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Usuario:Pedro H. Vega/Taller4

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La llegada del neogótico a México responde principalmente a las necesidades de una Iglesia hostigada por los gobiernos liberales de a mediados del siglo XIX que, entre otras cosas, legitima la expropiación de sus bienes (checa 2011). Dado a ello, la iglesia mexicana requería de una notoriedad para refrendar su presencia y vigencia en la sociedad, como* protectora moral y baluarte de la fe* (Gutierrez 1983). Por lo que se sirve del neogótico, específicamente del ideal anglosajón, que tiene como aspiración construir hitos urbanos que marquen el éxito y la consolidación de las naciones. (cita) La importancia de mantener presencia se verá reflejado en las dimensiones y en la monumentalidad de sus templos, que los convertirá más que en parroquias*, en simbolos

CHECA 2011 La voluntad de dejar presencia explicará entonces las dimensiones de los templos para no perder ese valor monumental predominante, a la vez que simbólico, que tan evidente se hará no solo en los contextos urbanos sino sobre todo en las poblaciones de menor tamaño. Monumentalidad que explica la edilicia inconclusa de algunos templos. CHECA 2011 De igual manera, las elites económicas y políticas ven en la asunción de ciertos estilos historicistas, el neogótico incluido, una forma de modernidad y de acercamiento a las elites estadounidenses y sobre todo europeas, ya sea como moda impuesta, ya sea como mero reflejo de un poder basado en el dinero y necesitado de mostrarse en público (Bethel, 1995; Segre, 1999) -se refiere a latinoamérica en general, tenlo en cuenta. CHECA 2011 Para el caso mexicano pudiera parecer que las influencias neogóticas son directamente importadas de la arquitectura francesa del momento, en especial por el periodo imperial y por el posterior afrancesamiento del que hizo gala el régimen de Porfirio Díaz, Lo cierto es que esa influencias no son tan lineales. --Eclectisismo. CHECA 2011 Recuperación del protagonismo social de la Iglesia -en el porfiriato-. esta institución realiza una nueva organización territorial, un hecho que hará aparecer nuevas diócesis y por tanto, una necesidad de nuevos templos. Va a coincidir con la expansión de ciudades y con los procesos de embellecimiento de éstas. Los templos aprovecharán esa circunstancia para dotarse de plazas en su frentes y abriendo el templo a la mirada de los ciudadanos. Una apertura que recalca el carácter protagónico de la iglesia como poder y su papel destacado en la sociedad. CHECA 2011 Los arquitectos parecen ser los que lideran la implatación del neogótico, y se ven secundados por prelados [] el tercer agente es el maestro de obra (cantero, escultor, alarife). CHECA 2011 --hay más templos neoclásicos que de otro tipo. eran minoría. XIX. (Katzman, 1993). centro occidente, y CDMX CHECA 2011 La monumentalidad implica que se espera algo más que satisfacción funcional de los edificios: se busca un significado, se le convierte en un signo PAGCATE Todo comenzó en 1862 cuando se erigió la Diócesis de Zamora. Esta se desmembró del Arzobispado de Morelia, que tenía entonces una extensión muy grande. Al mismo tiempo que nació el obispado de Zamora. PAGCATE El primer Obispo de la nueva Diócesis, el Sr. José Antonio de la Peña, no encontró una iglesia apropiada para Catedral. PAGCATE Había pues la urgencia de adaptar una de las existentes. Entre los templos más dignos de ese entonces, había uno que estaba inconcluso, sin torres, pero con un interior suntuoso. Era el templo parroquial que tenía ya un largo camino pues había comenzado su existencia en 1574, siendo la primera iglesia de la villa de Zamora… Pues bien este recinto sagrado se adaptó con la idea de que pudiera servir como catedral. Fue consagrada el 8 de mayo de 1867, pero no pudo funcionar plenamente como tal porque había problemas técnicos, entre otros, la cúpula que hoy tiene y que era sostenida por muros poco sólidos. También había problemas con las torres. Estas fueron terminadas en 1879 y en 1887 empezaron a desplomarse. WIKI Inicio de la construcción de la Catedral: 2 de febrero de 1898, siendo obispo de la Diócesis de Zamora Michoacán el Excmo. Sr. D. José María Cázares Martínez. PAGCATE La idea de un edificio construido “ex professo”, se debe al segundo obispo de Zamora, al Sr. José Ma. Cázares Martínez. CHECA 2011 Obra iniciada durante el obispo José María Cázares y Martínez. Mostraba una voluntad de independencia frente al poder político de Morelia y una capacidad de integración regional muy importante (Verduzco, 1992) CHECA 2011 El obispo Cazares, probablemente conociera las catedrales góticas europeas (Sigaut, 1991) y era su gusto (Hernández, 1999) también quizás porque en la región se estaban construyendo iglesias del mismo estilo. Podemos considerar la posibilidad de que fuese el maestro de obras Hernández Segura el que adoptase el estilo. CHECA-ARTASU 2015 La obra se pensará inicialmente como la nueva catedral de la diócesis de Zamora, crea�da en 1864, y como reflejo de una ciudad levítica en el Bajío zamorano (Hernández Madrid 1999, 59-78; Tapia 1986, 129-178). WIKI El 2 de febrero de 1898, Fiesta de la Candelaria, fue colocada la primera piedra de este templo, bajo el ministerio del segundo Obispo de Zamora, Don José María Cázares y Martínez.


