Usuario:SergioVares/taller

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Antecedentes[editar]

Watzlawick ideó este libro como una respuesta radical a la proliferación de obras de autoayuda para mostrar cómo hacer tu vida insoportable. Está basado en los descubrimientos de la Escuela de Palo Alto, una corriente psicológica de la que él fue uno de sus fundadores.

El autor escribió en el libro "todo el mundo hallará algo de sí mismo en este libro; alguna forma en la que hace su vida insoportable o con la que logra hacer una montaña de un grano de arena"

Contenido[editar]

Inicio[editar]

Al principio del libro, Watzlawick incluye una cita de Memorias del subsuelo de Fiódor Mijáilovich Dostoyevski, que da una idea de dónde pretende llegar:

- "¿ Qué se puede esperar de un hombre? Cólmelo usted de todos los bienes de la tierra, sumérjalo en la felicidad hasta el cuello, incluso hasta por encima de la cabeza, de manera que hasta la superficie de su dicha suban flotando burbujas, déle unas rentas que le permitan dedicarse nada ma´s que a dormir, comer pasteles, y garantizar la permanencia de la especie humana; a pesar de todo, ese hombre, de puro desagradecido, le corresponderá inmediatamente con una mala pasada. Quizás estropee los pasteles, y llegue a desear que le arruine a usted su vida la mayor de las desdicha, el mal más absurdo, la estupidez más inconveniente, sólo para devolverle su bien con mal sin ningún sentido ni razón. Sólo querrá conservar sus ideas fantásticas, su nimia estupidez"


Sobre todo, sé fiel a ti mismo[editar]

Esta regla de oro proviene de Polonia, el criado deHamlet.

Cuatro ejercicios con el pasado[editar]

La idealización del pasado. Idealizar el pasado es una forma muy fácil de amargarse la vida y de ponernos furiosos con nuestro presente. Para ilustarlo, Watzlawick pone varios ejemplos e historias edificantes.

La mujer de Lot[editar]

La historia de la mujer de Lot aparece en el Antiguo Testamento. Un ángel les dice a Lot y a su familia: "Salvaos, salvad vuestras vidas, no miréis atrás, no os detengáis". Pero la mujer de Lot se detuvo a mirar atrás y se convirtió en estatua de sal.

Una "ventaja" de aferrarse al pasado es que así tienes menos tiempo para vivir en el presente y afrontar las cosas que te afectan ahora. Además, en el pasado no hay incertidumbres. Sabes cómo fue

El vaso de cerveza fatal[editar]

En su película El vaso de cerveza fatal , W. C. Fields nos cuenta la historia del alcohólico que no puede resistirse a tomar un vaso de cerveza, y la ruina que le causa: el acto es breve, el arrepentimiento eterno (y si no, piénsese en Eva y la manzana). Una vez que bebió un vaso de cerveza, ya no hay vuelta atrás; ya ha retornado sin remedio a su amargada vida de borracho sin remedio.

Las llaves perdidas[editar]

Un borracho está buscando las llaves que se le han caído, las busca bajo la luz de una farola. Un policía se ofrece a ayudarlo. El policía le pregunta al borracho: "¿ Está usted seguro de que le han caído aquí?". A lo que el borracho responde: "Estoy completamente seguro de que no me han caído aquí, me han caído allí, donde no ilumina esta farola, pero allí está muy oscuro para buscar"

Rusos y americanos[editar]

La antropóloga Margaret Mead hace una broma sobre cuál es la diferencia entre rusos y americanos. Los americanos, cuando quieren eludir una obligación social que no les apetece, mienten y dicen que les duele la cabeza. Los rusos, en cambio, necesitan que les duela la cabeza de verdad.

La historia del martillo[editar]

Un hombre quiere colgar un cuadro. Tiene el clavo, pero no tiene martillo. Sabe que su vecino tiene un martillo, así que piensa en pedírselo prestado para clavar el clavo.

Pero entonces empieza a pensar.... ¿ y si mi vecino se niega a prestarme el martillo? Ayer no me saludó con el mismo entusiasmo de otras veces. Quizás sólo era que tenía prisa, pero quizás tiene algo contra mí. ¡ Pero si yo no le he hecho nada ! ¿ Por qué mi vecino la tiene tomada conmigo? Hay que ver cómo es la gente, ¿ qué le cuesta prestarme un martillo? Si yo tuviera uno y me lo pidieran prestado un momento lo prestaría inmediatamente y sin dudar. Es precisamente por culpa de tipos como mi vecino por lo que la vida es tan desagradable. Y pensará que dependo de él, que necesito su martillo....

