Batalla del monte Harriet

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Batalla del monte Harriet
Guerra de las Malvinas
Parte de Guerra de las Malvinas

Memorial de las fuerzas armadas británicas hacia 2012
Fecha 11-12 de junio de 1982
Lugar Monte Harriet
Coordenadas 51°42′32″S 58°00′56″O / -51.708833333333, -58.015611111111
Resultado Victoria británica
Beligerantes
Reino Unido Bandera de Argentina Argentina
Comandantes
Teniente coronel Nick Vaux Teniente coronel Diego Soria
Fuerzas en combate
600 soldados. 400 soldados.
Bajas
2 muertos y 36 heridos . 18 muertos, 50 heridos, 300 prisioneros.

La batalla del monte Harriet fue un enfrentamiento militar que tuvo lugar durante la guerra de las Malvinas en la noche del 11 al 12 de junio de 1982.

Fuerzas

Las tropas británicas que se usaron fueron el Comando 42 (42 CDO), de los marines reales al mando del teniente coronel Nick Vaux (que más tarde se convirtió en general) con el apoyo de artillería de una batería de regimiento 29º de artillería real; el 1.er Batallón de la Guardia Galesa (1WG) y dos compañías del Comando 40 estaban en reserva. También el buque HMS Yarmouth apoyó a las comandos británicos con su artillería.

La defensa argentina se componía del Regimiento de Infantería 4 del teniente coronel Diego Soria (RI 4). El 30 de mayo el regimiento a es trasladado en camiones al área de los montes Dos Hermanas y Harriet.[1]

Antecedentes

En la noche del 30 de mayo la Compañía K del 42 CDO avanzó desde San Carlos para asegurar la altura dominante, el monte Kent, que con sus 458 metros es la cumbre más alta alrededor de Puerto Stanley, donde el Escuadrón D de tropas SAS ya había establecido una fuerte presencia. Sin embargo, cuando llegaron a la zona de aterrizaje, a unos 3 kilómetros detrás de la cresta de la montaña, los marines se sorprendieron al ver los destellos de las líneas de munición trazadora iluminando la noche. Luego de un rato, los miembros de la patrulla argentina (la 2.ª Sección de Asalto del capitán Tomás Fernández, de la compañía de comandos 602) se retiraron confundiéndose entre las rocas, matorrales y la hierba. A finales de mayo el Escuadrón D del mayor Cedric Delves había defendido exitosamente el monte Kent, y elementos de la SAS conquistaron Bluff Cove Peak, con un costo de dos heridos.[2]

El ataque se produjo después de muchos días de observación y acciones de patrulla. Algunas patrullas de combate nocturno, eran parte de un plan de engaño para convencer a los argentinos de que el ataque vendría del oeste. Otras patrullas, más encubiertas, eran para encontrar una ruta a través del campo de minas que rodeaba por el sur el monte Harriet. Se usaron francotiradores y artillería naval para hostigar a los defensores y molestar su descanso.

El 3 de junio, la Tropa de Reconocimiento del teniente Chris Marwood 42 CDO, acompañada por un equipo de control aéreo de la RAF (al mando del teniente Dennis Marshall-Hasdell), detecto una patrulla de combate RI 4 (el 3.er Pelotón del subteniente Lautaro Jiménez Corbalán de la Compañía B del monte Harriet).[3]​El pelotón británico abrió fuego y dos conscriptos murieron en el choque (Celso Páez y Roberto Ledesma),Daniel Villalba y un suboficial (cabo Nicolás Odorcic) cayó aturdido por un disparo en el casco de uno de los francotiradores de los marines mientras se refugiaba entre las rocas.[4]

Esta acción llamó la atención hacia su expuesta posición frontal, y se unieron los refuerzos argentinos a la acción con un contraataque general. El oficial encargado de dirigir ataques aéreos contra monte Harriet, el teniente Dennis Marshal-Hasdell recuerda que:

Nos separamos de nuestras pesadas mochilas con las radios y todo nuestro equipo. La patrulla se dispersó por un área bastante grande, con un montón de gritos, el ruido y fuego en curso. La infantería de marina abandonó todo su equipo, y aunque nadie nos lo dijo, quedó claro que íbamos a retirarnos. Sin información, y probablemente teniendo que luchar en nuestro camino de salida, Dave Greedus y yo decidimos abandonar nuestro equipo, destruyéndolo lo más que pudimos. Fue suficiente con los dos aparatos de radio (HF y UHF ), ¡pero la unidad de marcación láser de objetivos HAZE fue diseñada para soportar el peso de un tanque!

