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Cacho sostuvo que si bien la justicia social o convencional no castigó a estos hombres, hubo una reacción cívica que los tocó en dos aspectos: el prestigio y el dinero.<br>
Cacho sostuvo que si bien la justicia social o convencional no castigó a estos hombres, hubo una reacción cívica que los tocó en dos aspectos: el prestigio y el dinero.<br>
A una década de su publicación, añadió, el libro “nos ayudó a entender que el periodismo sí tiene una misión muy importante y sí tiene un impacto en la sociedad, por pequeño que esto parezca. Gracias al buen periodismo que ha brincado los cercos mediáticos que se incrementan en este país, no olvidamos los hechos”, resaltó.
A una década de su publicación, añadió, el libro “nos ayudó a entender que el periodismo sí tiene una misión muy importante y sí tiene un impacto en la sociedad, por pequeño que esto parezca. Gracias al buen periodismo que ha brincado los cercos mediáticos que se incrementan en este país, no olvidamos los hechos”, resaltó.

== La autora ==

'''Lydia María Cacho Ribeiro''' ([[Ciudad de México]], [[12 de abril]] de [[1963]]) es Periodista, escritora, feminista, conferencista y activista de los derechos humanos.

[[Lydia Cacho]] ha recibido importantes reconocimientos al viajar alrededor del mundo para investigar crímenes y desarrollar herramientas sociales que ofrezcan soluciones reales ante la complejidad de los problemas que desencadenan. En el transcurso de dichos viajes, utiliza sus habilidades como autora, reportera internacional de los derechos humanos y su experiencia en la fundación de albergues para mujeres y niños que son víctimas de violencia y trata de personas. [[Lydia Cacho]] ha recibido reconocimientos y galardones internacionales por su labor al realizar acercamientos para enseñar nuevas técnicas de cómo enfrentar la esclavitud y la trata de personas en todo el mundo.<ref> {{cita web|url=http://www.cimacnoticias.com.mx/node/59105 |título=Nuevo libro de Lydia Cacho sobre trata de personas |autor=Lourdes Godínez Leal |fecha=18 de diciembre de 2006}} </ref>


== Referencias ==
== Referencias ==

Revisión del 02:46 16 nov 2017

Los demonios del Edén
de Lydia Cachol
Género Novela
Idioma Español
País MéxicoMéxico
Fecha de publicación 2004

Los demonios del Edén. El poder que protege a la pornografía infantil es un libro publicado en 2004 por la periodista mexicana Lydia Cacho que trata el problema de la pornografía y la prostitución infantil. Cacho investiga, revela testimonios y da nombres de algunos responsables, de encumbrados promotores y poderosos protectores de una gran red de corrupción y explotación infantil que se encuentran tanto dentro de la industria como de la política de México.

Este problema, de actualidad en México y buena parte del mundo, es estudiado y analizado por la periodista. Salen a relucir los nombres de un millonario hotelero con poderosos intereses en Cancún, Jean Succar Kuri, de 60 años, que se hallaba detenido por esos días en Chandler, Arizona por agentes de la U.S. Marshall en cumplimiento de una orden de detención generada por la Procuraduría General de la República (PGR). Del mismo modo, aparecen nombres de amistades y protectores de Kuri, amistades tan efectivas que aparentemente lograron motivar al gobernador de [[Puebla[[, Mario Marín para que actuara y que, con singular presteza moviera los hilos en el poder judicial para virtualmente secuestrar, hostigar y amenazar a la periodista.

Antecedentes del Libro

En 2003, Cacho escribió artículos sobre el abuso sexual de menores para el periódico Por Esto, incluyendo una nota sobre una niña abusada por el dueño de un hotel local, el empresario mexico-libanés Jean Succar Kuri.
En su investigación encuentra una red de una red de prostitución y pornografía infantil en el estado de Quintana Roo[1]​ y una red de corrupción que protegía el abuso sexual de menores en Cancún por parte de empresarios conocidos y funcionarios públicos.
Lydia Cacho reúne los testimonios de las víctimas, fotografías y documentos oficiales, incluso grabaciones de video y voz[2][3]​ para escribir la historia de estas redes.
Sintiendo que la policía local no había actuado sobre la denuncia de la niña Cacho publicó este historia en el libro “Los demonios del Edén” en 2005, mencionando a los políticos Emilio Gamboa Patrón y Miguel Ángel Yunes como involucrados, y acusando a Kamel Nacif Borge, un empresario de Puebla, de proteger Jean Succar Kuri.

