Usuario discusión:Heinrich regius

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Quiero mostrar mi desacuerdo con Heinrich regius en relacion a la frase siguiente -que a su vez apela al autor del artículo sobre Felipe Martinez Marzoa-: "La neutralidad de esta entrada es discutible. El autor no da referencias a ninguna de sus afirmaciones, como por ejemplo,"La solidez de su obra y su adhesión al rigor de la filosofía, lo han convertido, según algunas opiniones, en uno de los pensadores más influyentes de la filosofía contemporánea en lengua castellana." Si el señor Heinrich hubiera leído con calma se hubiera dado cuenta de que la frase afirma "según algunas opiniones" de lo cual se deduce inmediatamente la neutralidad -porque al menos él, el autor, y algún amigo opinan de esa manera-. Por tanto, es la afirmación del señor Heinrich la que es, no sé si poco neutral, pero al menos, falsa. Por otra parte, le comunico que somos muchas y muchos quienes sostenemos esas opiniones desde hace muchos años años y a las que se van sumando nuevas generaciones de lectoras y lectores. No puedo avalar mi opinión, - en cualquier caso, no importa, una opinión no necesita aval, sí una razón-, no le puedo ofrecer datos estadísticos porque no dispongo de ellos ni tampoco del tiempo, dinero y ganas suficientes para realizar una encuesta. Como prueba,apelo, señor o señora,a que otorgue confianza a mi palabra Yo no conozco ni al autor/a del artículo ni al señor Heinrich pero creo tener un nivel cultural superior a la media y una solidez no despreciable en mis conocimientos de filosofía debido a mi número de lecturas en esta materia. Por otra parte, he impartido clases de dicha asignatura durante 16 años y no tengo apenas publicaciones. Afirmo esto último porque no creo que la solidez de los conocimientos que posee una persona dependa básicamente de sus publicaciones ni de que imparta docencia; mi experiencia me dice que depende de la curiosidad, motivación, así como de las horas de su vida que dedica al descubrimiento y conocimiento de aquello que constituye el centro de sus intereses y por supuesto de su inteligencia "natural -o cultural, llamémosle como queramos"-. Conozco a personas cuyos curriculums son apabullantes porque dedican su tiempo a las necesarias relaciones sociales para publicar, conozco a personas que tienen muchas publicaciones pero son ilegibles porque no dedican el tiempo suficiente al duro trabajo de la escritura -duro cuando se hace algo legible y comunicable-. En mi opinión, como vivimos en un mundo que prima lo cuantitativo, es mejor publicar cuarenta artículos desechables que uno interesante, el número de horas invertido quizás sea, en ambos casos, el mismo pero la rentabilidad académica o la notoriedad serán muy distintas, entre otras razones porque, en general, no van a ser leídos por nadie, el único hecho evaluable será el que aparezcan publicados, en general, esto es lo único que importa y lo decisivo a la hora de optar a actividades remuneradas. Respecto a la docencia, podría decirse algo equivalente: hay profesores excepcionales, en mi opinión aquellos que dedican mucho tiempo a su formación cultural en general y en particular a la materia específica que imparten -caso de Felipe Martinez Marzoa,entre otros- y existen profesores mediocres y profesores deleznables -lo mismo para las profesoras, habría que analizar la variable género pero en mi opinión la ocasión no es procedente-. Por tanto ni docencia ni publicaciones demuestran nada en relación a las aptitudes intelectuales, el rigor y la solidez. ¿Cómo medir, entonces, el virtuosismo, la solidez, el rigor intelectual qué posee una persona? ¿Qué ocurre con el auto-didactismo, el tiempo dedicado a la formación de una como persona o como profesora o como autora? Pues, en mi opinión es inconmensurable, en sentido de que, desde las imperantes lógicas del mundo técnico-capitalista y sus sistemas de rentabilidades, no se pueden medir. No son cuantificables porque pertenecen a espacios "dejados fuera". Se inscriben en el orden de algo que todas/os podemos VER, son algo indefinible que detectamos en el encuentro con el otro u otra. La formación y nivel de información de una persona se transmite, se comunica mediante el lenguaje verbal, gestual o, en su ausencia, mediante la escritura. Que Felipe Martinez Marzoa pertenece a ese reducido círculo de personas EXCEPCIONALES cuya mente irradia brillo,rigor y solidez es algo que pueden VER, SENTIR, PERCIBIR quienes asisten a sus conferencias o leen su prolifica obra con el detenimiento y el necesario esfuerzo intelectual que él exige. Cierto que no todo el mundo tiene el tiempo y las ganas de leerlo, cierto que no se prodiga mucho en conferencias -entre otras razones porque si accede a impartirlas es desde el compromiso del rigor y el trabajo lo cual le roba tiempo para dedicarse a ese antiguo y extraño oficio suyo: el saber-. Cierto, por último, que en nuestro país la excepcionalidad intelectual está poco reconocida, valorada y es, en mi opinión objeto de envidia. Todo el mundo reconoce si alguien tiene o no un cuerpo bello -los bellos vestidos y las bellas apariencias- pero la belleza intelectual, al ser algo abstracto, no sensible-material, crea múltiples reticencias a la hora de ser reconocida. Mi opinión es que esto es así porque somos un país muy volcado hacia lo sensible-material y que tiene dificultades para captar lo inteligible -podríamos llamarle sensible-intelectual pero Kant nos diría que esto no es algo fenomenico, no es objeto de intuición, por tanto, porque la intuición es siempre sensible, no intelectual, una intuicion intelectual es algo noumenico. Y sin embargo, existe una extraña "raíz común" -quienes hayan leído a Marzoa espero que me entenderán-. Un saludo para todas/os --85.56.194.18 (discusión) 11:44 4 abr 2008 (UTC)[responder]


Respuesta de H. Regius... ha habido algún error... mi aportación a la discusión era una respuesta a quien comenzó diciendo que "La neutralidad de esta entrada es discutible, etc." esa frase no era mía sino de quien comenzó la discusión... mi aportación era exclusivamente una respuesta (crítica) a esa afirmación...