Alejandro I de Epiro

Alejandro I de Epiro o El moloso (Epiro, 362 a. C. - Italia, 331 a. C.), Rey de Molosia. Tío del legendario conquistador Alejandro Magno, nació en Epiro en el año 362 a. C. Su padre fue el Rey Neoptólemo I de Epiro. Alejandro de Epiro tenía dos hermanas mayores: Troa y Olimpia, esposa del rey macedonio Filipo II y madre de Alejandro Magno. Durante el año 336 a. C, Filipo de Macedonia realiza una alianza entregando a su hija Cleopatra en matrimonio a su cuñado Alejandro de Epiro a fin de asegurar el reino de Macedonia.

Primeros Años

El príncipe Alejandro de Epiro, conocido como "El Moloso" nació en la región de Epiro, Grecia. Fue el tercer y único hijo varón del rey Neoptólemo I de Epiro. El nombre de su madre es desconocido pero se dice que ella murió al nacer el príncipe. Sus hermanas fueron Troa y Olimpia, la madre del famoso monarca Alejandro Magno. Cuando contaba con dos años de edad murió su padre y se hizo cargo del reino su tío Arribas, quien contrajo matrimonio con Troa, su hermana mayor. De ese modo aquél se convierte en tutor del joven Alejandro.

El Rey Filipo de Macedonia, quién se casó con su otra hermana Olimpia, decide llevar al pequeño, cuando este tiene siete años, a que se eduque en Pella a fin de convertirlo en Rey y aliado del mismo. Alejandro se cría en la corte con sus sobrinos: Alejandro y Cleopatra, y otros chicos, hijos de nobles, que recibían también la misma educación.

Alejandro mantiene buenas relaciones con su hermana, cuñado y sobrinos: con el futuro Alejandro Magno establece una amistad profunda y un gran compañerismo. Ambos comparten el sueño de llevar a cabo la promesa de conquistar muchos territorios, el epirota por el oeste y el macedonio por el este.

Ascenso al trono de Epiro

Al cumplir los 20 años, su cuñado el Rey Filipo de Macedonia destituye al Rey Arribas de Epiro y establece al trono a Alejandro de Epiro entre 350 a. C. y 331 a. C. Su reinado fue calmo. No hay datos precisos al respecto de su personalidad, pero la escritora inglesa Mary Renault, afirma que el rey Moloso era inteligente, mesurado, tranquilo con el que lo respetaba, atendía personalmente los asuntos del reino y escuchaba los problemas que las personas manifestaban. En los primeros tiempos el reinado de quien soñaba ser conquistador fue tranquilo.

Alianza matrimonial y descendencia

En el año 337 a. C., su hermana Olimpia fue desplazada de la corte y de la vida de su esposo [[Filipo II de Macedonia|Filipo de Macedonia y se refugió en el reino del joven rey Alejandro de Epiro. Éste la recibe en el reino pero no intervieno en los asuntos matrimoniales de su hermana y de su cuñado.

En el año 336 a. C., sin importarle la opinión de su hermana Olimpia, el rey moloso realizó una alianza con su cuñado Filipo II de Macedonia con el objetivo de mantener la unidad de ambos reinos aceptando la propuesta del rey macedonio de contraer matrimonio con Cleopatra de Macedonia, la hija de su hermana Olimpia.

En el verano del ano 336 a. C., finalmente contrajo matrimonio con su sobrina Cleopatra, con el fin de mantener la alianza con el Rey Filipo de Macedonia y preservar la paz de ambos reinos. Durante la celebración de la boda, Filipo II fue asesinado por Pausanias de Orestis.

De la unión con su esposa, con quien tuvo una buena relación, tuvo dos hijos: Neoptólemo II de Epiro y Cadmea.

Los objetivos de Alejandro I de Epiro

Alejandro de Epiro decidió extender sus fronteras por el oeste, queriendo convertirse en conquistador, como su sobrino Alejandro Magno. En su ausencia encargó a su esposa el cuidado del reino.

Últimos Años

Durante el año 334 a. C., teniendo su reino bajo control, Alejandro de Epiro, emprendió unas campañas militares en ayuda de los tarentinos y de los habitantes de las ciudades de los alrededores contra los romanos.

El joven monarca, con un fuerte ejército, consiguió una serie de victorias lo bastante importantes como para que los romanos acabasen firmando un tratado de paz con los epirotas y tarentinos. Pero Alejandro de Epiro no se conformó con la simple satisfacción de la victoria y quiso someter bajo la influencia de su reino a los tarentinos, a los que había prestado ayuda. Los habitantes de Tarento no aceptaron estas condiciones y pidieron ayuda a las ciudades estado de Grecia, que se confederaron contra Alejandro y le atacaron mientras cruzaba el río Aqueronte arrojándole uno de sus ex aliados una lanza que lo mató al instante (331 a. C.). El pueblo lamentó su muerte y sus familiares lo enterraron con honores.

Bibliografía

• Gisbert Haefs, Alejandro El unificador de Grecia. La Hélade, Editorial Sudamericana, enero de 2005.
• Valerio Massimo Manfredi, El hijo del Sueño, Primera parte de la trilogía "Alexandros", 1998.