imperantes debidas al clima, geografía y la logística del Ejército Boliviano. Como pasó en Europa en la Primera Guerra Mundial y durante el período de entreguerras, muchos oficiales bolivianos no estaban seguros de la potencialidad de los tanques, ya que era un vehículo novedoso, que había sido adquirido a insistencia exclusiva del Gral.Kundt. Para que esta situación se revirtiera, tuvo que pasar un tiempo en el cual los bolivianos adquirieron alguna experiencia en su uso. Aun así, ya era muy tarde para que tuvieran un papel decisivo

Los tanques eran empleados principalmente como parte de las unidades de artillería, casi como cañones autopropulsados de apoyo, y nunca se entrenó a la infantería para operar en conjunto con estos y colaborar con las unidades blindadas. Ejemplo de esto fueron las 2 unidades capturadas en Campo Vía, que se desplazaban por un área aislada sin infantería de apoyo y protección, y el Tanque al mando del S.Of. Saavedra Acha que penetró exitosamente en el reducto de Nanawa y debió retirarse por falta de apoyo de la infantería.

Véase también

Bibliografía