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La representación de las Morismas de Bracho (fiesta tradicional religiosa) histórica y cultural en honor a San Juan Bautista, que tiene lugar desde 1836 es la más antigua e importante de México, conocida nacional e internacionalmente.

Es la escenificación de la Batalla de Lepanto, protagonizada entre moros y cristianos, tiene 179 años de realizarse en la entidad en un escenario natural como es el cerro de San Martín, desde donde bajan los participantes, hasta llegar a la explanada en Las Lomas de Bracho.

Se desarrollan varios combates, siempre con tamboras como fondo, pero la batalla principal tiene lugar el domingo. Todo inicia en el centro, donde las tropas de los moros desfilan por las calles, con bandas de guerra e impresionantes uniformes, incluyendo escudos, espadas, capas y otros elementos de ese estilo. Mientras tanto, el ejército de cristianos forma una enorme cruz en las lomas. Al filo mediodía el combate termina cuando los moros se rinden ante la majestuosidad de la cruz formada por el ejército cristiano.

Para quienes actúan en estas representaciones, el hecho es un gran honor, por lo que muchos papeles se heredan de padres a hijos, aunque si una persona participa por varios años puede escalar en jerarquía.

Esta fiesta se representa dos veces al año, la primera el 24 de Julio, día de San Juan Bautista, y en la última semana de agosto, siendo esta la fiesta mayor, ya que por ser San Juan Bautista el divino precursor de la morisma, se le honra en la fecha de la conmemoración del día de su muerte (29 de agosto).