Durandarte
Durandarte o Durandal fue la espada de Roldán, paladín y sobrino (este parentesco es puramente literario) de Carlomagno (en esos momentos el rey Carlos).
Cuando fue nombrado caballero a los 17 años, Roldán recibió la espada de manos de Carlomagno, espada que guardaba varias reliquias y que menciona Roldán tras partir la roca en la que trató de romper a Durandarte, para que no cayera en manos de los infieles vascones (prueba de la calidad de esta legendaria arma), y que son: un diente de San Pedro, sangre de san Basilio, cabellos de san dionosio, así como manto de Santa María.
También existe un personaje, Durandarte, en el Romancero Viejo, famoso por su relación con Belerma, que personifica a la espada citada anteriormente.
Durandarte acompañó a Roldán hasta su muerte en la batalla de Roncesvalles el 15 de agosto del 788. En los dos cantares (La Chanson de Roland y El cantar de Roncesvalles) se menciona que Carlomagno lo encuentra con la espada al lado.
En otras versiones Roldán arrojó la espada al agua antes de morir para evitar que cayera en manos enemigas.
En El Bierzo existe la leyenda de que la espada de Roldán se encuentra en el Lago de Carucedo, cerca de las minas romanas de Las Médulas[1][2]
Hay otra versión que dice que el caballero leonés Bernardo del Carpio tras vencer a Roldán cogió la espada Durandarte con la cual posteriormente fue enterrado en Peña Longa (Aguilar de Campoo). Más tarde Carlos I desembarcó en Laredo, y al pasar por Aguilar se detuvo en la tumba de Bernardo del Carpio, y tomó la espada que le acompañaría durante gran parte de su vida.[cita requerida]
Véase también
Referencias
- ↑ La espada de Roldán en el Lago de Carucedo
- ↑ Las Médulas de Carucedo: un paisaje de leyenda. José Antonio Balboa de Paz. Ponferrada: Instituto de Estudios Bercianos, 2003. ISBN 84-88635-38-9
Enlaces externos
- Durandal (enlace roto disponible en Internet Archive; véase el historial, la primera versión y la última).