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==Infancia y juventud ==
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En Cataluña todavía sitiada por los ejércitos de Napoleón, con problemas de supervivencia para los campesinos, nace en una de las familias en [[Gombren]] (Gerona), Francisco Coll y Guitart.
En la Cataluña todavía sitiada por los ejércitos de Napoleón, con problemas de supervivencia para los campesinos, nace en una de las familias en [[Gombren]] (Gerona), Francisco Coll y Guitart.


Era el décimo y último de los hijos de Pedro alColl y Magdalena Guitart.
Era el décimo y último de los hijos de Pedro Coll y Magdalena Guitart.


En una familia profundamente cristiana "creció en cuerpo y espíritu, era vivaracho, juguetón. Le resultaba muy difícil estar quieto, obedecía con prontitud a su madre y hermanos (su padre falleció cuando tenía 4 años de edad).
En una familia profundamente cristiana "creció en cuerpo y espíritu, era vivaracho, juguetón. Le resultaba muy difícil estar quieto, obedecía con prontitud a su madre y hermanos (su padre falleció cuando tenía 4 años de edad).

Revisión del 17:46 30 ago 2009

Francisco Coll

Infancia y juventud

En la Cataluña todavía sitiada por los ejércitos de Napoleón, con problemas de supervivencia para los campesinos, nace en una de las familias en Gombren (Gerona), Francisco Coll y Guitart.

Era el décimo y último de los hijos de Pedro Coll y Magdalena Guitart.

En una familia profundamente cristiana "creció en cuerpo y espíritu, era vivaracho, juguetón. Le resultaba muy difícil estar quieto, obedecía con prontitud a su madre y hermanos (su padre falleció cuando tenía 4 años de edad).

Enseguida volvía a sus juegos y travesuras infantiles" (cf Testimonios). Despuntaban en él claramente sentimientos y actitudes religiosas que su madre supo cultivar, Viéndole tan vivaz e inquieto le decía amorosa: "Hijo, ojalá explotes de amor de Dios".

Con 10 años de edad se separa de su madre y hermanos para bajar a las llanuras de Vic y empezar sus estudios en el seminario.

El ambiente social y político es conflictivo. El trienio constitucional y la implantación del nuevo régimen político traen consigo innumerables perturbaciones, represiones, muertes, asesinatos. El anticlericalismo creciente no aconseja como buena opción el sacerdocio. Francisco sin embargo, entra en el seminario y de 1822 a 1830 sigue allí sus estudios de Latín y Filosofía. Hay buen ambiente intelectual en el seminario, buenos profesores; por sus salas pasan personajes ilustres de Cataluña.

Francisco se prepara para ser sacerdote. En el seminario trata con religiosos dominicos, frecuenta la Iglesia de Ntra. Señora del Rosario en Vic. En todo este ambiente dominicano Francisco percibió una voz que le decía "Tu Coll, debes hacerte dominico". ¿Qué le atraía de la Orden de Predicadores ?

Conociendo el resto de su vida y la pasión que movió su existencia se puede pensar que: la predicación de la Palabra de Dios, el celo por la salvación de las almas. Ardía ya en él el fuego del predicador itinerante, del misionero popular que evangelizaría Cataluña por más de treinta años.

Francisco se pone en camino y es admitido en el convento de la Anunciata de Gerona y comienza el noviciado en el otoño de 1830.

Formación dominicana

Su vocación dominicana se alimenta de contenidos que lo preparan para la misión, para el apostolado con un estilo de vida evangélica. Oración litúrgica y personal, estudio asiduo y sistemático, observancia regular y vida comunitaria son los elementos que durante los cinco años de formación conventual penetra en el joven dominico.

Francisco destaca por su sencillez, tenacidad en el estudio y su madurez a pesar de su juventud.

Hacía extraordinariamente bien lo ordinario (cf Testimonios). El 4 de abril de 1835 recibe en Barcelona el Diaconado en la Basílica de la Merced de Barcelona.

Exclaustración

En julio de 1835 el jefe político de Gerona insta a los religiosos a abandonar su convento, ante la barbarie de los hechos de Barcelona y otras ciudades de España.

Francisco Coll termina el año de teología en el seminario de Vic y es ordenado sacerdote el 28 de mayo de 1836 en Solsona por el Obispo D. Juan José Tejada, con la licencia de su prior provincial dominicano, y con título de pobreza como corresponde a un religioso de votos solemnes.

A partir de este momento el Padre Francisco Coll se dedica intensamente a la labor de la predicación, la catequesis, la recristianización.

Para realizar el ministerio de la predicación prefería el trabajo en equipo por ser el fruto más copioso.

Colaboró en la "Hermandad apostólica" que puso en marcha S. Antonio Mª Claret. Fue nombrado por la Santa Sede MISIONERO APOSTÓLICO.

También predicó en colaboración con Padres jesuitas, dominicos, agustinos, sacerdotes diocesanos, En el equipo había también colaboradores seglares.

El Padre Francisco de todos es admirado y estimado por su ardiente celo, su talante espiritual, su doctrina. El Obispo de Urgell, D. Simón Guardiola, haciéndose eco de su predicación exclamó: "Dios nos dé muchos hombres apostólicos como el Padre Coll. y nos volverá la paz que tanto necesitamos".

Iba de un pueblo a otro sembrando generosamente la Palabra de Dios, en una vida de total entrega al Evangelio.

Fue ardiente propagador del Rosario. En Moiá predico: "¡Oh Rosario! Tu eres un libro, breve si, pero que enseña lo más santo y lo más sagrado de nuestra Religión, tu eres un arca que ocultas un tesoro riquísimo digno de que todos los hombres lo busquen con gran ansia, tú ere un regalo del Cielo que nos descubres los elementos de la Religión, los principios, los motivos, y la práctica de todas las virtudes, tú nos enciendes en caridad, y amor hacia aquel dios que tanto se dignó hacer y padecer por nosotros: Tu despiertas a los somnolientos, caldeas a los tibios, empujas a los perezosos, sostienes a los justos, conviertes a los pecadores, reduces o confundes a los herejes, espantas al demonio, haces temblar al infierno o, por decirlo mejor, eres una devoción que incluyes y contienes todas las demás devociones".

A partir de 1850 el P. Coll fue nombrado por sus superiores dominicos, Director de la Tercera Orden Dominicana en Cataluña.

En Vic ejerció mucha influencia en la renovación y promoción de nuevas formas de vida religiosa, especialmente dominicana.

Fundador

La actividad apostólica misionera hizo sentir al P.Coll la necesidad de evangelización permanente. Vio que su predicación encendía la llama de la fe y de la vida cristiana en el corazón de la gente, pero ¿qué sucedía después cuando se alejaba de los pueblos?

Atento al Espíritu, fue atisbando la respuesta a sus interrogantes. Decidido a realizar su proyecto, con el consentimiento del Obispo de Vic y del Superior de la Orden, se une a siete jóvenes vocacionadas y el día 15 de agosto de 1856 nace la Congregación de Hermanas Dominicas de la Anunciata.

A las Terciarias Dominicas de la Anunciata les confiaba la misión que es de toda la Orden:

Anunciar el nombre de Jesucristo Salvador; predicando la verdadera doctrina, en los poblados grandes y pequeños, con la palabra y el ejemplo.

Véase también