Diferencia entre revisiones de «Funes el memorioso»
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Revisión del 11:54 6 jul 2016
Funes el memorios | ||
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de Jorge Luis Borges | ||
Género |
Cuento. Colección Ficciones. | |
Tema(s) | Cuenta que un hombre que se cayó del caballo,a raíz de eso, adquiere una memoria prodigiosa. | |
Idioma | Español | |
Publicado en | Artificios, Ficciones y La Nación | |
País | Argentina | |
Fecha de publicación | 1944 | |
Formato | Impreso | |
Funes el memorioso es un cuento del escritor argentino Jorge Luis Borges. Apareció en Ficciones, una colección de cuentos y relatos publicada en 1944.
Según Borges, se trata de «una larga metáfora del insomnio». El protagonista sufre de hipermnesia, un síntoma del síndrome del sabio y, si consideramos el sueño (en su primera fase) como un depurador de recuerdos (sólo quedan en nuestra mente lo importante o lo más impresionante que nos haya sucedido), al no dormir no eliminamos recuerdos, es decir, no tenemos la capacidad de olvidar muchas cosas con las que no podríamos vivir.
Muchos críticos han visto en este relato una referencia a los postulados del filósofo inglés John Locke y, de manera menos directa, a la obra de Friedrich Nietzsche. Para otros, en esta narración hay un «velado reconocimiento y homenaje a su mentor» y amigo, el escritor mexicano Alfonso Reyes Ochoa.[1]
El cuento narra el encuentro de un estudiante porteño con Ireneo Funes, un joven de Fray Bentos, Uruguay, con rarezas como la de no darse con nadie y la de saber siempre la hora, como un reloj.
Luego, postrado como consecuencia de un accidente que tuvo a los 19 años, primero perdió el conocimiento y luego, al recobrarlo, comenzó a ser capaz de recordar todo objeto y todo fenómeno con una memoria prodigiosa y detallada, cualquiera que fuese su antigüedad. Si antes podía saber la hora sin ver el reloj, ahora Funes había afinado sus asombrosas capacidades: lo recuerda todo, y cada percepción que tiene es, para él, una característica única e inolvidable:
No sólo le costaba comprender que el símbolo genérico 'perro' abarcara tantos individuos dispares de diversos tamaños y diversa forma; le molestaba que el perro de las tres y catorce (visto de perfil) tuviera el mismo nombre que el perro de las tres y cuarto (visto de frente).
Funes decía:
Más recuerdos tengo yo que los que habrá tenido todos los hombres desde que el mundo es mundo.
Mi memoria es como vaciadero de basuras.
Funes había creado un sistema complicadísimo y absurdo de numeración en el que a cada número le atribuía una cosa, pero que luego había rechazado por su característica de ser una labor interminable. El autor sostiene que, a fin de cuentas, Funes carecía de la capacidad del pensamiento:
Pensar es olvidar diferencias, es generalizar, abstraer. En el abarrotado mundo de Funes no había sino detalles, casi inmediatos.
Ireneo Funes murió en 1889, de una congestión pulmonar, a los 21 años.
Referencias
- ↑ Braulio Hornedo, Reyes el memorioso.
Enlaces externos
- El primo ruso de Funes el memorioso, José Gordon, Revista de la Universidad de México, Número 18, agosto 2005.