El indicador láser de objetivos recuperado en el enfrentamiento desveló que los marines reales estaban intentando destruir los búnkeres argentinos en el monte Harriet, con bombas guiadas por láser desde el monte Wall. De acuerdo al capitán Hugo Ranieri de la 3.ª Sección de Asalto de la Compañía de Comandos 602:

Una noche tuvimos una misión de combate, sería el 2 o 3 de junio, en el monte Wall. Salimos desde el puesto del teniente primero Carlos Alberto Arroyo, jefe de la compañía “B” en el monte Harriet, de destacada actuación, un gran oficial, para tener en cuenta ... Tomamos el armamento, nos enmascaramos y salimos hacia el Wall. Debimos andar haciendo zigzag para atravesar varios campos minados ... Habíamos coordinado fuego de artillería para las veintidós horas y teníamos que alcanzar un punto. A esa hora la primera batería empezó a batir el Wall. Cuando iba a hacer fuego la segunda batería, el mayor Aldo Rico apreció que lo iba a hacer donde estábamos nosotros. Ordenó entonces milagrosamente adelantarnos como ciento cincuenta metros a una especie de zanjón ... El mayor no quiso perder más tiempo y ordenó el asalto al monte. Pasamos al ataque y nos encontramos con que los ingleses se habían retirado abandonando todo; supongo que por el fuego de artillería. Había mucho equipo: mochilas completas, bolsas cama, cascos, telémetros laséricos, radios, baterías de radio, linternas de señales, comida, varios dispositivos de antenas. Es decir, era todo un equipo para un puesto adelantado para pasar información hacia atrás. Con sofisticados elementos además para la detección de nuestras posiciones, tanto para apuntar como para reglar la artillería.[5]

Al día siguiente las la Tropa 10 volvió a ocupar el puesto de observación del monte Wall sin ninguna oposición.[6]

El Puesto de Mando del Regimiento 4 pronto se convierte en un palco para observar el desarrollo de la operaciones en la zona de los montes Kent y Challanger. Allí se posicionan el teniente primero Carlos Alberto Arroyo, como comandante encargado de la Compañía B, y el capitán Tomás Fox, observador adelantado del Grupo de Artillería 3.

El 7 de junio, desde la posición del regimiento se avistó un buque descargando material en Bahía Agradable, lo que se informó al comando de agrupación. Al día siguiente eran dos los buques y se informó nuevamente, produciéndose el exitoso ataque aéreo sobre ellos (eran el Sir Galahad y el Sir Tristram).