Sucesos

Después de la primera presentación de su libro, Lydia Cacho fue acusada el 22 de junio de 2005 ante las autoridades de Puebla por Kamel Nacif Borge por los delitos de difamación y calumnias y detenida por la policía judicial poblana que la trasladó a Cancún, Quintana Roo el 16 de diciembre de 2005, y llevada vía terrestre a la ciudad de Puebla por órdenes de la juez Rosa Celia Pérez González.[4]
Casi tres horas después de su secuestro-detención, las redes de periodistas, las organizaciones sociales que trabajan en contra de la violencia y por la defensa de los derechos humanos, impidieron que le aplicaran la ley fuga.
Permaneciendo arrestada por casi 30 horas, siendo liberada tras pagar una fianza de $106,000 pesos (unos $8,800 dólares americanos).[5]
El 17 de enero de 2006 la periodista fue absuelta del delito de calumnia tras una apelación de sus abogados ante el Tribunal Superior de Justicia de Puebla (TSJP), pero continúa sujeta a proceso de difamación.[6]
En el mismo año, 2005 Jean Succar Kuri la amenazó junto con el personal que labora en el CIAM-Cancún de muerte.
Por defender a las parejas sentimentales de éstos y protegerlas, Lydia también fue amenazada por José Ramón Hernández, ex agente del Cuerpo Especial Antisecuestros de Torreón, Coahuila, y de Alfredo Jiménez Potenciano, presunto narcotraficante.
Por esa razón, Lidia Cacho contaba con una escolta de la Agencia Federal de Investigación AFI, misma que fue burlada durante su detención y traslado a Puebla en diciembre de 2005 tras la demanda por difamación interpuesta por Kamel Nacif Borge, quien es señalado en el libro de la autora “los Demonios del Edén”, como amigo del pederasta detenido en Arizona.
En 2014, logró que Jean Succar Kuri –uno de los principales operadores de la red de corrupción y pornografía infantil que quedó al descubierto en su investigación periodística– fuera condenado a 113 años de prisión en el penal de La Palma, en Almoloya de Juárez, Estado de México, por ser uno de los principales operadores de la red de corrupción y pornografía infantil. Este sentencia se convirtió en la más emblemática en América Latina por ese tipo de delito.
Kamel Nacif Borge admitió el apoyo del gobernador de Puebla, Mario Marín, para generar una orden de aprehensión en contra de Lydia Cacho.[7]

Jean Succar Kuri

Jean Thouma Hannah Succar Kuri nació en Becharré, Líbano, el 19 de septiembre de 1944. En su adolescencia viajó a México y arribó a Guanajuato a hospedarse en casa de sus tíos. En 1985 llegó a Cancún.

Comenzó con una fuente de sodas en el aeropuerto de Cancún y un par de tiendas de playeras baratas para turistas. Años después era propietario de 50 villas y operador del Hotel Solymar. Tenía a su nombre tres tiendas de artesanías en el aeropuerto de Cancún y hasta la fecha es dueño del restaurante central del mismo aeropuerto, concesión que consiguió por medio de su amigo Alejandro Góngora. Asimismo, es propietario de un restaurante en Los Ángeles y de una mansión en esa misma ciudad estadounidense. Desde mediados del 2004 fue detenido en Chandler Arizona, a petición de la PGR y la Interpol; sigue esperando juicio de extradición para ser juzgado en México.

El 26 de marzo de 2005 el juez federal Amado Chiñas, denegó al mexico-libanés Jean Succar Kuri el amparo solicitado por sus abogados norteamericanos para liberar sus cuentas bancarias por más de 20 millones de dólares y fue finalmente sentenciado en 2011 a 112 años de prisión por los delitos de pornografía infantil y corrupción de menores.[8]

El lavado de dinero, la pornografía infantil y la protección política de este personaje, quien fuera sentenciado finalmente en 2011 a 112 años de prisión como así lo consideran los medios develan un secreto hasta hace poco tiempo muy bien guardado; un secreto que incluye la protección de hombres de poder y explica cómo surge un grupo de crimen organizado, sin que la sociedad se entere hasta que es demasiado tarde.

Según declaraciones del propio general Rafael Macedo de la Concha, la PGR investiga a Succar Kuri por ofrecer a sus niñas por vía cibernética para tender una red de turismo sexual infantil[cita requerida]. A pesar de todo, las autoridades, muchos medios, e incluso especialistas de la sociedad civil organizada, llaman aún a este fenómeno “prostitución infantil”, lo que implica, de manera falsa pero inconsciente, que hay un intercambio de dinero y de voluntades entre un adulto que paga por tener sexo con una niña de 13, 14 ó 15 años, quien es forzada a aceptarlo para que su explotador cobre.

A diez años de los Demonios del Edén

Diez años después de haberse publicado Los demonios del Edén, las redes de pornografía infantil y trata de personas cambiaron su modo de operar en el ámbito cibernético, pero el sistema judicial mexicano, con más herramientas legales y de indagación, no consigue sentenciar a todas las personas investigadas por ese delito.[9]
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito informó que la red de pornografía infantil de Succar Kuri –de alcances internacionales– se debilitó después de la denuncia periodística y la condena ejemplar contra el empresario.
Igualmente, Kamel Nacif Borge tuvo que cerrar al menos 15 maquiladoras que tenía en México, y la compañía Disney –con la que mantenía contratos exclusivos para elaborar ropa y juguetes para bebés– finiquitó su sociedad gracias al empuje ciudadano en Estados Unidos.
En tanto, el exgobernador de Puebla Mario Marín, quien en su momento defendió a Kamel Nacif y avaló la detención y tortura psicológica contra la periodista, intentó sin éxito convertirse en senador.
Los políticos priistas decidieron no apoyar a Marín en su postulación al Congreso, por los costos políticos que implicaría. Además, dijo, al exgobernador poblano “lo han sacado de varios lugares”, se le ha impedido hacer negocios de inversión y ya no tiene fuero federal. “Ha quedado como paria social. Si no lo tocó la justicia, lo tocó la sociedad”, Lydia Cacho.
En el caso de Emilio Gamboa Patrón, senador del PRI, y Miguel Ángel Yunes, diputado federal por el Partido Acción Nacional (ambos presuntamente implicados en la red de pornografía infantil), destacó que ya hay investigaciones en su contra por delitos de otra índole.[10][11]
Cacho sostuvo que si bien la justicia social o convencional no castigó a estos hombres, hubo una reacción cívica que los tocó en dos aspectos: el prestigio y el dinero.
A una década de su publicación, añadió, el libro “nos ayudó a entender que el periodismo sí tiene una misión muy importante y sí tiene un impacto en la sociedad, por pequeño que esto parezca. Gracias al buen periodismo que ha brincado los cercos mediáticos que se incrementan en este país, no olvidamos los hechos”, resaltó.

Referencias

Véase también