Catedral metropolitana de Quito

Esta es una versión antigua de esta página, editada a las 12:51 10 nov 2014 por Arreglaora (discusión · contribs.). La dirección URL es un enlace permanente a esta versión, que puede ser diferente de la versión actual.
Catedral Metropolitana y Primada de Quito
Localización
País Ecuador
División Quito
Dirección Quito, EcuadorBandera de Ecuador Ecuador
Coordenadas 0°13′13″S 78°30′51″O / -0.22027778, -78.51416667
Información religiosa
Culto Iglesia católica
Diócesis Arquidiócesis de Quito
Advocación Coronación de la Virgen María
Historia del edificio
Fundación 1565
Fundador Mons. Fray Pedro de la Peña (1572)
Construcción 1562-1565 (primera etapa constructiva)
Datos arquitectónicos
Tipo Catedral
Estilo Gótico, Mudéjar, Barroco, Neoclásico
Sitio web oficial
Vista panorámica de la Catedral y la colina de El Panecillo.
Detalle del pretil, escalinata y el Arco de Carondelet.
Altar mayor.
Detalle del púlpito.
Detalle del techo en la nave central.
Mausoleo de Antonio José de Sucre.

La Catedral Primada de Quito es un templo católico ubicado en el Centro Histórico de la ciudad de Quito DM. Es la sede de la Arquidiócesis Primada de Quito y ocupa todo el flanco sur de la llamada Plaza de la Independencia de la ciudad, la que se ha convertido en su vista más famosa a pesar de no ser su ingreso principal. En 1995 fue elevada a Catedral Primada de Ecuador, lo que la convierte en el templo católico de mayor jerarquía en el país.[1]

Antecedentes

Tras la fundación de la villa de San Francisco de Quito, el 6 de diciembre de 1534, y el posterior trazado de la ciudad y asignación de solares que se hizo entre los primeros habitantes del lugar, se decidió otorgarle a la iglesia todo el sector sur de la que sería la Plaza Mayor. El primer templo provisional, levantado ese mismo año por el presbítero Juan de Rodríguez, nombrado párroco de la novel villa, fue una construcción de adobe, madera y techo de paja para albergar a los fieles durante la primera década.[2][3]

Con la elección de la parroquia quiteña a Obispado, en enero de 1545, se nombra Obispo al español García Díaz Arias y este llega a Quito el 13 de abril del año siguiente, junto al Vicario General Pedro Rodríguez de Aguayo; y los planes para levantar un templo mayor con mejores condiciones empezaron.[3]

Entre 1562 y 1565 se la edificó desde los cimientos bajo la dirección del Arcediano Pedro Rodríguez de Aguayo, quien en ese momento gobernaba la Diócesis en Sede Vacante, pues el primer Obispo, Mons. García Díaz Arias, había fallecido sin que la obra hubiera avanzado.[4]​ Esto convierte a la Catedral de Quito en, probablemente, la más antigua de Sudamérica.

Construcción

Su construcción es de piedra, y se usó el sistema de minga para el acarreo, labrado y albañilería. Su emplazamiento lateral contribuyó a jerarquizar la Plaza Mayor, pese a que su entrada principal no se encuentra frente a ella ya que en el momento de la construcción existía la profunda quebrada de Sanguña, que no permitía que el templo se extendiera hacia atrás.[2]​ El arquitecto encargado de las dos primeras etapas constructivas fue el español Antonio García.[2]

Estructura

La Catedral es de planta longitudinal y consta de tres naves, cuyas cubiertas se sostienen a través de arcos apuntados semiojivales sobre pilares de sección cuadrada, una estructura espacial básica del siglo XVI. Su nave lateral derecha se abre en varias capillas a lo largo del muro, al igual que hacia una gran puerta de madera labrada, con forma de arco de medio punto, que nos lleva a la capilla adjunta de El Sagrario.[2]​ Las diferentes capillas, según su orden, son: De las Almasdonde se encuentra el conjunto escultórico El Calvarioy La Negación de Pedro, San Pedro Primer Papa de la Iglesia, La Divina Parentela o Sagrada Familia y al mausoleo dedicado a la Memoria del Mariscal Antonio José de Sucre.[3]

