Usuario:Pizzaor
LA EDUCACIÓN DE LOS COCHINOS.(poema)[editar]
Señores de la asamblea;
permitid que aunque yo sea
solo un hijo del vecino
les dé una pequeña idea
sobre la noble tarea
que es educar a un cochino.
Apenas nazca el pichón,
se pone en observación
a fin de determinar
a dónde se ha de orientar
su futura vocación.
Pues debe aquí recordar
que hay de cochinos la mar
que no pasan del chiquero
por culpa de un cochinero
que no los supo educar.
Decirlo causa pavor,
pero aunque nos dé dolor
reconocer nuestro yerro,
menos sabroso es el perro
y lo educamos mejor.
Pero mi tema es porcino;
volvamos, pues, al camino
dejado atrás hace rato
y expliquemos de inmediato
cómo se educa a un cochino.
El cuidado principal
se refiere a lo social,
y es enseñarle primero
a que cuide con esmero
su apariencia personal.
Hay que ponerles atención
si mostrara inclinación
a andar siempre empantanado
pues cochino desaseado
no llega ni a chicharrón.
Hay que inculcarles, señores,
que las tres prendas mejores,
después de la inteligencia,
son el amor, la obediencia
y el respeto a los mayores.
Hay que infundirles la idea
de que, por macho que sea,
debe hablar con mucho esmero,
porque no hay cosa tan fea
como un cochino grosero.
También se le ha de imponer
el sentido del deber
y enseñarle desde chico
a que se lave el hocico
cuando acabe de comer.
Que si va a un baile de coctel
de gentes de otro nivel,
ninguna protesta emita
cuando alguna señorita
se niegue a bailar con él.
Pues según la educación
que se le imparta a un lechón
desde que mama chupón
hasta que ya está rollizo,
unos son para chorizo
y otros son para jamón.