LA DIMENSIÓN GEOGRÁFICA DE LA ARQUITECTURA NEOGÓTICA EN MÉXICO Martín M. Checa-Artasu

Ésta se desarrollará a partir de la década de los sesenta del siglo XIX y tendrá vigencia hasta bien entrada la década de los treinta del siglo XX. (327)

El neogótico surge enraizado con los ambientes románticos de exaltación del mundo medieval y de sus formas místicas. La llegada de este estilo a México viene marcada por varios factores. Se trata del modelo arquitectónico de uso en la potencia colonial dominante del momento, Inglaterra, y en la Emergente, Estados Unidos. (327)

La Iglesia católica será la principal usuaria del mismo, en tanto el mismo ayudará a cumplir propósitos tales como la reinvindicación de la Iglesia católica como baluarte de la fe y, sobre todo como transmisora de valores a la sociedad. Valores que en esos momentos tienen que ver con un sentido de expiación, perdón y reconciliación ante las influencias que los gobiernos liberales han dejado en el país y que son consideradas anticlericales y perniciosas (Checa, 2015a). (327)

La voluntad de la Iglesia de reinvindicarse, especialmente cuando la presión liberal decaiga y se llegue a un pacto tácito entre el gobierno de Porfirio Díaz y la arquidiócesis de México, permitirá la refacción y arreglo de numerosas iglesias y parroquias a lo largo y ancho del país, y también, la erección de templos monumentales, entendidos como símbolos del papel del catolicismo en la sociedad mexicana. (328)

Muchos de esos templos monumentales en sus medidas se compondrán en estilo neogótico. Sus propias dimensiones y los costos en esas arquitecturas devendrán con el paso de los años en una edilicia inconclusa que en algunos casos ha llegado hasta nuestros días.

En México el uso de la arquitectura neogótica va a coincidir con los momentos iniciales de la búsqueda de una identidad arquitectónica nacional. (...) todo ello surgido como respuesta frente al neoclasicismo dieciochesco planamente enraizado en el país.


Los agentes transmisores del estilo (para la expansión del neogótico en MX)

  1. de la academia y de la formación oficial que recibían los futuros arquitectos e ingenieros.
  2. De los técnicos extranjeros que llegaron al país (por) ciertos encargos.
  3. del trabajo de obras, alarifes y albañiles aventajados quienes en su mayoría actuaron en pequeñas ciudades y pueblos del interior del país y que seguramente, más por sugerencia de párrocos y obispos que por iniciativa propia, tomaron el estilo gótico como base constructiva y decorativa.

