Usuario:Servando.A6/Taller

De Wikipedia, la enciclopedia libre

Acústica en la arquitectura residencial[editar]

La acústica, junto con la iluminación y la temperatura, es uno de los principales parámetros establecidos y comúnmente aceptados que constituyen el confort dentro de un espacio, particularmente cuando este está destinado a ser habitado y busca satisfacer las necesidades de los individuos que lo utilizan. Cada espacio cumple con una función específica y se diseña arquitectónicamente con su función en mente y, puesto que la acústica también juega un papel importante dentro de este diseño, ésta se contempla desde los primeros esbozos para considerarla desde los pasos inciales de la construcción, determinando así los materiales que se usarán, las formas de estos y sus dimensiones, así como en dónde y de qué manera se ubicarán para obtener el mejor resultado.[1]

La vivienda, en la vida de todos los seres humanos, respresenta culturalmente un espacio cerrado que brinda protección y resguardo, tanto de las inclemencias del tiempo como de los peligros que acechan a las personas. Poco a poco, ésta noción meramente funcional de la vivienda comenzó a tornarse en un concepto más complejo que contemplaba más factores de confort, sensación de bienestar e incluso de realización, puesto que consistía en un espacio de recreación, descanso e incluso de trabajo, aunque en menor escala.[2]

A diferencia de otros espacios como teatros o salas de concierto en donde se busca amplificar lo más posible la intensidad sonora del escenario en cada punto y enfatizar o contrarrestar ciertas frecuencias o sonidos con el fin de lograr que la audiencia escuche por igual y con la mayor nitidez posible, en la vivienda o casa habitación el carácter acústico puede variar dentro de esta, ya que cada habitación tiene diferentes fines y se busca que la manifestación del sonido dentro de cada una corresponda a estos y, además, genere una sensación de bienestar y un alto grado de confort, lo que significa que la inteligibilidad de la palabra entre los presentes sea elevada y que el campo sonoro generado en tal espacio no genere ninguna molestia.[3]

Nuestra percepción del sonido es determinante para que haya una sensación placentera o incómoda cuando se está escuchando en un espacio cerrado. Particularmente, dentro de la vivienda se busca que haya un buen entendimiento de la palabra hablada, puesto que en general se entiende que habrá convivencia entre los habitantes, por lo que el adecuado manejo del eco y la reverberación son vitales para conseguir este resultado. De igual manera se busca que otro tipo de ruidos como los pasos o el movimiento de muebles y algún otro objeto dentro de la habitación sean prácticamente desapercibidos y siempre haya una sensación de calma y quietud.[4]

Pasando a otros aspectos, cabe destacar que el espacio resuena, eso es un hecho. Desde diversas perspectivas se ha planteado hasta el grado de aceptarse comúnmente que cada espacio posee su propio sonido y sus frecuencias características al igual que el ser humano tiene las propias gracias a todas las cavidades internas que naturalmente forman no uestra anatomía. El correcto entendimiento de este concepto del espacio como un instrumento resonador capaz de enfatizar o responder tanto constructiva como destructivamente a ciertos fenómenos sonoros, se vuelve un elemento crucial a considerarse cuando se comienza a trabajar en el diseño de cualquier espacio, puesto que sus propiedades determinarán de manera significativa su impacto en decisiones posteriores, tocante a elementos acústicos técnicos. [1]

La resonancia acústica y el sonido particular de un espacio específico están determinados por los factores de absorción y reflexión de los materiales presentes dentro del mismo, así como su geometría en sí, actuando de esta manera, ya sea como trampas o bien como difusores acústicos. El trabajo tanto de arquitectos como ingenieros en el correcto uso de estos elementos comienza desde la construcción, sin embargo, al comenzar con la decoración se debe tener siempre en cuenta que todo el quehacer acústico debe ser completamente independiente de los elementos de cada habitación (muebles, alfombras, etcétera), ya que estos pueden cambiar constantemente por la misma finalidad con la que está hecha una vivienda, aunque su presencia también tendrá un impacto en el resultado acústico y la percepción auditiva cotidiana que se tenga del espacio. [5]

De manera técnica, las reglas que se siguen para el diseño acústico de cada espacio dentro de una vivienda son los mismos que se utilizan para cualquier otro tipo de recinto, aunque el uso de difusores y absorbentes es recomendable que se maneje de manera más discreta por la cuestión estética visual presente en una casa, principalmente porque se busca mantener el concepto de percepción acorde a la noción de hábitat, lo cual implica mantener presentes elementos básicos como la sensación de resguardo, seguridad, tranquilidad y convivencia entre los habitantes.[3]

Asimismo, deben de tomarse en cuenta otros factores si se incluirán sistemas de audio, tanto en espacios destinados a ello como la sala de estar o el cuarto de televisión, como en espacios donde pueden encontrarse de manera un poco menos especifica como en las propias habitaciones, pudiendo distribuir los altavoces en el espacio o concentrarlos en algún punto. Cada uno de estos sistemas de distribución depende de las condiciones acústicas del espacio, por lo que sí se han logrado los objetivos inicialmente planteados, se recomienda usar la distribución concentrada.[6]

  1. a b Recuerdo, Manuel (1999). Acústica arquitectónica aplicada. Madrid: Paraninfo. 
  2. Eric Barceinas. «Psicología y arquitectura. Notas breves: confort psicológico». Academia. Consultado el 29 de marzo de 2016. 
  3. a b Carrión, Antoni (2001). Diseño acústico de espacios arquitectónicos. México: Alfaomega. 
  4. Thompson, Emily (2002). The soundscape of modernity: architectural acoustics and the culture of listening in America (en inglés). Cambridge: Cambridge MIT Press. 
  5. Cox, Trevor (2009). Acoustic absorbers and diffusers: theory, design and application (en inglés). Londres: Taylor & Francis. 
  6. Toole, Floyd (2002). Sound reproduction acoustics and psychoacoustics of loudspeakers and rooms (en inglés). Amsterdam: Focal Press.