Usuario discusión:Creosota/taller/Técnicas de aplicación de agua

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Las técnicas de aplicación de agua permiten describir definen la forma en la que los servicios de extinción emplean el agua como agente extintor con objeto de controlarlo o extinguirlo.

El agua es el agente extintor más universal. Su idoneidad para la extinción de incendios se basa en su capacidad para absorber calor y para vaporizarse. Esta absorción de calor se produce por calentamiento del agua (340kJ para calentar 1kg de agua de 20°C a 100°C) pero fundamentalmente en el cambio de fase de liquido a gas (2257kJ por kg de agua evaporada) y continua con el calentamiento del vapor de agua (410kJ para calentar 1kg de vapor 100°C). Por otro lado, el vapor de agua se incorpora a la capa de gases reduciendo así su combustibilidad por efecto de la dilución de los combustibles y de bálasto térmico.

Para transportarla y proyectarla de forma manual sobre el incendio se utiliza generalmente una fuente de presión (bomba o red presurizada), manguera flexible y una lanza que proporciona alcance, diversos niveles de pulverización y da forma del chorro.

El operador en punta de lanza tiene la tarea de decidir la dirección, cantidad y apertura de chorro en la aplicación del agua en el incendio, en función de la presión y caudal de que dispone.

Las lanzas más utilizadas en la extinción de incendios son las lanzas de caudal variable que permiten: abrir o cerrar el flujo de agua mediante una válvula de cierre, variar la apertura o ángulo del cono de salida y regular el caudal.

La mayoría de las referencias coinciden en describir las siguientes formas técnicas de aplicación de agua:

  • Ataque directo
  • Extinción de llamas (discussión necesaria!!)
  • Control de gases
  • Ataque indirecto (discussión necesaria!!)
  • Rociado de superficies (discussión necesaria!!)

En el desarrollo de una operación de extinción de incendios, suelen emplearse diferentes técnicas en función de las condiciones de incendio y la situación de la intervención. La extinción definitiva requiere en la mayoría de los casos de un ataque directo, si bien en determinadas condiciones, un ataque indirecto contundente puede conseguir una extinción total.

La extinción de llamas y el enfriamiento de gases son empleados para mejorar las condiciones de seguridad, permitiendo a los equipos de intervención interior progresar hasta poder emplear un ataque directo o indirecto sobre el motor del incendio. En ningún caso sirven para extinguir el incendio y no siempre son necesarias.

--"Extinción de llamar" y "enfriamiento de gases" en este párrafo, deberían cambiarse por "atenuación de llamas" y "control de gases". Seguramente se ha arrastrado el "error" por la denominación que se le había dado inicialmente a las 5 técnicas.--DRDHC (discusión) 11:52 25 nov 2020 (UTC)[responder]

Por su parte el rociado de superficies evita la extensión del incendio a otras superficies combustibles y la contribución de estas al mismo.

Hay otras formas de utilización del agua en los incendios confinados con fines diferentes a la mera extinción, como por ejemplo: la extracción de humos, el enfriamiento de rescoldos, o el saneado de elementos inestables.

La refrigeración de elementos constructivos para evitar su colapso es otro uso fundamental del agua en determinados escenarios y niveles de desarrollo de un incendio.


NOTA para los miembros del GT1 Creo que las secciones tratando cada una de las técnicas deberían tener el siguiente formato sin llegar a entrar en cifras o hacer recomendaciones que no sean generalistas Nombre de la técnica Objetivo Mecanismo de funcionamiento Tipo de aplicación: tipo de cono, caudal, tiempo de aplicación, movimiento de la lanza, tempo de repetición Consideraciones adicionales


Objetivos de las técnicas de aplicación de agua La aplicación de agua en un incendio puede tener como objeto: • El control de la propagación del incendio. Se consigue cuando la superficie involucrada en el mismo no aumenta. • El control del incendio. Se consigue cuando la superficie involucrada en el mismo y su potencia no aumentan. • El control de la capa de gases (o de un determinado elementos combustible). Se consigue cuando ésta deja de encontrarse en un estado potencialmente inflamable debido a la proyección de agua, ya sea por enfriamiento o por intertización. • La atenuación o supresión de un incendio. Se consigue cuando la potencia del incendio se reduce hasta valores próximos a cero, si bien la subsistencia de combustibles activos podría provocar un nuevo crecimiento del incendio si no persisten las tareas de extinción. Esto puede ser debido a que la técnica no permite alcanzar todas las superficies involucradas en el incendio, por ejemplo en el ataque ofensivo exterior. • La extinción de un incendio. Se consigue cuando se detienen todos los procesos de combustión y la potencia del incendio se reduce a cero, no existiendo posibilidad de un rebrote del mismo. Puede considerarse como el final de las tareas de extinción. • La refrigeración de elementos estructurales para evitar su colapso. Se consigue cuando se reduce su temperatura por debajo de límite crítico para la carga que soportan.