Papel importante la formación que recibían los futuros arquitectos en la Academia de Arquitectura de San Carlos. Conocimientos que potenciaron el uso de estilos eclécticos e historicistas en el panorama mexicano. A raíz de su reorganización financiera en 1834, se va a iniciar la venida de profesores extranjeros y la ida de pensionados mexicanos a Europa, especialmente a Francia. Adquisición de nuevos conocimientos, técnicas e influencias que se aplicaron en la arquitectura del país. Una de éstas fue el estilo neogótico que en esos años se extendía por distintos países europeos con obras nuevas pero sobre todo con restauraciones y rehabilitaciones de edificios medievales.

Adamo Boari y el templo Expiatorio al Santísimo Sacramento, en Guadalajara a similitud de la catedral gótica de Orvieto.

Ceferino Gutiérrez Muñoz, maestro de obras de la torre gótica de la iglesia de San Miguel Arcángel en San Miguel de Allende o de la iglesia de Nuestra Señora de la Saleta en Dolores Hidalgo.

La construcción de iglesias y el neogótico durante el Porfiriato

Durante el Porfiriato (...) la Iglesia recuperará el protagonismo social de la Iglesia. De igual forma, la Iglesia mexicana de esos años, establece una nueva organización territorial, un hecho que hará aparecer nuevas diócesis y por tanto, una necesidad de nuevos templos. Ello va coincidir con la expansión urbana de no pocas ciudades y con los procesos de embellecimiento de éstas. En esas fechas la iglesia hará una redefinición de algunos conceptos teológicos conllevarán a la aparición de nuevas advocaciones muy ligadas a la Iglesia como organismo o aspectos trascedentes de la figura de Cristo. Así se refuerza al Sagrado Corazón de Jesús y, ligado a la conceptualización teológica de éste, surgirá el concepto de la expiación como necesidad frente a los males del mundo, apareciendo nuevos templos que tendrán ese cometido. O a redefiniciones como la Inmaculada Concepción, forma mariana que adquirirá inusitada relevancia a partir del último tercio del siglo XIX. La coronación pontificia de la Virgen de Guadalupe, el 12 de octubre de 1895 vendrá a refrendar la construcción de algunos templos con esa advocación y que se consolidará como una de las advocaciones primordiales.

El neogótico será tomado como el estilo ideal debido a sus características de magnificencia y espectacularidad que reflejan una Iglesia gloriosa e importante. La aplicación estuvo mucho más relacionada con aspectos propios de la dinámica interna de la Iglesia que con la evolución de la arquitectura en el país. Arquitectos y alarifes secundaron a prelados, vicarios y párrocos. Donde lo gótico era aspiracional y sinónimo de recuperación eclesial.

Estos se dan en las décadas centrales del siglo XIX. Se trata de decoraciones aplicadas tanto en iglesias como en otros edificios (Katzman, 1993:199 y s.). De esos primeros ejemplos hay que destacar los que localizamos en la ciudad de Aguascalientes: la Iglesia de San Ignacio (1848 y 1850), el hotel casino El Recreo (1848-1850) (Suárez, 1989:429) y los baños públicos de “Los Arquitos” (Gómez Serrano, 1988:285).

Jalisco y en Colima tendrá mucha influencia en cuanto a la decoración de iglesias será la reconstrucción de las torres de la catedral de Guadalajara entre 1849 y 1854 del arquitecto Manuel Gómez Ibarra.

neogótico tuvo una vida activa concentrada desde el último tercio del siglo XIX y hasta la década de los treinta del siglo XX.

dos áreas que parecen concentrar la producción de éste. La primera, la Ciudad de México, y la segunda, la región centro-occidente comprendida por los estados de Guanajuato y Jalisco, con ejemplos mucho más puntuales en Michoacán, San Luís Potosí, Colima, Nayarit y Aguascalientes. Ejemplos dispersos por el resto del país.

