Banco de tiempo

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Moneda de pago del truck system en 1833.

Un banco de tiempo es una iniciativa comunitaria de intercambio de tiempo, que emula simbólicamente el funcionamiento de un banco, pero en el cual aquello que se "presta" y se "recibe" es tiempo dedicado a servicios a las personas. Este mecanismo de intercambio multilateral tiene por objetivo establecer una red de ayuda mutua y reforzar los lazos comunitarios de un barrio, pueblo o ciudad.

Hay antecedentes de intercambios basados en unidades de tiempo desde el siglo XIX, en concreto la Cincinnati Time Store, proyecto impulsado por el anarquista estadounidense Josiah Warren. Desde entonces, los bancos de tiempo modernos forman parte de un importante movimiento mutualista y cooperativista, tanto en los Estados Unidos, como posteriormente en Europa y en el resto del mundo, iniciado por Edgar S. Cahn a partir de la década de 1980. Cahn concibió el mecanismo de los time dollars o bancos de tiempo en un momento de crisis económica y de recortes en los servicios del Estado del Bienestar estadounidense. Su objetivo era solucionar problemas de la "economía de mercado", que no valora suficientemente algunos servicios, a través de un mercado complementario de intercambio de tiempo que se adapta a lo que él denomina "economía de base" informal y no monetaria.

Los bancos de tiempo son grupos de personas motivadas para intercambiar sus saberes, dedicándolos a tareas puntuales de atención a las personas: niños, gente mayor, gente enferma, etc., fomentando así la oportunidad de conocer y confiar en los otros. Los intercambios más habituales se refieren a actividades socio-culturales, o a actividades relacionadas con las necesidades de la vida diaria. Este mecanismo, facilitador de intercambios voluntarios basados en la confianza, se basa en las evidencias de que en los pueblos y en las ciudades hay valores comunitarios fuertemente arraigados. Los bancos de tiempo constituyen una herramienta de regeneración de las comunidades que permite la convivencia cooperativa y la autonomía personal.

Funcionamiento

Se trata básicamente de intercambiar necesidades por habilidades, sin ánimo de lucro ni ninguna mediación monetaria. El usuario recibe un servicio de un miembro del club durante un periodo, y se compromete a prestar un servicio igualmente prolongado. Es decir, "funciona a través de créditos mutuos en forma de tiempo". Cada usuario recibe un talonario para efectuar los pagos, y es titular de una "cuenta corriente" que registra el saldo de tiempo disponible. La unidad de intercambio es la hora, independientemente del servicio que se ofrezca o que se reciba. Cada servicio, conocimiento o habilidad intercambiada tiene el mismo valor, medido en unidades de tiempo, independientemente de que el donante sea un principiante o un experto.

Las transacciones se regulan con el intercambio físico de unos cheques de tiempos, que se dan en forma de talonario a los socios del banco. Una secretaría centraliza la gestión de ofertas y demandas, posando en contacto a las personas, y controlando el estado de saldo de las horas dadas y recibimientos.

Los intercambios no son bilaterales ("yo te doy y tú me das"), sino multilaterales: se ofrece oferta y demanda a una bolsa de servicios, conocimientos y habilidades del banco de tiempo de forma que la persona A ayuda a B, B ayuda a C, C ayuda a D, y D ayuda a A.

Los bancos de tiempo en Cataluña

Los bancos del tiempo en Cataluña se impulsan habitualmente desde los ayuntamientos en colaboración con la red asociativa y vecinal, a menudo con el apoyo de la Asociación Salud y Familia que coordina la Red Estatal de Bancos de Tiempo.

En 1997 la directora del Centro Cívico del Guinardó, Cinta Llorens, en representación del Ayuntamiento de Barcelona, y la directora de la Asociación Salud y Familia Elvira Méndez propusieron en el Centro de Cultura Popular Montserrat llevar la gestión del primer Banco de Tiempo en Cataluña.

En Cataluña hay un importante número de bancos de tiempo: Barcelona (varios en diferentes barrios), Terrassa, Sabadell, Reos, Cerdanyola del Vallès, Ripollet, Sant Cugat del Vallès, Sant Joan Despí, Gavà, Santa Maria de Palautordera, Arenys de Mar, en Girona el Banco de Tiempo Pont del Demoni y el del barrio de Palau, Vilanova i la Geltrú, Vilafranca del Penedès, Cambrils, Vilanova del Camí entre otros municipios.[1]

Referencias

  1. Ciutadania 4.0 (ed.). «Mapa de bancs del temps». Consultado el 22 de octubre de 2011. 

Véase también

  • Banco del tiempo escolar

Enlaces externos