Preludio

El 8 de junio el Regimiento 4 recibe refuerzos a órdenes del teniente primero Ferrari del Sel del Regimiento de Infantería 1 “Patricios”.[7]​En la noche del 8-9 de junio, la acción se extiende por toda la Zona de Defensa Exterior, cuando la Tropa 1 al mando del teniente Mark Townsend de la Compañía K del 42 CDO, intento infiltrar el norte del monte Harriet, matando a dos argentinos (el cabo Hipólito Gónzalez y el soldado Martiniano Gómez del 3.er Pelotón del subteniente Jiménez Corbalán[8]​) antes de retroceder y caer bajo fuerte fuego de nuevo, esta vez de los hombres del 3.er Pelotón del subteniente Marcelo Llambías Pravaz en Dos Hermanas Sur. Según Llambías Pravaz “El día 8 una fracción bastante nutrida de ingleses se infiltró por Goat Ridge, que es una formación de piedras de 15 metros de altura que está entre Dos Hermanas y Harriet. Allí, los ingleses fueron rechazados por la compañía de comandos del Regimiento 4, acción en la que se destacaron el subteniente Pasolli y el teniente 1º Galoy. Se les tiró con morteros pesados que estaban al mando del subteniente Juárez. ¡Eran un espectáculo los morteros pesados! Allí los ingleses tratan de replegarse y se dan de lleno con una sección que estaba al mando de un compañero mío del Colegio Militar, el subteniente Giménez Corbalán, también en comisión. Ellos vuelven a rechazarlos y entonces los ingleses, que abandonan equipos, se dirigen –en un último repliegue hacia monte Dos Hermanas. Allí estábamos nosotros con dos ametralladoras. Teníamos cuatro visores nocturnos muy buenos y les causamos muchas bajas. Al día siguiente no encontramos muertos –los ingleses tenían esa costumbre de llevárselos- pero sí encontramos cualquier cantidad de material abandonado. Les causamos muchas bajas porque yo, sinceramente, los vi caer.”[9]​Al mismo tiempo, dos pelotones pertenecientes al 45 CDO intentaron hacer lo mismo en cerro Dos Hermanas, pero el radar de vigilancia terrestre RASIT en las primeras líneas argentinas, detectó a las patrullas de combate enemigas, y el fuego ordenado por el mayor Carlos Eduardo del Valle Carrizo Salvadores en monte Longdon dispersó a los comandos británicos.[10][11]​Cerca del atardecer del 9 de junio los hombres de Soria detectaron la presencia de tropas británicas que habían tomado posiciones adentro Port Harriet House, al sur del monte Harriet. La Sección Exploración del Regimiento 4 al mando del subteniente Jorge Pasolli recibió instrucciones de desalojar a los británicos del lugar y el Pelotón de Reconocimiento de la Guardia Escocesa fue forzado a evacuar el edificio bajo fuego de morteros argentinos que hirió a tres hombres, incluido el sargento Ian Allum.

Durante una semana el Regimiento 4 defendió los monte Dos Hermanas y Harriet de los ataques de patrulla reforzadas de los marines reales. Cada vez que los comandos británicos penetraban la zona las tropas argentinas contratacaban y desalojaban a los infiltradores con sus fusiles, ametralladoras y morteros. El subteniente Jiménez Corbalán dice “Hay que comprender que los combates anteriores, el del 7 y el 8 fueron exitosos para los argentinos. El resultado de la guerra fue adverso y se peleó muy bien y ahora estamos en entrando en una faceta en donde debemos sentirnos orgullosos de lo que pasó, para entender y afrontar el futuro”.[12]

En la mañana del 11 de junio, Vaux dio orden de ataque al 42 CDO. La Compañía K recibió la orden de atacar el extremo oriental de la montaña, mientras que la compañía L atacaría por la saliente sur de la montaña. La Compañía J lanzaría un ataque de distracción (con nombre en clave Vesubio) en el extremo occidental del monte Harriet.

En las últimas horas del 11 de junio las compañías K y L se trasladaron de su área de reunión en el monte Challenger (que se encontraba al oeste de Monte Harriet) y se dirigieron al sur, en torno a su objetivo, a través de un campo minado, hacia sus respectivas líneas de partida. La Compañía J rodeó el campo minado en la oscuridad para lanzar su ataque de distracción desde el monte Wall.

La batalla

Un impresionante poder de fuego cayo sobre los montes Harriet y Dos Hermanas el 11 de junio con bombardeos aéreos complementando la artillería de campaña británica que mató a dos soldados argentinos e hirió a más de veinticinco.[13]​ Posteriormente John Witheroe, uno de los corresponsales de guerra británicos, relató lo siguiente sobre el fuego de ablandamiento:

Estábamos involucrados en un ataque de una noche en el monte Harriet, cuando las guardias galeses venían como refuerzo. Esto supuso una marcha de varias horas durante una noche muy oscura, a través de un campo de minas. Fuego de artillería esporádicos ralentizaba nuestro progreso tremendamente. Finalmente llegamos a la base del monte Harriet, que era blanco de un increíble bombardeo desde una fragata en la costa. La montaña entera parecía estar a punto de estallar en llamas. Parecía imposible que alguien pudiera sobrevivir a un ataque así. Esto se prolongó por más de una hora, proyectil tras proyectil, silbando sobre nuestras cabezas y golpeando la montaña. Finalmente se cesó y los infantes de marina avanzaron. Para nuestra sorpresa, parecía haber una cantidad increíble de lucha en marcha. Había un montón de fuego de trazadoras. La noche entera estaba iluminada por resplandores, que cubrían con un manto mortal e irreal a toda la escena.[14]

Los argentinos respondieron de la misma manera, el capitán Fox, dirigió andanadas de artillería que cayeron entre los hombres de la Compañía B del 7º de Gurkas del Duque de Edinburgo en el área de bahía Agradable, hiriendo seriamente a tres gurkas, incluido el cabo Gyanendra Rai que casi se desangra. Rai, que fue condecorado con la medalla del Atlántico Sur, describió los primeros momentos al descubrir que estaba herido así: «Estaba absolutamente convencido de que moriría. Tenía un dolor intenso. Era como si alguien me hubiera dado con un mazo de dos kilos en el costado[15]​ La Compañía K del capitán Peter Babbington cruzó su línea de salida y procedió a subir la montaña sin ser detectados, acuchillando a dos centinelas en su camino, según el historiador Hugh Bicheno. Seguían sin ser detectados hasta que llegaron a las posiciones del pelotón de morteros del subteniente Mario Juárez y decidieron atacarlos rápidamente. Fueron asistidos en su avance por la fragata HMS Yarmouth, además de artillería y morteros. Durante este enfrentamiento muere el cabo Laurence G Watts al entrar en una carpa y recibir un disparo en el corazón.

A unos 150 metros del puesto de comando de Soria, el cabo Steve Newland rodeó por detrás a un grupo de argentinos (al mando del teniente primero Jorge Alejandro Echeverría,[16]​ oficial de inteligencia del Regimiento 4) que estaban preparando una emboscada. Aunque estaban colocados media docena de fusileros argentinos detrás de una ametralladora para enfrentarse a cualquiera que se acercara, Newland se colocó dentro del alcance de la ametralladora enemiga para atacarla. Lanzó granadas de mano a dos soldados argentinos a cargo de la ametralladora pero recibió disparos en ambas piernas intentando llegar a la parte trasera de la posición de la ametralladora. Con la ametralladora enemiga fuera de servicio, los cabos Mick Eccles y Ward Sharky fueron capaces de despejar la posición con la ayuda del infante de marina Lingard. Por esta acción los tres cabos fueron condecorados.

Relata el teniente primero Echeverría:

Los ingleses que intentaban avanzar estaban en el mismo cerro que yo, como en una saliente que quedaba enfrente de nosotros, que era como una mesetita más alta que el lugar donde estábamos. En el centro, había una gran roca en un pequeño vallecito. Los ingleses entonces se ponían ahí, porque les surtíamos por todos lados ... Era un fuego disperso totalmente, la intensidad del combate había disminuido excepto al frente, donde estaba el teniente primero Carlos Alberto Arroyo con su compañía, desde donde se escuchaba un volumen de fuego mucho mayor. Se ve que pudieron cambiar de posición, porque estaban combatiendo muy fuerte ... La cuestión es que seguí en el cerro, ya tenía los dos heridos y seguíamos resistiendo bien. En ese momento teníamos tres soldados a la retaguardia, tres FAL más conmigo que cambiábamos de posición en unos quince metros de frente por cinco, y el cabo con el visor y los heridos. Era un pequeño lugar que dominábamos bien ... La cuestión es que en ese lado ya no se combatía, pero en Dos Hermanas sí se veía el entrecruzamiento de disparos. Yo, como dije, no me imaginaba qué había pasado con mis tres soldados de la retaguardia y me preguntaba qué había ocurrido con esos changos mientras combatía hacia el frente. Después desgraciadamente, incluso a través de los ingleses, comprobé que estaban muertos.[17]