La nave central tiene un artesonado en madera de cedro con influencia mudéjar.[3]​ Entre las reconstrucciones y ampliaciones del templo se observa una pequeña nave transversal detrás de la capilla mayor.[2]

Para algunos expertos, el templo es una construcción de estilo gótico-mudéjar, por las características de sus pilares, arcos y alfarjes. El estilo gótico vendría a estar presente en los arcos apuntados y las naves del crucero, así como en la girola que rodea el presbiterio.[2]

El arco exterior, llamado de Carondelet en honor a su patrocinador, el Barón de Carondelet, Presidente de la Audiencia de Quito entre 1799 y 1807, refuerza la importante relación del templo con la plaza, lograda a través del pretil longitudinal de piedra que salva la diferencia de niveles, y que está ornamentado con elementos como esferas y pirámides en toda su longitud. Las obras del atrio, el pretil y la escalinata circular fueron concluidas en 1807.[2]

Por otro lado, la catedral que hoy conocemos es el resultado de diversas aportaciones a lo largo del tiempo. Julio Pazos Barrera detalla esta evolución de su trazado: «Los cimientos y una parte de los muros son construcciones del siglo XVI. El plano general muestra tres naves separadas por pilares y arcos apuntados. Hacia el lado sur se abren algunas capillas. El lado norte es una sola pared. La puerta principal no da a la plaza de la Independencia. Sin embargo un amplio atrio y un domo con una escalinata circular comunican la puerta lateral del edificio con la plaza. Junto a la puerta principal se levanta un voluminoso campanario, que culmina en una curiosa ornamentación edificada en el siglo XX».[5]

Placas conmemorativas, fueron colocadas a lo largo de las lisas paredes calcáreas del atrio. En una se menciona a Quito como descubridora del río Amazonas, con la leyenda: Es gloria de Quito el descubrimiento del gran río de las Amazonas. En cinco, constan los nombres de los fundadores de la ciudad. En otra se lee: Quito Patrimonio de la Humanidad. Y finalmente, en una pequeña se informa: Catedral, siglo XVI, Erigida como Iglesia Mayor (1545-1572); reformada en los siglos XVII-XVIII y XX.[3]

Sobre una de las cúpulas se colocó un gallo de hierro cuya labor es avisar la dirección del viento; con los años esta imagen se ha vuelto uno de los distintivos más importantes de la Catedral y ha sido motivo de varias leyendas.[3]

Su imagen neoclásica con domos, esculturas en la balaustrada, arcos y la escalinata de contorno semicircular central con dos círculos menores laterales, contribuyó a valorizar la fachada lateral sobre la principal, y a convertirla en escenario de ceremonias religiosas y artísticas hasta la época moderna.[2]

Interiores

Terminada la construcción, se procedió a la decoración de los interiores del templo. Los retablos laterales fueron tallados por los primeros maestros de la escuela quiteña, cubiertos con pan de oro, y en sus nichos se colocaron las imágenes de santos y mártires, también obra de los primeros escultores de la afamada escuela de arte, con sede en la cercana iglesia de San Francisco.[2]​ El altar mayor, totalmente de oro, tiene influencias barrocas y mudéjares.[3]​ La sacristía y el púlpito fueron los últimos elementos en ser terminados. La Catedral fue oficialmente terminada y consagrada por el segundo Obispo de Quito, Mons. Fray Pedro de la Peña, en 1572.[2][4]

Julio Pazos Barrera lo describe con las siguientes palabras: «el coro bajo es semicircular y en su parte inferior se han adosado asientos tallados y dorados que los ocupan los miembros del cabildo diocesano. El púlpito y los retablos de las capillas son barrocos. Guarda la catedral frescos de Bernardo Rodríguez y Manuel Samaniego. La gran pintura de la Asunción de la Virgen, ubicada en la parte alta del coro, es obra de Samaniego, y en un altar del trascoro se exhibe la singular escultura de la Sábana Santa de Caspicara».[5]

