Diferencia entre revisiones de «Jerónimo de Uztáriz»

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'''Jerónimo de Ustáriz''', conocido también como Uztáriz, ([[Santesteban]], [[Navarra]], 1670 - [[Madrid]], c. 1732). [[Economista]] [[España|español]]. (no lo escriban muchachos HEY JOSE LUIS RIOS RIOS NO TE COPIES
'''Jerónimo de Ustáriz''', conocido también como Uztáriz, ([[Santesteban]], [[Navarra]], 1670 - [[Madrid]], c. 1732). [[Economista]] [[España|español]].


== Vida ==
== Vida ==

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Jerónimo de Ustáriz, conocido también como Uztáriz, (Santesteban, Navarra, 1670 - Madrid, c. 1732). Economista español.

Vida

En 1688 fue a Flandes, participó en la guerra de la Liga de Augsburgo, viajó por Francia, Italia, Holanda, Alemania y España. Tomó parte en la guerra de Sucesión española, enrolado en los ejércitos de Flandes. Regresó a España en 1707. Perteneció a la dependencia de Marina, y en 1724 estaba encargado de las de Guerra y Hacienda. Fue individuo del Consejo de Su Majestad y de la Real Junta de Comercio y Moneda y secretario del rey en el Consejo y Cámara de Indias. Caballero de la Orden de Santiago. Tuvo gran influencia en la política económica de Felipe V.

Obra

En 1717 escribe un prólogo al libro Comercio de Holanda en el que aboga por la aplicación del colbertismo en España y propone, como patrones a imitar, a Francia y Holanda. Su gran obra: Teoría y práctica de Comercio y Marina..., aparece en 1724 y hacia 1742 alcanza gran difusión, siendo traducida al inglés, francés, holandés e italiano. En ella identifica la riqueza nacional con los metales preciosos, lo cual no es nuevo, pero añade que lo principal no es evitar la fuga de dichos metales mediante restricciones, sino hacer que entren y se queden a través de una balanza comercial favorable. El remedio general es el fomento de las manufacturas y la reorganización del comercio. Una nación no puede ser grande sin un comercio grande, y un comercio útil es imposible sin la posesión de manufacturas. Para obtener éstas es necesario el apoyo gubernamental, manifestado en la concesión de gracias y franquicias a fabricantes y vendedores. Al mismo tiempo una reducción de los gravámenes internos, acompañada de una reorganización en los aranceles de entrada y salida de las mercancías, incrementaría el consumo interior y las exportaciones, puesto que los excesivos derechos pagados en la Península y en las aduanas encarecían los productos españoles, con respecto a los extranjeros. Ahora bien, las restricciones a la entrada de estos productos debía realizarse en conjunción con el desarrollo de la industria nacional, para no provocar problemas de desabastecimiento.

Para Ustáriz, la causa de la decadencia española no era la emigración a las Indias, como decían otros, sino este comercio desfavorable. Era partidario de impulsar la industria privada, pero contrario al desarrollo de las manufacturas reales. No consideraba eficaz para el desarrollo del comercio exterior español la creación de compañías de comercio. Pedía que se estableciesen representaciones comerciales españolas en los principales puertos extranjeros. Solicitaba la reforma de la Junta de Comercio, con la introducción en ella de hombres preparados y experimentados. Abogaba por la apertura de canales fluviales y la mejora de carreteras y de puertos. Recomendaba la creación de academias para fomentar el comercio y las ciencias y artes en general. Sostenía la necesidad de contar con una buena escuadra como apoyo y defensa del comercio.

Juicio

Fue la suya «una pretensión (la primera en España) de organizar coherente y sistemáticamente la economía interna de la Península y su comercio exterior con el fin de conseguir los objetivos mercantilistas propios de la época» (Bitar, o. c. en bibl., 89). No obstante, el hecho de que no atribuya al Estado el papel de protagonista de la economía, sino el de regulador y protector de unas relaciones libres, entra dentro de lo que algunos autores han llamado posmercantilismo. Fue el máximo economista español de la primera mitad del XVIII e influyó sobre tratadistas de su época y de la inmediatamente posterior. De la importancia que este hecho tiene dan idea las consideraciones que hace J. A. Maravall en el prólogo a la obra de Bitar cit.: En el s. XVIII se consolida algo que se anuncia desde el XVI: una economía nacional. Los economistas de aquel siglo extienden sus consideraciones a los intereses de la comunidad política toda, superando la estricta consideración estatal, como era el potenciamiento del Estado, la gloria del príncipe, el enriquecimiento del Erario, etc. Así, junto a los grandes temas filosóficos, y en conexión con ellos, la economía pasa a ser en el XVIII materia política por excelencia: «es imposible aproximarse a conocer el pensamiento político sin tener en cuenta las teorías económicas». Por ello, la obra de Ustáriz y, en general, la de «1os pensadores españoles del XVIII se presenta cada día con mayor interés. Su valioso esfuerzo por rehacer el estado de un pueblo y desarrollar, con amplios fines políticos y humanos, su economía es impresionante. Ello les llevó a plantearse aspectos de la teoría económica que anticipaban puntos de vista posteriores, como pone de manifiesto Schumpeter en su History of Economic Analysis (passim).

Bibliografía

  • M. BITAR LETAYF, Economistas españoles del siglo XVIII, Madrid 1968
  • J. CARRERA PUJAL, Historia de la economía española, III, Barcelona 1945
  • M. COLMEIRO, Historia de la economía política en España, 1865 (reed. Madrid 1965)
  • Biblioteca de los economistas españoles de los siglos XVI, XVII y XVIII, Madrid 1880 (reed. Madrid 1954)
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