Un número creciente de soldados argentinos empezaron a rendirse, principalmente reclutas del pelotón de exploración del RI 4, pero el comandante de la Compañía B del Regimiento 4 y varios oficiales y suboficiales todavía siguieron luchando, según sus órdenes.[18]​Las tropas a cargo de las ametralladoras pesadas, en general, también seguían en sus posiciones combatiendo.[19]

La Compañía L cruzó su línea de salida poco después de la Compañía K y casi de inmediato vinieron estar bajo fuerte fuego de ametralladoras del pelotón del subteniente Pablo Oliva (ahora coronel) que defendía la saliente sur. Estas armas no serían silenciadas hasta ser alcanzadas por varios misiles antitanque MILAN y el fuego de seis piezas de artillería de 105 mm disparando desde el monte Challenger.[20]​Les llevó a los infantes de marina de la compañía seis horas avanzar 600 metros debido a la fuerte resistencia,[21]​siendo disparados por al menos siete ametralladoras, que hirieron a catorce hombres, incluidos el segundo al mando de la Compañía L y un comandante de pelotón (teniente David Pusey a cargo de la Tropa 6).[22]

El subteniente Marcelo Llambías Právaz recuerda que:

Digamos que ese ataque no fue esperado. Los ingleses, muy hábilmente, entraron por los morteros pesados, ahí es donde el teniente 1º Echeverría reúne a la gente…, digamos que la principal fracción orgánica que combate es la compañía comando, o sea se agrupó al personal, prácticamente fue el personal de cuadros, más que soldados. El jefe del regimiento se ve obligado a abandonar el puesto de comando que es tomado por el enemigo. Y se va con la compañía B. Ahí combaten a las órdenes del teniente 1º Galoy y el jefe de la sección de comunicaciones, que era el subteniente Duarte, y la acción se prolonga hasta las 4 o 5 de la mañana. Hubo mucho personal de cuadro herido, por ejemplo el subteniente Bruní, que fue herido al frente de su sección. Allí se destacaron el teniente García y el teniente Pasolli. [23]

El capitán Fox por su parte, relató:

Se comenzó a hacer insostenible la posición y el jefe del Regimiento decidió ir él personalmente hacia la Compañía B para organizar un contraataque allí arriba. El había mandado a pedir ya una sección pero la cuestión es que el que fue a pedirla no llegó o se demoró. Ante la previsión de que el puesto de comando cayese, nos ordenó que quemásemos las claves; estábamos allí un suboficial radioperador y yo, que había estado colaborando con la dirección del fuego. Una vez que el jefe del Regimiento se hubo ido, el general Jofre quiso hablarle y pidió al suboficial que lo comunicara con él; yo le dije que había constituido el puesto de comando en la compañía B. Entonces el general le dijo al suboficial: "¿Y usted que hace ahí? Vaya con su jefe que yo quiero hablar con él!" El suboficial le contestó: "Sí, mi general", y salió con la radio. Y me quedé solo dentro de la cueva prendiendo fuego a la documentación. [24]

