Castillo de Belalcázar

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Castillo de Belalcázar
Elemento de la Lista Roja del Patrimonio
Bien de interés cultural
Ubicación
País Bandera de España España
Localidad Belalcázar
Córdoba Córdoba
Andalucía Andalucía
EspañaBandera de España España
Coordenadas 38°34′58″N 5°09′56″O / 38.58264816, -5.165590599
Características
Tipo Castillo
Construcción Siglo XV
Materiales granito
Estado En restauración
Propietario Junta de Andalucía

El Castillo de los Sotomayor y Zúñiga es una construcción de estilo gótico-militar, iniciada en la segunda mitad del siglo XV, situada en la localidad de Belalcázar en la provincia de Córdoba, (Andalucía, España). También se le conoce como Castillo de Gahete o Castillo de Gafiq.

Con una altura de 47 metros en su renacentista torre del homenaje, se trata del castillo más alto de toda la península ibérica.

Historia

Detalle de la Torre del Homenaje del Castillo de los Sotomayor y Zúñiga desde su puerta principal.

El Castillo de Belalcázar está ubicado en un característico paraje serrano al norte de la población, siendo uno de los más importantes de la provincia de Córdoba. Perteneciente a los condes de Belalcázar, donde tuvieron su residencia, da testimonio, junto con el convento de los franciscanos de la población, del gran papel que estos señores desempeñaron como mecenas de la arquitectura y promotores del gótico tardío en la comarca.

Parece que en el mismo lugar ya hubo una fortaleza romana, continuada luego en época musulmana, de la que todavía subsiste un importante testimonio en la cerca exterior, que se mantuvo como primera línea de muralla con torres albarranas sobre el arroyo Caganchas.

Dentro de este recinto, y en lo más elevado del montículo, se construye el Bello Alcázar que da nombre a la villa, cuya obra corresponde a la segunda mitad del siglo XV. Su construcción data de 1450 cuando Juan II otorgó estas tierras a Gutierre de Sotomayor, Maestre de la Orden de Alcántara, permitiéndole construir un castillo. Su construcción fue iniciada en la segunda mitad del siglo XV con el objetivo de convertirse en la residencia de los condes de Belalcázar, señores feudales del territorio en aquella época.

El castillo, de excelente cantería de granito, ofrece una disposición cuadrangular, con altos y robustos muros que aparecen jalonados por ocho torres prismáticas, en correspondencia con el centro cada uno de los flancos y las esquinas. Tanto los lienzos de muralla como las torres, se enriquecen en su coronamiento con una apretada línea de modillones que, obviamente, embellecen la imagen del conjunto.

Sin embargo, el sorprendente efecto que produce la fortaleza obedece particularmente a la torre del homenaje, emplazada en el muro oriental con una altura de 47 metros, es la más grandiosa de todas. En sus dos primeros tercios ofrece una disposición cilíndrica al redondearse las esquinas, compensándose esa diferencia a través de unos elementos escalonados de figura piramidal. Se ha relacionado este recurso con el también empleado en la del Clavero de Salamanca, obra de la época, construida por el otro Sotomayor. El rasgo definitivo de este cuerpo alto son las garitas cilíndricas que, alternativamente, largas y cortas, se adosan a los costados y en las esquinas. Sus superficies se aprovechan para unos gigantescos escudos de los Sotomayor con bandas traqueadas. Ello contribuye sobremanera al ornato de la torre, lo mismo que las repisas de los garitones, características del gótico flamígero.

Adosado a la fortaleza, bordeando el ángulo desde la torre del homenaje, se levantó un palacio renacentista en 1539 con la supervisión de Hernán Ruiz I y ejecución de un maestro local. El palacio posee una fuerte simbología de carácter humanista (Vid. MOLINERO MERCHÁN, Juan Andrés, Palacio renacentista de Belalcázar. Humanismo del tercer duque de Béjar, Córdoba, Ed. Universidad de Córdoba, 2011). Actualmente se encuentra arruinado, pero aún pueden verse las galas platerescas que embellecen los marcos de sus ventanas, muy parecidas a las que hay en la sacristía de San Juan Bautista de Hinojosa del Duque.

