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Uno de los primeros hitos conocidos en la historia de la lucha obrera encabezada por mujeres data del año 1881: las maestras [[Provincia de San Luis|puntanas]] lideradas por Enriqueta Lucero de Lallemant realizaron una huelga por falta de pago durante ocho meses de sus salarios en la yascuela Graduada y Superior de la [[provincia de San Luis]], lo que constituye una de las primeras huelgas docentes del mundo.<ref>{{Cita web|url=http://www.pcr.org.ar/nota/temas-ideol%C3%B3gicos/la-primera-huelga-docente|título=La primera huelga docente|fechaacceso=20/10/16|autor=|enlaceautor=|fecha=|idioma=|sitioweb=|editorial=}}</ref> |
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Entre 1895 y 1914 la cantidad de mujeres empleadas en la industria fue de 15,7% y 14,5% respectivamente, predominando claramente en las industrias textil y de indumentaria -donde superaban la mitad-, en las industrias cigarrera y frigorífica, y en oficios puntuales como los servicios telefónicos y venta en las casas de comercio.<ref>{{Cita libro|apellidos=Lobato|nombre=Mirta Zaida|enlaceautor=|título=Historia de las trabajadoras en la Argentina (1869-1960)|url=|fechaacceso=|año=|editorial=|isbn=|editor=|ubicación=|página=|idioma=|capítulo=}}</ref> |
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Revisión del 12:49 8 jun 2017
Historia
El Anarquismo y las primeras manifestaciones feministas
Uno de los primeros hitos conocidos en la historia de la lucha obrera encabezada por mujeres data del año 1881: las maestras puntanas lideradas por Enriqueta Lucero de Lallemant realizaron una huelga por falta de pago durante ocho meses de sus salarios en la yascuela Graduada y Superior de la provincia de San Luis, lo que constituye una de las primeras huelgas docentes del mundo.[1]
Entre 1895 y 1914 la cantidad de mujeres empleadas en la industria fue de 15,7% y 14,5% respectivamente, predominando claramente en las industrias textil y de indumentaria -donde superaban la mitad-, en las industrias cigarrera y frigorífica, y en oficios puntuales como los servicios telefónicos y venta en las casas de comercio.[2]
La mujer fue parte activa del movimiento sindical argentino desde sus inicios. Se conocen publicaciones obreras exclusivamente femeninas, como el periódico La Voz de la Mujer (1896-1899), dirigido por la anarcosindicalista Virginia Bolten, que tenía el lema de “Ni dios, ni patrón, ni marido”, por lo que podría considerarse como una primera manifestación obrera y explícitamente feminista.[3] El periódico convocaba a las mujeres a rebelarse contra la opresión masculina, pero sin abandonar la lucha proletaria y era crítico a toda forma de autoridad: eclesiástica, patronal, estatal y familiar.
Ya por la década de 1910, Carolina Muzilli publicó una investigación para una exposición sobre servicio social en Ghent, Bélgica, el cual fue muy elogiado por los oficiales del Gobierno de su ciudad. Su encuesta más interesante demostró que incluso en 1919, hubo un gran número de mujeres que trabajan en fábricas de calzado, fábricas de ropa, y muchos otras clases de pequeñas fábricas en Argentina. Según lo que la estadística indicaba, en aquel tiempo existían 205,851 mujeres asalariadas trabajando en fábricas y casas comerciales de Buenos Aires. Estas mujeres eran mal remuneradas, teniendo que trabajar largas horas sin ningún privilegio, y siempre recibiendo un sueldo menor que el de los hombres. Cuando Muzilli empezó sus investigaciones, se encontró con un perjuicio tan grande que era imposible obtener datos, hasta que consiguió trabajo en una de las fábricas. Por varios meses, continuó en estas actividades hasta que sacó a la luz este notable estudio de las condiciones laborales de las mujeres, uno de los muy pocos estudios científicos de condiciones industriales de las mujeres que se han hecho en Latinoamérica en aquel tiempo.