Antes del amanecer el teniente Jerry Burnell al mando de la Tropa 5 de la Compañía L recibió órdenes de procedar a un afloramiento de rocas al sur del Cordón de la Cabra (Goat Ridge).[25]​El pelotón de marines reales avanzó y pronto se encontraron bajo el fuego del 3.er Pelotón del subteniente Jiménez Corbalán (apoyados por una sección a órdenes del sargento Jorge Alberto Rivero del Regimiento de Granaderos a Caballo del General San Martín) que cubría la retirada argentina y Jiménez Corbalán perdería dos conscriptos muertos esa noche (Juan José Acuña y Carlos Epifanio Casco) pero los atacantes fueron obligados a retroceder y pedir que le enviasen varias ametralladoras.[26]​ El pelotón británico sufrió un herido en esta acción. La Compañía L abrió fuego con 15 ametralladoras y los hombres del teniente Burnell avanzaron de nuevo. Tomaron tres prisioneros, aunque la mayoría de los hombres de Jiménez Corbalán se habían retirado, junto con dos pelotones de fusileros de los subtenientes Celestino Mosteirín y Oscar Augusto Silva quienes tomaron nuevas posiciones en monte Tumbledown adonde perderían seis hombres muertos. A lo largo de la mañana del 12 de junio se produjeron nuevos combates, incluido uno con un conscripto decidido de la Compañía B, situado en una posición justo por debajo de la cumbre, que detuvo a la Compañía L con disparos precisos hasta que cayó a causa de un disparo de obús antitanque disparado a corta distancia.[27]​En algún momento de la madrugada, mientras el 3.er Pelotón del subteniente Jiménez Corbalán se dirigía a nuevas posiciones en el monte William, el oficial quedó cegado temporalmente al accionar una trampa explosiva cuando dirigía a hombres a través de un campo de minas. En cuanto a su herida, Jiménez Corbalán contó que “soy herido en el amanecer del 12 de junio, cuando encabezando un cambio de posición, me dirijo al Monte Williams y entró en un campo minado. Entonces piso un artefacto explosivo y volé por los aires, perdiendo el conocimiento y proyectado dentro del campo minado, por la onda expansiva. Hay dos soldados (Teodoro Flores y Carlos Salvatierra).... que deciden entrar al campo minado y me rescatan. Se arriesgan y me rescatan, hay que entender el valor superlativo por ello”.[28]

Consecuencias

La batalla fue un ejemplo clásico de buena planificación y del uso de la distracción y la sorpresa, en su avance hacia su objetivo principal Puerto Stanley. Dos infantes de marina británicos (el cabo Laurence G Watts y el cabo Jeremy Smith) resultaron muertos, y 30 marines reales fueron heridos.[29]​Otros seis soldados británicos más (3 guardias escoceses y 3 gurkas) fueron heridos por el fuego de morteros y artillería argentina dirigidos desde el Puesto de Mando del Regimiento 4 en monte Harriet. Dieciocho soldados argentinos murieron defendiendo el monte Harriet, incluidos los caídos en las acciones patrullas y por el bombardeo enemigo. El subteniente Lautaro Jiménez Corbalán estaba al mando inicialmente de 45 hombres y cuenta que “Tuvimos 6 muertos en combate, un suboficial y 5 soldados y 14 heridos, entre los cuales estaba yo, pero todos hemos vuelto con alguna herida, en el cuerpo o en el alma”.[30]​Algunos periodistas británicos describieron a los soldados argentinos como conscriptos inexpertos que se rindieron tras los primeros disparos, pero el suboficial principal de los marines reales John Cartledge, que servió en la compañía L durante la batalla, los desmintió diciendo que los argentinos eran buenos soldados que habían luchado bien:

Ellos usaron las tácticas que les habían enseñado sobre el principio muy bien, estaban bastante preparados para un ataque. Ofrecieron una fuerte resistencia del principio hasta el fin. Además estaban mejor equipados que nosotros. Nosotros teníamos visores nocturnos de primera generación, que eran grandes piezas de equipo pesado, mientras que los argentinos tenían visores nocturnos de segunda generación americanos que eran compactos y mucho mejores que los que teníamos nosotros. La deficiencia que expusimos es que ellos tenían planeado un ataque por el un extremo occidental de la montaña y por lo tanto, no se había molestado en ampliar sus posiciones defensivas hasta el extremo oriental, donde finalmente atacamos.[31]

Un general británico achacó su éxito a la habilidad de su infantería de marina y a su profesionalidad:

Lo que se necesitaba era velocidad, pero sin ser un maldito estúpido. Los israelíes lo habría hecho mucho más rápido, pero con muchas más bajas.[32]