Ataque directo[editar]

El ataque directo consiste en la aplicación de agua directamente sobre las superficies que están ardiendocon objeto de enfriar rápidamente el combustible, detener el proceso de pirólisis y con ello la aportación de gases a la combustión. La eficiencia de extinción es muy alta ya que con poca agua se reduce mucho el tamaño del incendio.

El ataque directo es sin duda el más efectivo y es el que se utiliza casi siempre en la fase final de la extinción.  Tiene como limitación que no siempre es posible posicionarse con seguridad para aplicarlo y por tanto inviable hasta haber realizado cierto control sobre el incendio.

El ataque directo exige un cono de agua de ángulo reducido, o incluso un chorro sólido, para conseguir penetración y alcance y, en los incendios en los que es necesario evitar los daños por agua, caudales limitados. En genaral se trata de una aplicación continua, cuya duración dependerá de la superficie involucrada en el motor del incendio, el caudal utilizado y las condiciones de aplicación. El chorro deberá moverse barriendo la totalidad de las superficies: llevando al combustible por debajo de temperatura de autoinflamación y hasta conseguir detener la totalidad de la pirólisis. ¿ se podría abordar aquí el blitz attack?Percolar (discusión) 10:55 7 oct 2020 (UTC)PF[responder]

En gran medida el ataque exterior ofensivo AEO, se puede considerar una forma de ataque directo aprovechando el rebote y el deslizamiento del agua a lo largo del techo. Si bien, también es cierto que se producen en mayor o menor medida todas las otras técnicas de aplicación de agua.: 'Incidiendo sobre os tres lados del triangulo de fuego'Texto en negrita Percolar (discusión) 10:55 7 oct 2020 (UTC) PF[responder]

(Texto propuesto por JE) El ataque directo consiste en la aplicación de agua directamente sobre las superficies que están ardiendo con la finalidad de enfriar rápidamente el combustible, detener el proceso de pirólisis y con ello la aportación de gases a la combustión. El objeto de esta técnica es generalmente la extinción pero también se utiliza para controlar la propagación, para controlar el incendio o para atenuarlo.

La eficiencia de extinción en el ataque directo es muy alta ya que con poca agua se reduce mucho el tamaño del incendio. Se emplea habitualmente en la fase final de la operación para conseguir una extinción total. Presenta como limitación la necesidad de posicionarse con seguridad cerca del motor del incendio y con ángulo y alcance directo sobre los combustibles involucrados. Esto en ocasiones no es posible hasta haber conseguido cierto control o atenuación del incendio.

El ataque directo exige un cono de agua de ángulo reducido, o incluso un chorro sólido, para conseguir penetración y alcance y, en los incendios en los que es necesario evitar los daños por agua, caudales limitados. En general se utiliza una aplicación continua, cuya duración dependerá de la superficie involucrada en el motor del incendio, el caudal utilizado y las condiciones de aplicación. El chorro deberá moverse barriendo la totalidad de las superficies inflamadas hasta conseguir detener por completo la pirólisis.

El ataque exterior ofensivo AEO se puede considerar una forma de ataque directo, aprovechando el rebote del agua en el techo, si bien también emplea en mayor o menor medida todas las otras técnicas de aplicación de agua.


Enfriamiento de llamas[editar]

El extinción de llamas consiste en la aplicación de agua pulverizada sobre las zonas del colchón de gases que se encuentran en llamas con objeto de reducir su tamaño e extinguirlas. Esto permite reducir el calor que irradiado hacia el combustible, disminuyendo su pirólisis y con ello la aportación de gases combustibles al recinto de incendio. Por otro lado también reduce la irradiación recibida por el personal de extinción otorgando una mayor seguridad, permitiendo el avance de los equipos hacia el motor del incendio y alargando el tiempos de intervención acceptable.