Y Pazos Barrera continúa: «A estas piezas, obra de los artistas más connotados del arte quiteño, cabe sumar aquella que realizó el padre Carlos, La negación de San Pedro. Sin duda, en esta y en las demás creaciones citadas se pone de manifiesto el alto grado de sofisticación y belleza que había alcanzado el arte quiteño, resaltando las cualidades de sus grandes maestros y el nivel artístico insuperable a que habían llegado las artes plásticas en Quito».[5]

Reconstrucciones

Después de la erupción del volcán Pichincha, que asoló Quito en 1660, la Catedral debió ser reconstruida por órden del Obispo, Mons. Alonso de la Peña Montenegro; y muchos de sus espacios internos fueron re-decorados para devolverle su esplendor original;[3]​ es así que de esta época data la pintura de la Virgen que se encuentra en el retablo del coro, obra del afamado pintor Miguel de Santiago.

En 1755 se llevó a cabo una segunda reconstrucción, debido al terremoto que azotó la ciudad ese año, aunque no hubo mayores cambios debido a que los daños no fueron significativos.[3]

En la tercera reconstrucción de 1797, en la que se añadió también el mencionado Arco de Carondelet, se encomendó al experto tallador Manuel Chili Caspicara rehacer el retablo del coro, mientras los pintores Bernardo Rodríguez y Manuel Samaniego decoraban el centro del mismo y las enjuntas de los muros del templo con sus obras.[3]​ De esta misma época data el destacado tallado de madera y cubierta de oro del púlpito actual.[2]

El terremoto de 1868 obligó a una cuarta reconstrucción, esta vez de la torre del campanario, que se vino abajo con el sismo; esta solamente terminó de ser reconstruida en 1930, en un estilo diferente a todo el contexto, el llamado casco prusiano, debido a que el proyecto fue del arquitecto y sacerdote alemán Pedro Bruning.[4]

Otras intervenciones menores, todas para conservar el patrimonio de la Catedral, se dieron en 1992, cuando se realizaron trabajos en la estructura y en las cubiertas; y en 1997 y 1999, respectivamente, se hicieron reparaciones en el atrio y pretil.[3]

Mausoleo de Sucre

En el interior de una capilla contigua a la sacristía, que también tiene puerta con portada de piedra tallada desde el pretil exterior, se veneran los restos del Mariscal Antonio José de Sucre, héroe de la independencia ecuatoriana y latinoamericana.[2]​ En este lugar, Luis Mideros resalta los hechos históricos del héroe de Pichincha en pinturas murales.[3]​ La urna que contiene sus restos es de forma circular y está tallada en oscura piedra andesita del Pichincha, alrededor de la cual se han dispuesto banderas de todos los países por cuyas libertades Sucre luchó.

Véase también

Enlaces externos

Referencias

  1. Arquidiócesis de Quito y Primada del Ecuador. «La Arquidiócesis de Quito en la historia (1545-2009)». Consultado el 25 de enero de 2013. 
  2. a b c d e f g h i j k l PERALTA, Evelia (1991). Dirección de Planificación del Ilustre Municipio de Quito, ed. Guía Arquitectónica de Quito. Editorial Fraga. pp. 40-41. 
  3. a b c d e f g h i j k l ÁLVAREZ MOYANO Franco. «La catedral, iglesia y museo de arte religioso». Agencia Pública de Noticias de Quito. Consultado el 26 de enero de 2013. 
  4. a b c Virgen del Buen Suceso (30 de junio de 2008). «La Catedral de Quito». Obispos de Quito. Consultado el 26 de enero de 2013. 
  5. a b c Centro Virtual Cervantes. «Catedral de Quito». Ciudades Patrimonio/Quito. Consultado el 26 de enero de 2013.