El comando 42 capturó 300 prisioneros en el monte Harriet, y por la valentía mostrada en el ataque, la unidad fue condecorada con una Orden del Servicio Distinguido, una cruz de guerra, cuatro medallas militares y ocho hombres recibieron menciones en los despachos.[33]

Referencias

  1. "El 28 de mayo, ante la inminente caída de Darwin-Goose Green, el Regimiento fue agregado a la Agrupación de Ejército Puerto Argentino y dos días más tarde ocupó una nueva posición para desempeñarse como escalón seguridad de la posición defensiva de la capital de las islas. En el desplazamiento al nuevo emplazamiento, el material fue transportado en parte por dos helicópteros, que lo dejaron disperso en una amplia zona, lo que motivó un ímprobo trabajo al personal, que debió llevar material pesado a brazo hasta las alturas, lo que se realizó durante todo el tiempo de permanencia en la posición, y a partir del 31 de mayo bajo el fuego de la artillería enemiga. Mientras se efectuaba el cambio de posición, un Harrier atacó con cohetes a media docena de camiones Unimog vacíos que se habían empantanado en la turba y a un tractor requisado en Puerto Argentino que había intentado infructuosamente sacarlos, destruyéndolos a todos." (EL RI 4 EN MALVINAS, Diego Alejandro Soria, www.aveguema.org.ar
  2. Nine battles to Stanley, Nicholas Van der Bijl, p. 148, Leo Cooper, 30/09/1999
  3. 5th Infantry Brigade in the Falklands 1982. Nicholas Van der Bijl, David Aldea. p. 166. Leo Cooper, 2003
  4. ¡Volveremos!, Jorge R. Farinella, p. 110, Editorial Rosario, 1984
  5. Médico y capitán en las Islas Malvinas
  6. "Mawhood's Troop was evacuated to Teal Inlet to be reissued with equipment and the patrolling now fell to Captain David Wheen's L Company". 5th Infantry Brigade in the Falklands 1982. Nicholas Van der Bijl, David Aldea. p. 167. Leo Cooper, 2003
  7. "En la segunda semana de junio se recibió agregada una sección del Regimiento de Infantería 12, que no había podido reunirse con la masa de su unidad y fueron recuperadas dos secciones de tiradores de la compañía A, que fueron agregadas al punto de apoyo de Two Sisters. También se recibió el refuerzo de ametralladoras MAG del Regimiento de Granaderos a Caballo con sus dotaciones." (EL RI 4 EN MALVINAS, Diego Alejandro Soria, www.aveguema.org.ar/
  8. 5th Infantry Brigade in the Falklands 1982. Nicholas Van der Bijl, David Aldea. p. 174. Leo Cooper, 2003
  9. La Guerra de Las Malvinas, pp.?, Editorial Oriente, 1987
  10. El mayor dice: La noche del 8 al 9, nuevamente el Sargento Nista (operador del radar) me informó sobre la presencia del enemigo, quien estaba ubicado en el mismo lugar que la vez anterior, pero ahora, separados en grupos: a 1.500 m el primero, 2.000 m el segundo, 3.000 m el tercero y 4.000 m el cuarto, tomadas estas distancias desde la posición del radar". (Martín Antonio Balza, Malvinas: Relatos de Soldados, p. 80, Círculo Militar, 1986)
  11. El 9 de junio el teniente David Stewart del Batallon de Comando 45 recibe instrucciones de efectuar un "raid" sobre las posiciones en Dos Hermanas Sur y dice: "It was unfortunate that the previous night's patrol carried out by two troops,one each from Z and Y Companies, had been forced back by a heavy artillery barrage". (The Falklands War: The Day by Day Record from Invasion to Victory, p. 314, Marshall Cavendish Limited, 1983)
  12. Presentan “Malvinas en Primera Línea”, 14/06/2013
  13. Según el teniente primero Jorge Alejandro Echeverría: "El regimiento tuvo arriba de veinticinco heridos y dos muertos en este fuego de preparación". (Carlos M. Túrolo, Así lucharon, p. 78, Editorial Sudamericana, 1982)