Esta técnica requiere una buena pulverización y penetración, con un cono mas cerrado en la medida que aumenta la distancia entre el operador de punta de lanza y las llamas. En general se trata de varias series de aplicaciones cortas de hasta varios segundos de duración en función del caudal utilizado, el volumen del recinto, el desarrollo del incendio y las condiciones de aplicación. El cono deberá moverse barriendo el frente de llamas.

--hasta aqui editado-- (Texto propuesto por JE)

La extinción de llamas consiste en la aplicación de agua pulverizada sobre las zonas del penacho de gases que se encuentran en llamas con la finalidad de reducir su tamaño o extinguirlas. El objetivo buscado es la atenuación y el control.

Esta técnica permite reducir el calor radiado hacia el combustible, disminuyendo su pirólisis y con ello la aportación de gases combustibles al incendio. Por otro lado también reduce la irradiación recibida por el personal de extinción otorgando una mayor seguridad, permitiendo el avance de los equipos hacia el motor del incendio y alargando el tiempo de intervención aceptable.

Esta técnica requiere una buena pulverización y penetración, con un cono mas cerrado en la medida que aumenta la distancia entre el operador de punta de lanza y las llamas. El cono deberá moverse barriendo el frente de llamas. Es muy efectiva en fuegos de líquidos.


Control de gases[editar]

El control de gases persigue refrigerar los gases de incendio y reducir la inflamabilidad del colchón acumulado bajo el techo. Para ello se arroja agua pulverizada mediante pulsaciones, y por lo tanto en un volumen limitado, sobre la capa de humo. Se trata de conseguir un equilibrio entre la contracción de los gases por enfriamiento y la expansión producida por el vapor generado, de forma que no se desestabilice el plano neutro.

Si el agua no alcanza la zona de combustión, es decir el motor del incendio, no incide sobre la generación de calor; no “extingue” incendio. Solo incide sobre la inflamabilidad de los humos que ya han abandonado la zona de incendio.

Esta técnica exige una buena pulverización y un cono ajustado a las dimensiones del lugar y al alcance necesario, así como un control del caudal arrojado jugando con la duración de la apertura y con el tiempo entre pulsaciones.

Es útil para permitir la progresión o la búsqueda, al prevenir la inflamación de la capa de gases


Nota: La técnica de control de gases en ataque es solo efectiva en compartimentos afectados por el fuego menores de 70 m2. No se recomienda avanzar más de 20 m en un escenario que exija la utilización de esta técnica.

(Texto propuesto por JE)


La técnica de control de gases persigue refrigerar los gases de incendio y reducir la inflamabilidad del colchón acumulado bajo el techo, sin desestabilizar su espesor, con el objeto de aumentar la seguridad de los equipos de intervención en el interior cuando la situación les obliga a avanzar, ya sea en tareas de extinción o de búsqueda. El agua aplicada para el control de gases, no alcanza el motor del incendio y por tanto no incide sobre la potencia de incendio; no es una técnica que permita el control, la supresión o la extinción del incendio.

Solo es adecuado cuando existe riesgo identificado de inflamación del colchón de gases y necesidad de progresión. Esto se produce generalmente en la fase de pre-flashover, durante el flashover o incluso en la fase de pleno desarrollo en zonas alejadas.

Para realizar el control de gases, el operador de proyecta agua pulverizada mediante pulsaciones, y por lo tanto en un volumen limitado, sobre el colchón de gases a fin de conseguir su enfriamiento y la dilución de la mezcla de gases. Para conseguir un importante intercambio térmico y la máxima evaporación es necesario una buena pulverización, con un cono abierto en función del alcance necesario. La duración de las pulsaciones depende del caudal y del volumen de gases a enfriar. Generalmente son relativamente cortas si bien puede ser necesario aperturas de varios segundos en recintos de gran volumen o un alcance distante.

Esta técnica requiere un buen nivel de entrenamiento, dominio de la técnica y lectura de las condiciones ya que se debe evitar la desestabilización del plano neutro. Para ello es necesario conseguir un equilibrio entre la contracción de los gases por enfriamiento y la expansión producida por el vapor generado.



Ataque indirecto[editar]

Saturación con vapor de agua Generacion por pulverizacion o impacto con superficies Permite atacar desde fuera del recinto (exterior o puerta de acceso)


Esta técnica consiste en proyectar agua sobre las superficies calientes que confinan el incendio, paredes y techo.  La finalidad es que una parte del agua se vaporice absorbiendo calor y reduciendo la radiación que proviene de estas superficies y que retroalimentan de calor las superficies y gases combustibles.