En Ciudad de México, iglesias, capillas funerarias y panteones, entre los que destaca; la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario en la Avenida Cuauhtémoc en la Ciudad de México, proyectada por los hermanos Manuel y Ángel Torres Torija en 1920 y concluida una década después (Ortiz Macedo, 2004:299); la capilla del Panteón Francés diseñada por E. Desormes en 1891; la parroquia del Inmaculado y Sagrado Corazón de María, en la colonia Guerrero construida en 1902 por el ingeniero Ismael Rego; la parroquia de María Reparadora, en la colonia Santa María de la Ribera, iniciada en 1906; la rectoría de Santa Teresita del Niño Jesús en la colonia Vista alegre, datada de los años treinta; la parroquia del Divino Rostro, en la colonia Tlaxpana, construida entre 1924 y 1954; la Capilla de San Pablo el ermitaño en el barrio de San Pablo en Iztapalapa, construida en 1948; la iglesia del Niño de la Paz, en la calle Praga, obra del arquitecto Emilio Dondé, iniciada en 1909 y concluida por Nicolás Mariscal en 1938 y el Santuario de María Auxiliadora del Colegio Salesiano3, diseño del ingeniero José Hilario Helguero de 1898 y concluida en 1958 por el ingeniero Adrián Giombini y el arquitecto Vicente Mendiola Quezada (Santa Ana, 2012:69-73).

región del centro-occidente, desde 1865 hasta los años veinte del siglo XX.

“aglomeraciones” en algunas poblaciones fruto de la actividad de maestros de obra y alarifes. Este sería el caso de los municipios guanajuatenses de Dolores Hidalgo y San Miguel Allende, donde la obra del maestro de obras autodidacta Ceferino Gutiérrez Muñoz se refleja en la iglesia de Nuestra Señora de la Saleta en Dolores Hidalgo (1875-1896) y en la fachada y torre gótica de la iglesia de San Miguel Arcángel en San Miguel de Allende (1880) (Katzman, 1993:359). Esa misma especialización se detecta en la ciudad de Zamora, Michoacán gracias a la actividad del maestro de obras Jesús Hernández Segura o en la ciudad de Colima, donde el alarife Lucio Uribe desarrolló varios ejemplo del llamado neogótico tropical (Huerta, 1990).

tres grandes grupos en cuanto a sus características y estado de la edilicia neogótica:

El primero es el relativo a las iglesias parroquiales, concluidas tras varios años desde su construcción inicial. En Jalisco destacan la Iglesia de Santa María de Guadalupe en Degollado, iniciada en 1865 según proyecto del ingeniero Jesús Navarro Castellanos y concluida nueve años más tarde; la parroquia del Señor de la Misericordia en Jalpa de Cánovas, proyecto del arquitecto inglés Cecilio Luis Long, iniciado en 1885 y concluido en 1908 (Maldonado; Cabrera, 2007); el templo de San Antonio en Zapotlán el Grande, hoy Ciudad Guzmán.

En Guanajuato: la iglesia del Sagrado Corazón en Dolores Hidalgo; la parroquia del Señor de Esquipulitas en Moroleón; el Santuario de la Virgen de Guadalupe en San Luis de la Paz; la iglesia de Santa María de la Asunción en Guanajuato, proyectada por el arquitecto José Noriega y construida entre 1873 y 1881 como parte de un conjunto escolar; el templo del Inmaculado Corazón de María, también llamado de la Santa Escuela en León, iniciada en 1890 y concluida en 1906. En Michoacán: la iglesia en Santa Inés en el municipio de Tocumbo; la iglesia de la Inmaculada Concepción de Angangueo, obra de José Heras Rivero, iniciada en 1882 (Katzman, 1993:374; Guzmán Barriga, 2007: 371-372) y el templo de San Pedro Apóstol en Senguio (Guzmán Barriga, 2007: 368). En Morelia destacan todo y su eclecticismo, el templo de la Visitación y la iglesia de María Auxiliadora, anexa al Colegio Salesiano, ambos atribuidos a Adrián Giombini Montanari (Castellanos, 2005:260, Servín, 2012: 102).En Colima cabe citar la iglesia del Señor San José de Colima, construida por el maestro de obras Hermenegildo López hacia 1904