El derecho de la mujer en la legislación
La ley argentina establecía diferencias entre los sexos, en perjuicio de la mujer. La ley limitaba su condición y la excluía de la administración de propiedad familiar; la que, sin condiciones, debía ser entregada a manos del marido. Si el marido malgasta la propiedad común, la mujer podía solicitar la separación de sus propiedades; si no lo hacía, como suele ser en el caso de los casados, entregaba a su marido todos derechos de propiedad. La mujer participaba en el aumento del valor de la propiedad familiar; pero donde hay una separación de esta propiedad recibe su propiedad personal otra vez y la mitad del aumento. Las leyes concedieron, bajo condiciones seguras, la separación de marido y mujer, pero les incapacitó de casarse otra vez.
Las siguientes fueron las demandas de la Asociación de la Mujer de Buenos Aires:
- La derogación de todas las leyes que establecen una diferencia entre los dos sexos y en contra de la mujer, con el fin de que éste pueda ser plenamente competente ante la ley.
- La mujer tiene derecho a ocupar cargos públicos y, especialmente, para convertirse en miembros de los consejos nacionales y regionales en materia de educación.
- La creación de tribunales especiales para los niños y las mujeres.
- Aprobación de leyes para la protección de la maternidad y de legitimación de todos los niños.
- Que toda la prostitución legal se suprimiera y que se estableció el estándar único para ambos sexos.
- La igualdad de salarios.
- Los derechos políticos iguales.
La Asociación Cristiana de Mujeres Jóvenes, la cual estuvo organizada en Buenos Aires por varios años, hacia mucho por despertar a las mujeres los intereses nuevos de vida. A pesar de sus cuartos pequeños, se reunieron alrededor de un número de mujeres prominentes de Argentina, quienes las ayudó en la realización de clases de noche, un gimnasio, una cafetería, y otros servicios para las chicas que trabajan en tiendas y oficinas, y en el estudio de las vías generales de mejora de la condición de mujer de Argentina.
La templanza era importante para las mujeres de Buenos Aires. Esto se convirtió en una obra tan importante que planearon, con la ayuda de algunas sociedades de América del Norte, para erigir un edificio de la templanza en Buenos Aires para albergar las diferentes actividades a lo largo de estas líneas.[4]
Partido Peronista Femenino
El Partido Peronista Femenino, también conocido como Partido Peronista Feminista, fue un ala del justicialismo peronista de Argentina de las mujeres. Esté fundado por Eva Perón en la década de 1940. Después de que el Partido Peronista Feminista fue fundado, se permitió el doble del número de mujeres en la universidad.[5] Con la puesta en marcha del Partido Peronista Feminista, centros de mujeres se establecieron en los barrios pobres de Argentina. Estos centros proporcionan una amplia gama de servicios que incluyen servicios médicos, legales y sociales. En el momento de la fundación del partido, las mujeres eran prácticamente ausentes del proceso político en Argentina y no se les permitió votar
En las primeras elecciones (en 1951) las mujeres podían presentarse como candidatas. veinticuatro fueron elegidas para la Cámara de Diputados de Argentina, todas del Partido Peronistas. Además, siete senadoras fueron elegidas, por lo que Argentina pasó a ser el país con el mayor número de mujeres que representaban el gobierno. Después de la muerte de Eva Perón, Delia Parodi, uno de esas diputadas, estuvo en el partido hasta el golpe militar de 1955
Fundación Mujeres en Igualdad
La Fundación Mujeres en Igualdad (MEI), conocida en inglés como la Women in Equality Foundation, es una ONG argentina creada en marzo de 1990. Ha sido galardonado con estatus consultivo ante el ECOSOC de las Naciones Unidas .[6] La fundación tiene por objeto combatir la violencia de género y la discriminación contra las mujeres, promoviendo el bienestar, la participación y la autonomía en las esferas políticas, económicas, sociales y culturales.[7] Desde su creación Mujeres en Igualdad ha promovido el uso de las nuevas tecnologías de manera intensiva, siendo la primera ONG de Mujeres en Argentina en tener un sitio web. A través de estas iniciativas se ha conectado en red y ha creado asociaciones con las ONG y con el movimiento de mujeres, tanto a nivel nacional como internacional.
Referencias
- Este artículo incorpora texto de Boletín de la Cacerola Unión americana, Volumen 54, por Cacerola Unión americana, una publicación de 1922 ahora en el dominio público en los Estados Unidos.
|url= incorrecta con autorreferencia (ayuda). Consultado el 20/10/16.
- Fowler. Latinoamérica: desde entonces 1780. Hodder Educación. 2008. p. 116