  14. Speaking Out: Untold Stories from the Falklands War, p. 271, Andre Deutsch, 1989
  15. Gurkha who needs war wound treated is barred from UK, By DANIEL BATES, MailOnline, 18 de junio de 2007
  16. Kasanzew, Nicolás. «La Silenciada Proeza del Cabo Primero (EA) Roberto Basilio Baruzzo». Buenos Aires: Fundación Marambio. Consultado el 27 de diciembre de 2013. 
  17. "ASI LUCHARON", extraído del libro de Carlos Turolo
  18. "Tras recibir la autorización del Comandante de la Agrupación, ordené el repliegue de los elementos que no estaban aferrados y me trasladé, acompañado del S-2 de la plana mayor, Teniente 1.º Carluci, al emplazamiento de la compañía B que, a órdenes de su jefe Teniente 1.º Arroyo, continuaba combatiendo por el fuego en la ladera O del cerro. Eran alrededor de la 0300 hs y el enemigo se aproximaba al puesto de comando del regimiento. En esa oportunidad perdí el contacto con el Comando de la Agrupación." (EL RI 4 EN MALVINAS, Diego Alejandro Soria, www.aveguema.org.ar/
  19. Operation Corporate: The Falklands War, 1982, Martin Middlebrook, p.349, Viking, 1985
  20. Nine battles to Stanley, Nicholas Van der Bijl, p.186, Leo Cooper, 30/09/1999
  21. "It took L Company nearly six hours to advance 600 metres". Nine battles to Stanley, Nicholas Van der Bijl, p. 186, Leo Cooper, 30/09/1999
  22. Según el mayor David Wheen: "Habíamos recibido la orden de estar preparados para seguir adelante con el ataque hacia Monte Tumbledown y Monte William si el enemigo huyera de nuestro ataque inicial y el tiempo lo permitiera. Al amanecer era obvio que no estábamos en posición de atacar. Estábamos agotados, sin munición y sufriendo bajas significativas. Mi segundo encargado, un radio operador, mi ametralladorista del puesto de comando táctico y uno de mis comandantes de pelotón habían sido baleados, y otros 10 más también estaban heridos. Un comandante de pelotón yo descubri estaba sufriendo de fatiga de combate". http://www.globalsecurity.org/military/library/report/1986/WDG.htm The Falkland Islands War 1982: A Rifle Company Commander's Perspective]
  23. La Guerra de las Malvinas, p. 557, Editorial Oriente, 1987
  24. CARLOS TUROLO, Así Lucharon, página 214, Editorial Sudamericana
  25. "La Tropa 5 fue entonces enviado adelante al próximo objetivo justo al norte de la cumbre, pero fue inicialmente contenido hasta que la resistencia enemiga se derrumbó bajo el fuego de mortero y artillería". Part 46. 42 COMMANDO'S APPROACH TO and BATTLE FOR MOUNT HARRIET
  26. "Sin embargo, desde sus posiciones en la vertiente norte el pelotón bajo el subteniente Lautaro Jiménez-Corvalan siguió resistiendo el avance de los Comandos de Marines Reales y así es que quince ametralladoras fueron subidas a la posición para martillar al pelotón argentino y la Tropa 5 movió para el combate a corta distancia. Al acercarse los argentinos se retiraron". Mount Harriet &Two Sisters: The Argentinian Story
  27. Operation Corporate: The Falklands War, 1982, Martin Middlebrook, p.349, Viking, 1985
  28. Presentan “Malvinas en Primera Línea”, 14/06/2013
  29. Cuenta el capitán David Wheen: "2 Cñías de 42 CDO habían tomado una posición de regimiento a costa de 2 muertos y 30 heridos." The Falkland Islands War 1982: A Rifle Company Commander's Perspective
  30. Presentan “Malvinas en Primera Línea”, 14/06/2013
  31. British Royal Marine returns to Battlefield, Merco Press, South Atlantic News Agency, 15/04/2002
  32. Robert Fox, Eyewitness Falklands, p. 296
  33. Naval History.net

Enlaces externos