Diferencia entre revisiones de «Estado moderno»

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ye el rey se suicido porque lo mandaron a matar los romanos

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El Estado moderno apareció entre los siglos XIV y XV, cuando los reyes aprovecharon la crisis del feudalismo para retomar su poder. Este proceso estuvo respaldado por la burguesía, una nueva clase social nacida con este tipo de Estado. El Estado moderno posee identidad, está organizado, estructurado y es formal; es reconocido políticamente por otros estados y el poder está centralizado. Su formación tuvo variadas consecuencias a nivel político, económico y social. Fue el modo de gobierno utilizado en toda la Edad Moderna y parte de la Contemporánea.


Origen etimológico del término

El término proviene de la voz latina status, que significa “condición”, “poder” u “oficio”, y era utilizada para referirse a las facultades del gobernante (potestad, dignidad, ingresos, etc.). A finales del siglo XIV comenzó a emplearse con carácter general para hacer referencia al conjunto del cuerpo político, lo cual avala la tesis de quienes sostienen que el Estado es una realidad política moderna con características específicas, surgida en Europa como consecuencia del Renacimiento y la Reforma, y elaborada teóricamente por los teóricos de la época.

El Estado así entendido se desarrolló en paralelo al concepto de soberanía, al cual está íntimamente ligado, y que implica la necesidad de que el Estado sea un cuerpo autónomo, por encima del cual no debe existir ningún poder que decida en situaciones de necesidad: el gobernante crea su propio Derecho, sin que nadie pueda imponerle ninguna norma. De manera complementaria a la noción de soberanía surgió la otra idea que caracteriza el Estado moderno: la forma de gobierno en una comunidad política debe ser decidida por sus miembros, es decir, por el pueblo o la nación en su conjunto. La soberanía es así depositada en el colectivo social, del cual derivan todos los poderes.

Las instituciones políticas, por tanto, tienen carácter representativo, pues reciben potestad para cumplir la función de velar por los derechos de los individuos que forman el cuerpo político. Todo ello convierte al Estado en un entramado institucional que concretiza la voluntad de los miembros de la nación.

Significado jurídico

Desde el punto de vista estrictamente jurídico, dos son las notas características del Estado democrático y constitucional, a saber, la sujeción de los poderes públicos al ordenamiento jurídico (Estado de Derecho) y la condición del propio Estado de creador de ese al que subordina su actuación. Esta última nota, no obstante, debe ser objeto de algunas matizaciones: la creciente importancia del Derecho Internacional, que, a pesar de carecer de la imperatividad que revisten las normas nacionales, debido a la ausencia de una sanción efectiva, está invadiendo campos hasta ahora reservados a la esfera interna, y el auge de las organizaciones supranacionales, en las que se integran Estados soberanos que se comprometen a aceptar el Derecho emanado de ellas.

Historia

Formación y evolución

La mayoría de los estados modernos se desarrollaron según el proceso enunciado, pero algunos se vieron corrompidos por las élites locales, que dificultaron su formación al ver su constante pérdida de poder. En éstos casos el estado resultante se vio mal o poco estructurado, tornándose débil en relación a los que lograron constituirse satisfactoriamente. En aquellos que el proceso se desarrolló sin muchos problemas, el rey se convirtió en la máxima autoridad y se crearon instituciones políticas, económicas y militares.

El ejército pasó de ser señorial a ser estatal, mantenido con fondos estatales y dirigido por generales designados por el estado. Los reyes comenzaron a cobrar impuestos a la población para aumentar las riquezas del país, creándose para este fin la burocracia y sistemas de recaudación impositiva. Además, para aumentar la recaudación, se crearon impuestos aduaneros y se redactaron normas para el control de la entrada y la salida de los bienes. Políticamente, el mayor cambio fue el paso del poder de las élites a los reyes.

Otro cambio fue el surgimiento de la diplomacia como un instrumento indispensable para la relación con otros estados y mantener la paz. La creación de una estructura de gobernación más compleja se debió a que a la existente se le sumaron instituciones representativas del pueblo (como la Cámara de los Comunes en Inglaterra) y en algunos casos también de las élites (como en Prusia, Holanda e Inglaterra con la Cámara de los Lores). También se formaron los Parlamentos.

Consecuencia de la formación del Estado Moderno