Aparte de la Biblioteca Jovellanos, que hace las veces de biblioteca central de la ciudad y cuya gestión corresponde a la administración regional, la primera biblioteca pública que se creó en Gijón fue la de Roces, en el año 1975, reformada al crearse el centro municipal del barrio en 1981. La red bibliotecaria municipal nació y se desarrolló durante esa primera etapa (años ochenta) en gran medida respondiendo a demandas vecinales que apremiaban a los poderes públicos exigiéndoles la oferta de servicios bibliotecarios en los barrios. Fruto de una mayor planificación espacial y poblacional, acabaría siendo con el tiempo la actual Red Municipal de Bibliotecas.
Cinco de esos centros (La Calzada, Llano, L'Arena, El Coto y Pumarín "Gijón-Sur"), tienen unas dimensiones y una dotación de medios y personal superior al resto, haciendo las veces de bibliotecas de distrito. Otras seis bibliotecas (Natahoyo, Polígono, Contrueces, Roces, Vega-La Camocha y Montiana) cumplen más propiamente las veces de bibliotecas de barrio, donde el servicio de proximidad alcanza su más justa expresión.
A esta red municipal, se añade la biblioteca del Paciente del Hospital de Cabueñes (con la que la FMCE y UP mantiene un convenio de colaboración) y siete centros de lectura, en los barrios de Cimadevilla, Nuevo Gijón, Granda, Barrio de Pescadores, Santa Bárbara, Fano y Porceyo. Estos centros de lectura se encuentran situados en los locales de las propias asociaciones de vecinos y gestionados directamente por ellas. La Fundación realiza envíos periódicos de fondos y les asesora en los procesos técnicos.
La Biblioteca de Montiana se inauguró en 1989 en un bajo de la Urbanización Monte Areo del Poblado de Montiana. Desde marzo de 2004, cuenta con nuevas instalaciones que se pueden localizar fácilmente frente al apeadero de la estación de tren.