El relicario (pasodoble)

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El Relicario es un pasodoble compuesto por José Padilla en 1914, con letra de Armando Oliveros y José María Castellví, redactores del diario barcelonés El Liberal. La pieza estaba dedicada a su amigo José Pérez de Rozas.[1]

Fue estrenado en el Teatro Eldorado de Barcelona en septiembre de 1914 interpretado por Mary Focela, sin obtener éxito[2]​ a pesar de cantarlo todos los días durante un mes.[3]

Posteriormente la obra se reestrenó de nuevo en el mismo teatro, pero interpretada por Raquel Meller, quien tras haber analizado el texto y la música observó un cierto contrasentido en el pasodoble: la música era alegre, pero la letra era triste, ya que trata de amor y de muerte. Por ello decidió reestrenar la obra vistiéndose de negro con mantilla ancha, con un único foco sobre ella y con la orquesta tocando a baja intensidad. Raquel además varía la forma de la canción, ya que la segunda estrofa, en lugar de cantarla, la recita sobre la música. La puesta en escena era desconocida hasta entonces, por lo que obtuvo un gran éxito, siendo obligada a repetir la pieza.

Raquel Meller interpretó El Relicario en el Trianón Palace (hoy teatro Alcázar) de Madrid, en el teatro Olympia de París y en el Hipodrome Theatro de Londres en 1920. En París la canción obtuvo tal éxito que se vendieron 110.000 ejemplares[4]​ de la edición y se creó una moda con bastones, sombreros, pañuelos, guantes, etc., inspirados en El Relicario.

El Relicario fuera del teatro

La pieza fue interpretada además de por Raquel Meller por grandes cantantes como Celia Gámez o Concha Piquer. Sara Montiel la cantó en su exitoso filme El último cuplé.

En 1952, En Estados Unidos, Eisenhower se presentó en la tribuna para proclamar su candidatura a la presidencia del país mientras una banda de música ejecutaba la pieza.,[5]​ convirtiéndose en la banda sonora de su campaña electoral.

La pieza también ha sido interpretada en el cine en la película de 1986 Ginger y Fred dirigida por Federico Fellini.[6]

Referencias