Por otra parte el volumen de vapor generado diluye los gases de combustión reduciendo su concentración y su temperatura y con ello su combustibilidad.

El cono de apertura tiene que ser el adecuado para alcanzar la máxima superficie sin se produzca un excesivo rebote.

(texto propuesto por JE)

El ataque indirecto consiste en la saturación con vapor de agua del recinto de incendio para enfriar, diluir e introducir un balasto térmico en la mezcla de gases. El objetivo de esta técnica es la atenuación del incendio, pudiendo llegar a la extinción del mismo en ciertas condiciones y escenarios.

Para generar las grandes cantidades de vapor de agua necesarias para un ataque indirecto efectivo, debe utilizarse un cono relativamente abierto para conseguir una buena pulverización, y dirigirlo contra las superficies calientes que rodean el motor del incendio, principalmente techo y zona alta de las paredes. La duración de la aplicación depende del caudal, la técnica aplicada, el volumen del recinto y las condiciones de incendio debiendo mantenerse mientras se produzca evaporación de agua y la escorrentía no sea significativa. Preferentemente el operador de lanza se sitúa fuera del recinto del incendio ya sea en el exterior o en el interior; esto aporta una ventaja operativa significativa ya que el personal de extinción no se expone directamente a las condiciones del recinto de incendio y tampoco necesita aproximarse hasta tener contacto visual con el motor del incendio.

Las lanzas perforantes de alta presión (cold cut systems), las de penetración a baja presión (piercing nozzles) o las lanzas rotativas (high-rise rotary nozzles) empleadas en incendios controlados por la ventilación son herramientas que permiten también efectuar un ataque indirecto.

El ataque indirecto se aplica a incendios relativamente desarrollados, con temperaturas que permitan una evaporación rápida del agua proyectada. Los mejores resultados se obtienen en la medida que la ventilación del recinto está limitada y el vapor de agua permanece en el recinto durante más tiempo.

Aplicado en las condiciones apropiadas y de forma correcta, el impacto sobre la potencia de incendio es importante, provocando la atenuación del mismo en pocos segundos. La extinción es alcanzable en algunos casos, si bien en la mayoría de las ocasiones será necesario un ataque directo.


Rociado de paredes[editar]

Aplicacion con onjeto de enfriar y retrasar la pirolisis.

(Testo propuesto por JE)

Rociado de superficies[editar]

El rociado de superficies afectadas por el incendio persigue refrigerar, humedecer o cubrir de una película de agua los combustibles cercanos al motor del incendio con la finalidad de retrasar su pirólisis. El objetivo de esta técnica es el control de la propagación.

El operador de lanza proyecta una cantidad limitada de agua sobre las superficies a proteger, evitando los daños por exceso de agua, mediante un cono mas o menos abierto en función del alcance necesario. Si la aportación de calor es continua la aplicación se mantiene mediante pulsaciones largas, siempre en función del caudal utilizado, pudiéndose repetir en la medida que la película de agua desaparece por efecto del calor.

El rociado de paredes se puede realizar en el interior, sobre las superficies próximas al motor del incendio, y a medida que el equipo de intervención se acerca a este. Es muy común su aplicación desde el exterior para controlar la propagación dentro de un planteamiento táctico defensivo. Solo es efectivo sobre superficies combustibles.


===Enfriamiento de elementos estructurales=== para evitar o retrasar su colapso?

Efecto sobre estructuras metálicas, de hormigón o de madera. (Riesgo de contracción en elementos horizontales). Efecto sobre los cerramientos acristalados. (a desarrollar)


Tamaño de la gota


La distribución de temperatura en el recinto de incendio no es homogénea, menos aún si existe ventilación o si se ha iniciado la aplicación de agua para el enfriamiento de los gases de incendio. El operador en punta de lanza intentará colocar la cantidad de agua adecuada sobre el combustible involucrado, sobre llamas y gases y sobre las superficies más calientes. Para ello deberá jugar con el selector de caudal, el ángulo de cono y el ángulo de aplicación con respecto al suelo.

Un factor fundamental en estos casos es el tamaño de gota:

• Un tamaño de gota reducido implica un mayor tiempo en suspensión y una mejor absorción de energía debido a que la relación entre la superficie externa y la masa de agua es mayor. No obstante, su alcance será menor, ya que las gotas tienen poca inercia, mucho rozamiento y su velocidad horizontal se reduce rápidamente hasta anularse.