El hombre le pica a su vecino y le dice, sin que el vecino haya llegado a abrir la boca aún: "Quédate con tu martillo, imbécil"


Los guisantes en la mano.[editar]

Un hombre vive atormentado por el fantasma de su esposa muerta, que se le aparece y dice saberlo todo. Un maestro le sugiere que coja un buen puñado de guisantes en la mano y que le pregunte al fantasma cuántos guisantes tiene exactamente en ella.

El espantador de elefantes[editar]

Un hombre está una y otra vez dando una palmada cada diez segundos. Le preguntan por qué hace eso y responde: "estoy espantando a los elefantes"

- ¿ Espantando elefantes? ¡ Pero si no hay ninguno !

- ¡ Claro ! ¡ Lo ves cómo mi técnica para espantarlos funciona !

La profecía autocumplida[editar]

Si usted sospecha que los demás cuchichean y se ríen de usted, con motivos o sin ellos, preste muchísima atención al más mínimo detalle de todo lo que hace todo el mundo para pillar a la gente cuchicheando y riéndose de usted. Muy pronto conseguirá descubrir a la gente haciéndolo.

Cuidado con llegar[editar]

George Bernard Shaw acuñó un conocido aforismo: "existen dos tragedias en la vida: que no ocurra lo que deseas, y que ocurra lo que deseas"


Si me quisieras, comerías ajo con agrado[editar]

Otra buena forma de amargarse la vida es mediante malentendidos con tu pareja.

Si una mujer le pregunta a su marido si le gusta su nueva receta de sopa con ajo, y él la prueba y le resulta asquerosa, el decir la verdad le exigiría decir "no", pero sabe que eso ofendería a su mujer. El complacer a su mujer le haría decir "sí". Ahora bien, no le puede decir que sí y que no. Puede decirle: "tiene un sabor interesante". Ahora bien, las probabilidades de que su mujer entienda lo que piensa realmente son escasas.

Sé espontáneo[editar]

Es imposible obligarse a ser espontáneo. Si decides pretendidamente ser espontáneo, estás arruinando cualquier posible espontaneidad.

Si me quieres, no estás en tu sano juicio[editar]

Groucho Marx decía: yo nunca sería socio de un club tal que me aceptase a mí cómo socio.


Sé noble, ayuda a los demás y sé bondadoso[editar]

Para tener dudas de la bondad de los demás, sólo tienes que preguntarte a ti mismo qué fin persiguen. Seguro que no es el ser desinteresados y altruistas.

Malditos extranjeros[editar]

Uno de los principios del flirteo para el varón italiano es: si estoy con una mujer más de cinco minutos y no la toco, pensará que soy homosexual. Ahora bien, ese sistema sólo funciona si la mujer le rechaza con condescendencia maternal. Con la emancipación de la mujer italiana en las últimas décadas, ese comportamiento viril ha dejado de estar exento de peligros.

La vida como un juego[editar]

El psicólogo americano Alan Watts dijo que la vida no es un juego.


Watzlawick aquí explica la diferencia entre juegos de suma cero y juegos de suma no cero. En los juegos de suma cero, lo que gana un jugador lo pierde el otro. En general, los juegos no tienen por qué ser de suma cero, y hay ocasiones en las que todos los jugadores ganan, y otras en las que todos los jugadores pierden.

[editar]

El libro de Watzlawick, con su título irónico respecto de los libros de autoayuda, se convirtió en un éxito y vendió más de un millón de ejemplares sólo en Alemania. También fueron éxitos de ventas la edición estadounidense "The situation is hopeless, but not serious. (The Pursuit of unhappiness)", de 1983; la francesa "Faites vous-même votre malheur", la italina "Istruzioni per rendersi infelice" y la española "El arte de amargarse la vida".

Con su estilo paradójico, esta "anti-guía" resulta un instrumento útil , si se evitan las trampas que con sorna identifica el autor con las que logramos amargarnos la vida, para que la nuestra sea menos infeliz.

En un nuevo giro de tuerca, en 2011, el psicoterapeuta barcelonés Rafael Santandreu, que estudió en Arezzo con uno de los principales discípulos de Watzlawick, Giorgio Nardone, escribió un libro exponiendo las bases de la terapia cognitiva para el público general al que puso el título de "El arte de no amargarse la vida". El libro de Santandreu ha sido un best-seller habitualmente situado en las estanterías de auto-ayuda de las librerías.