El topónimo de la localidad proviene de la expresión "bello alcázar". El castillo comenzó su deterioro a partir de la ocupación del mismo por las tropas francesas en la Guerra de la Independencia cuando modificaron el castillo para convertirlo en almacén. En esa misma guerra sufrió las consecuencias de la artillería.

Actualmente, es propiedad de la Junta de Andalucía desde 2008. Tras años de abandono y con la amenaza de derrumbe por su mal estado, la Junta de Andalucía inició su restauración en 2018.

Descripción

Perspectiva del Castillo de los Sotomayor y Zuñiga.

El castillo, de excelente cantería de granito, ofrece una disposición cuadrangular con altos y robustos muros que aparecen jalonados por ocho torres prismáticas, en correspondencia con el centro cada uno de los flancos y las esquinas. Se halla rodeado por una muralla con veinte cubos. Entre la primera y la segunda torre se halla la puerta de entrada: traspasada se accede a otra puerta y más allá de ella aparece el amplio patio de armas, decorado con arcos. Tanto los lienzos de muralla como las torres se enriquecen en su coronamiento con una apretada línea de modillones a modo de ornamento.

Durante el primer tercio del siglo XVI se le añadió una lujosa zona palaciega de estilo renacentista. La estructura que más destaca, sin embargo, es la impresionante torre del homenaje, lujosamente ornamentada, desproporcionada aunque de gran belleza, y que con sus más de 47 metros de altura es la más elevada de toda la península ibérica.

Es de reseñar también, la amplia mazmorra aún conservada en los subterráneos del castillo así como el aljibe y las caballerizas.

Conservación

Vista de Belalcázar desde la Torre del Homenaje, que cuenta con 47 metros de altura.

A pesar de que sobre este monumento pesa la Ley Genérica del Patrimonio Histórico-Artístico su interior se encuentra en ruinas, al igual que toda la muralla que lo rodeaba y parte del exterior, habiendo desaparecido sus artesonados y siguiendo el camino de un progresivo deterioro con inminente riesgo de ruina total por abandono.

La Junta de Andalucía inició su restauración en 2018. Se han venido realizando los trabajos de consolidación, restauración y puesta en valor del conjunto, lo que incluye el recinto amurallado, la fortaleza en sí y los elementos interiores. Con la intervención que se ha realizado es posible visitar la fortaleza e incluso subir a la parte superior de la torre del homenaje desde la que se pueden contemplar unas vistas impresionantes y para ello se ha colocado una mampara de protección acristalada.

El proyecto actual, con un total de 23 intervenciones, ha permitido hacer un pequeño centro de recepción de visitantes en la antigua casa de labor para contribuir al conocimiento del espacio. Igualmente, la recuperación del camino de acceso, del patio de armas y del terrado y la apertura de pasos provisionales en cada uno de los niveles de la torre del homenaje, con escaleras de caracol y elementos de seguridad que permitirán su visita. La torre, el elemento más monumental y emblemático del castillo, es con 47 metros la más alta de la península.

Por otra parte, se ha colocado iluminación interior, se ha repuesto el mortero y la cal para consolidar las juntas de piedras y se han tapado o protegido huecos, aljibes y balcones, por seguridad y para protección frente a las aves. Respecto al camino de acceso, se contemplaba la eliminación de los muros de piedra derruidos y la recuperación de la totalidad del pavimento.

Bibliografía

  • Valverde Candil, Mercedes y Toledo Ortiz, Felipe. Los castillos de Córdoba. Córdoba : Asociación de Amigos de Córdoba, D.L. 1985 ISBN 84-505-2411-3
  • León Muñoz, Alberto. LAS FORTALEZAS DE BELALCAZAR (CÓRDOBA): ANÁLISIS ARQUEOLÓGICO DE SU ARQUITECTURA (S. IX-XIX). Diputación Provincial de Córdoba. ISBN 9788481540161

Referencias

Enlaces externos