• Las gotas de tamaño grande por el contrario, consiguen un alcance mayor aunque tienden a caer al suelo más rápidamente, por su menor rozamiento y resistencia al arrastre por convección. El intercambio de calor no es tan efectivo.

Para los entornos habituales de lucha contra incendios, diversos autores estiman el tamaño de gota óptimo entre 0,3 mm y 0,7 mm, que permite el equilibrio ideal entre alcance y capacidad de absorción de energía.

Un tamaño de gota excesivamente pequeño produce la evaporación en las inmediaciones del bombero y lo expone al vapor de agua, afectando muy poco al incendio. Un chorro sólido, por su parte, penetra absorbiendo muy poco calor hasta impactar con el objetivo. Por efecto del rebote se puede conseguir gotas de diferentes tamaños a partir de un chorro sólido.


Control de la escorrentía


El agua que aplicada en un incendio no llega a evaporarse, solo podrá absorber la energía correspondiente al aumento de temperatura hasta su temperatura final. Sin embargo, el agua que consiga convertirse en vapor y llegar a la temperatura de equilibrio con el recinto tendrá una absorción de energía considerablemente mayor.

El agua aplicada al incendio absorbe energía en la media que incrementa su temperatura, pero alcanza su máxima eficiencia en el proceso de evaporación.

El agua que no llega a evaporarse en su trayecto o en el contacto con las superficies muy calientes conservará su estado líquido. Una parte rebotará y continuará su movimiento hacia abajo. Otra pequeña parte se adhiere a la superficie, pero la mayor parte fluirá hacia abajo por superficies verticales o inclinadas hasta depositarse en planos horizontales. Este volumen de agua de extinción que se acumula en las partes bajas o que fluye por pendientes y orificios se denomina escorrentía.

Un uso eficaz y eficiente del agua permite minimizar la escorrentía en el escenario de un incendio. Los factores que afectan a la escorrentía son:

• Tamaño de gota muy grueso. Una gota gruesa absorbe proporcionalmente menos calor y tiene menos probabilidad de llegar a evaporarse antes de impactar con el entorno.

• Distancia excesivamente reducida: El tiempo de trayecto es menor y con él la absorción de calor y la proporción de agua evaporada.

• Impacto con objetos y superficies. Cuando una gota de agua choca y se extiende por una superficie, absorbe calor reduciendo su temperatura. Si la temperatura de la superficie es superior a 100ºC y existe suficiente transferencia de calor, la gota se evaporará. En caso contrario, se laminará o permanecerá sobre dicha superficie. Las primeras gotas de agua refrigeran rápidamente la capa más externa de una superficie. Por debajo de 100ºC el agua ya no se evaporará y se acumulará o deslizará, generando escorrentía en mayor o menor grado.

La escorrentía es un efecto indeseado y es consecuencia directa de la ineficiencia en el uso del agua.

Version beta?[editar]

He includio todas las remarcas recibas. Solo he dejado fuera la del blitz attack que creo necesitaría un aprtado independiente como el AEO. Eso si nos animamos o en una segunda fase. Muchas gracia spor la lectura y la wikificación..--Arnalich (discusión) 08:10 14 oct 2020 (UTC)[responder]

Dudas[editar]

En el apartado de rociado de paredes hablamos de "El rociado de paredes persigue refrigerar y cubrir de una película de agua los combustibles cercanos al motor del incendio". Las paredes, en la mayoría de los casos, no son combustibles, con lo que puede llevar a confusión y provocar que el bombero proyecte agua a las paredes con el efecto de un ataque indirecto. En la introducción inicial recoge "Por su parte el rociado de superficies evita la extensión del incendio a otras superficies y la contribución de estas al mismo." -- Creosota (discusión) 18:32 19 sep 2021 (UTC)[responder]

Texto retirado[editar]

Tanto para esta técnica, como para el control de gases, el diámetro de gota óptimo es de 0,4 mm, ya que las gotas por debajo de 200 micrones y aquellas por encima de 600 micrones crearon cantidades excesivas de vapor de agua.[1]

  1. Grimwood, Paul (2008). Euro Firefighter. Jeremy Mills Publishing Limited. ISBN 978-1-905217-06-9.