Un segundo grupo es el relativo aquellos grandes templos que han llegado hasta nuestros días inconclusos a causa del monumentalismo de su fábrica, la falta de recursos económicos y los conflictos de orden político de las primeras décadas del siglo XX. en Michoacán: la estructura inconclusa del templo de San Francisco en Ixtlán de los hervores, fechada entre 1894 y 1896 (Guzmán Barriga, 2007: 413-414). y el Santuario Guadalupano de Zamora, construido y proyectado por el alarife Jesús Hernández Segura en 1896 como la nueva catedral para la diócesis de Zamora. Ésta quedo inconclusa en 1914 retomándose la obra en 1988, ahora como Santuario a la Virgen de Guadalupe (Checa-Artasu, 2011a; 2015c). En esa ciudad michoacana vale la pena reseñar otros dos ejemplos: el templo expiatorio del Sagrado Corazón de Jesús, iniciado en 1892 (Sigaut,1991:99-104) y el Santuario de Guadalupe, ubicado en el antiguo convento de San Francisco y construido entre 1894 y 1896 (Sigaut, 1991: 105 110).

En Guanajuato destaca el templo del Sagrado Corazón de Jesús en León, construido a partir de 1921 según un proyecto del arquitecto Luis G. Olvera y concluido tras un largo proceso a principios del siglo XXI (Checa-Artasu, 2011b). En Jalisco, cabe citar el templo de San José Obrero en Arandas iniciado en 1902, pero retomado en 1937 con un nuevo diseño basado en el gótico francés, realizado por el arquitecto Ignacio Díaz Morales (Checa-Artasu, 2012b:12); el templo Expiatorio del Santísimo Sacramento de Guadalajara, proyectado a similitud de la Catedral de Orvieto, Italia, entre 1899 y 1901 por el ingeniero Adamo Boari y culminado en 1972 por el arquitecto Ignacio Díaz Morales (Checa-Artasu, 2015d). En Colima, señalar la iglesia de la Virgen de la Salud, construida en 1870 por el alarife Lucio Uribe, pero destruida por un terremoto en 1941 y refaccionada a posterioridad (Huerta, 1990:103


Un tercer grupo a considerar sería el de aquellos templos que ya habían sido concluidos en momentos anteriores a la aparición de los historicismos, se refaccionan o se les aplican elementos en el momento de vigencia del neogótico.

s torres góticas de la Catedral de Guadalajara, proyecto del arquitecto Manuel Gómez Ibarra y realizadas entre 1849 y 1854, las construidas en 1885 en la Catedral de la Purísima Concepción de Tepic, Nayarit; la fachada del templo del Sagrado Corazón de Tecolotlán, o el altar del templo de San Juan Bautista en Mezquitic, ambos en Jalisco. En Guanajuato hay que anotar la torre del templo de San Miguel Arcángel en San Miguel de Allende levantada por el albañil Ceferino Gutiérrez inspirándose en algún modelo europeo (Mercadillo, 1964:7; De la Maza, 1939:30); una capilla anexa a la iglesia parroquial de Salvatierra en Guanajuato; el altar mayor y la decoración interior del templo de Belén de Guanajuato, y la torre del Santuario Guadalupano «de puente» en Irapuato. Fuera de esa zona, hay que reseñar la torre construida a finales del siglo XIX para la parroquia de Nuestra Señora del Rosario en Coeneo de la Libertad (Guzmán Barriga, 2007: 321).

las torres del Santuario Guadalupano de Cuetzalan en la sierra norte de Puebla, construido entre 1889 y 1894 en un trasunto de gótico flamígero que imita a la iglesia del Santuario de la Virgen de Lourdes en Francia.