Autoalojamiento (servicios web)

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El autoalojamiento (en inglés: self-hosting) es la práctica de ejecutar y mantener un sitio web o un servicio utilizando un servidor web privado, en lugar de utilizar un servicio controlado por otra persona. El autoalojamiento permite a los usuarios tener más control sobre sus datos, privacidad e infraestructura informática, además de ahorrar costes y mejorar sus conocimientos.[1][2]

Historia[editar]

La práctica de autoalojar servicios web se hizo más factible con el desarrollo de la computación en nube y las tecnologías de virtualización, que permitían a los usuarios ejecutar sus propios servidores en hardware remoto o máquinas virtuales. El primer servicio público en la nube, Amazon Web Services (AWS), se lanzó en 2006, ofreciendo Simple Storage Service (S3) y Elastic Compute Cloud (EC2) como sus productos iniciales.[3]

Los servicios web de autoalojamiento se hicieron más populares con el auge del software libre y los proyectos de software de código abierto que ofrecen alternativas a varios servicios y aplicaciones basados en la web, como el almacenamiento de archivos, la gestión de contraseñas, la transmisión multimedia, la automatización del hogar y más. También existe una importante comunidad de aficionados al autoalojamiento, formada por aficionados, profesionales de la tecnología y personas concienciadas con la privacidad.[2][4]

Ventajas[editar]

Algunas de las ventajas del autoalojamiento son:[1]

  • El usuario tiene control total sobre sus datos y puede decidir cómo y dónde se alojan.
  • El usuario puede personalizar el diseño y la funcionalidad del sitio según sus preferencias y necesidades.
  • El usuario puede ahorrar dinero utilizando un servicio de alojamiento más barato o combinando varios servicios en un servidor.
  • El usuario puede mejorar sus habilidades y conocimientos aprendiendo a configurar y gestionar su propio servidor y servicios.
  • El usuario puede evitar depender de proveedores externos que pueden tener problemas de privacidad, fallos de seguridad, interrupciones o cambios en sus políticas.

Desafíos[editar]

Algunos de los retos del autoalojamiento son:[1][5]

  • El usuario tiene que asumir la responsabilidad de mantener y actualizar su servidor y servicios, lo que puede requerir conocimientos técnicos y tiempo.
  • El usuario tiene que asegurarse de que su servidor y sus servicios son seguros y cumplen las leyes y normativas pertinentes.
  • El usuario tiene que hacer frente a posibles problemas como fallos de hardware, problemas de red, cortes de electricidad o ataques malintencionados.
  • El usuario tiene que encontrar proveedores de alojamiento fiables y asequibles que ofrezcan las características y recursos que necesita.

Ejemplos[editar]

Hay muchos ejemplos de servicios y aplicaciones autoalojados que pueden sustituir o complementar a los basados en web, como:

Véase también[editar]

Referencias[editar]

  1. a b c Fitzpatrick, Jason (21 de noviembre de 2022). «Here’s Why Self-Hosting a Server Is Worth the Effort». How-To Geek. Consultado el 14 de enero de 2022. 
  2. a b Devine, Richard (28 de diciembre de 2021). «How I fell into the self-hosting rabbit hole in 2021». Windows Central. Consultado el 14 de enero de 2022. 
  3. «A Brief History of AWS». The Media Temple Blog. Consultado el 14 de enero de 2022. 
  4. «Meet the Self-Hosters, Taking Back the Internet One Server at a Time». Vice. Consultado el 14 de enero de 2022. 
  5. «What is Self-hosting?». Computer Hope. Consultado el 14 de enero de 2022. 

Enlaces externos[editar]