Amaxofobia
Amaxofobia es la fobia o miedo a conducir un vehículo que puede deberse, por ejemplo, a la inseguridad, a la participación de seres queridos en accidentes o a cualquier tipo de recuerdo doloroso relacionado. Etimológicamente, la palabra "amaxofobia" proviene del griego αμαχος ('amaxos' «carro») y φοβία ('fobia' «temor»). A menudo se manifiesta en verdaderos ataques de pánico y diversos individuos que padecen de amaxofobia se quejan de ansiedad y agitación en los días u horas que tienen que conducir un vehículo.
Puede presentarse en distintos grados, hasta el extremo en que esta fobia afecta la vida social del individuo; por ejemplo, evitando salir si no hay alternativas de transporte. Esto puede afectarlo profesionalmente, debido a los problemas que le ocasiona el no poder trasladarse. Se estima que unas 15.000 personas lo padecen en España de las que el 87,5% son mujeres y el 12,5% son hombres.[1]
Clínicamente, es catalogada como fobia específica o trastorno de ansiedad causado por un miedo irracional a la exposición de objetos o situaciones específicas y, en casos graves, a representaciones.
No debe confundirse con el temor característico de los conductores novatos, el cual se puede ir superando por medio de la práctica constante.
La amaxofobia puede superarse con terapia psicológica cognitiva-conductual,[1] establecida en las fases de:
- Toma de conciencia, para conocer como se ha instaurado en nuestra conducta y como se mantiene.
- Técnicas de afrontamiento: Técnicas de relajación y control del pensamiento catastrofista.
- Exposición: Acercamiento progresivo a los estímulos fóbicos presentes en la conducción.
Referencias
- ↑ a b Sara Montejano. «Amaxofobia: miedo a conducir.». Consultado el 09-07-2014.