Usuario:VandeWalle/Taller/Ecología profunda
La ecología profunda es una rama reciente de la ecología que considera a la humanidad como una parte del desarrollo integral del medio ambiente. Como filosofía enfatiza el enorme valor de las especies no humanas, los ecosistemas y los procesos de la naturaleza y, con ello, puede considerarse que la ecología profunda es, ante todo, un nuevo modelo de ética medioambiental. El núcleo principal de los postulados de la ecología profunda fue desarrollado originariamente por el filósofo Arne Næss y sostiene la igualdad biosférica, es decir, aquella propuesta según la cual todas las especies han de tener el mismo derecho a vivir y desarrollarse, igual que sucede con el ser humano. La ecología profunda debe su epíteto de "profunda" al hecho de que persiste en cuestiones filosóficas de gran calado concernientes al "cómo" y al "por qué" de las cosas y se niega a ser considerada simplemente como una rama de la biología evitando el utilitarismo medioanbiental según el cual el ser humano no debe más que administrar la naturaleza y sus recursos con la mirada puesta en sus propios propósitos.
Desarrollo
[editar]El término "ecología profunda" fue acuñado por el filósofo noruego Arne Næss en 1973[1] quien, además, ayudó a darle un fundamento teórico a esta rama de pensamiento. "Para Arne Naes la ciencia ecológica entregada tan solo a los hechos y a la lógica no puede dar respuesta a las cuestiones éticas acerca de cómo se ha vivir. Para esto requeriríamos una sabiduría ecológica. La ecología profunda busca un desarrollo en consonancia con la experiencia profunda, las cuestiones profundas y la responsabilidad profunda. Ésta constituye un sistema interconectado; cada uno aumenta y apoya lo otro. El sistema íntegro sería, tal como a Naes le gusta llamar, una ecosofía: una abarcante pero consistente filosofía del ser, pensar y actuar en el mundo, que encarna la sabiduría ecológica y la armonía."[2]. Næss rechaza la idea de que los seres puedan ser clasificados conforme con valores relativos. Por ejemplo, juicios sobre si un animal tiene un alma eterna, si usa la razón o si tiene conciencia (incluso una conciencia elevada) han sido, todos ellos, empleados para clasificar al ser humano como superior al resto de los animales. Næss expone que desde el punto de vista ecológico "el derecho de todas las formas [de vida] a vivir es un derecho universal que no puede ser cuantificado. Ninguna especie individual de ser vivo tiene un mayor derecho a la vida y a desarrollarse que cualquier otra." Esta idea metafísica es aclarada por la reivindicación de Warwich Fox acerca de que nosotros y todos los demás seres son "aspectos de una realidad simple en desarrollo"[3]. Como tal la ecología profunda apoyaría el punto de vista de Aldo Leopold en su libro "A Sand County Almanac" según el cual los humanos son "simples miembros de la comunidad biótica". La ecología profunda también apoyaría la idea de Leopold en su obra "Land Ethic": "una cosa está bien cuando tiende a preservar la integridad, estabilidad y belleza de la comunidad biótica. Esta mal cuando su tendencia es inversa." Daniel Quinn en "Ishmael" muestra en nuestra actual visión del mundo subyace un mito antropocéntrico, sin embargo, una medusa podría tener un punto de vista "medusocéntrico".[4].
La ecología profunda ofrece las bases para una defensa del medio que podría guiar la acción contra la evidente autodestrucción. La ecología profunda asegura que la ciencia de la ecología muestra que los ecosistemas pueden absorver sólo una cantidad limitada de cambios inducidos por el ser humano u otras influencias discordantes. Es más, la ecología profunda defienden que las acciones de la civilización moderna suponen una amenaza medioambiental global. Los ecologistas han descrito el cambio y la estabilidad en los sistemas ecológicos de diferentes formas: valiéndose de la homeostasis, el equilibrio dinámico y el "fluir de la naturaleza". Sea cual sea el modelo más preciso los defensores de la ecología profunda sostienen que la masiva actividad económica llevada a cabo por los humanos está llevando a la biosfera muy lejos de su estado natural hacia una reducción de la biodiversidad, un cambio climático, y otras variaciones perniciosas. Como consecuencia la civilización está causando una extinción masiva. Los ecologistas profundos esperan ser una influencia decisiva para cambio social y político hacia su filosofía.