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Germán Guzmán Campos (San Antonio, Tolima, Colombia, 19 de diciembre de 1912 – México, D.F., 13 de septiembre de 1988) fue un sacerdote y activista político colombiano

BIOGRAFIA Germán Guzmán Campos fue sacerdote de la iglesia católica. Ejerció como párroco en El Líbano, Tolima y fue elevado a la dignidad de monseñor por Su Santidad el Papa Juan XXIII quien lo nombró como su camarero secreto. Fue Rector del Colegio Tolimense en Ibagué, Tolima, y miembro de la Comisión Gubernamental Investigadora de las Causas de la Violencia, nombrada en 1958 por el Presidente Alberto Lleras Camargo, primer presidente del Frente Nacional, acuerdo bipartidista para la alternación en el poder en Colombia, firmado en 1956 en Benidorm y Sitges, España, pop los jefes de los dos partidos, Alberto Lleras Camargo y Laureano Gómez. La Comisión Investigadora, de la que en un principio hicieron parte dos representantes de los partidos tradicionales, dos de las fuerzas armadas y dos de la iglesia y dirigida por Otto Morales Benítez, terminó siendo el único comisionado, Germán Guzmán Campos. El trabajo investigativo y de campo por más de cuatro años en esta comisión le permitió conocer profundamente el desarrollo este fenómeno, su complejidad y sus causas y recolectar una valiosa serie de testimonios, fotografías y documentos que serían la base para el libro La violencia en Colombia, Estudio de un proceso social, publicado en su primera edición en julio de 1962 por la Facultad de Sociología de la Universidad Nacional de Colombia. Fue catedrático en el Programa Interamericano de Ciencias Sociales de la OEA en México, de 1962 a 1964; profesor en la Escuela Superior de Administración Pública en Bogotá, durante los años de 1964 a 1966; profesor investigador en la Universidad Inca de Colombia en 1967; director del periódico Frente Unido, fundado por Camilo Torres Restrepo, en 1967 y 1968. Escribió el libro Camilo El Cura Guerrillero, biografía de Camilo Torres Restrepo, en 1968. Por su controvertida labor de denuncia social y política, en septiembre de 1968 se vio obligado a viajar a México donde fue profesor de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM e investigador del Instituto de investigaciones Sociales de la misma universidad hasta el año 1973. Obtuvo su estado laical mediante rescripto de la Rotta Romana y se casó católicamente, con la abogada caleña Olga Navia Tejada, en la catedral de Cuernavaca en ceremonia celebrada por el obispo Don Sergio Méndez Arceo en 1970. Fue consultor del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en Tegucigalpa, Honduras, de 1973 a 1978 año en que regresó a Colombia como asesor del Ministerio de Salud. En 1982 viajó nuevamente a México invitado como profesor e investigador en la Universidad Autónoma Chapingo. Allí se volvió a casar y murió en una cirugía de corazón abierto en la ciudad de México el 13 de septiembre de 1988.

LA VIOLENCIA EN COLOMBIA La revista Credencial Historia N° 110 de febrero de 1999, publica un artículo de Gonzalo Sánchez Gómez, director del Grupo de Memoria Histórica, donde explica cómo se gestó este libro:

“Golpe de intuición, por consiguiente, del grupo de emisarios de la recién fundada Facultad de Sociología de la Universidad Nacional, Camilo Torres, Orlando Fals Borda (decano de la Facultad), Andrew Pearse (sociólogo británico) y Roberto Pineda Giraldo, que a principios de 1961 se fueron en busca de Guzmán al Líbano. La propuesta era precisa: que se trasladara a Bogotá para que con la cooperación de otros colegas y con base tanto en su experiencia personal en aquella región crucial de la Violencia, como en los materiales que de todo el país se había acumulado en el curso de su labor en la Comisión, elaborara un libro en el ambiente intelectual, crítico e independiente de la Universidad Nacional. Similar idea le había sido sugerida antes por Alberto Lleras Camargo en visita presidencial a la población tolimense, el 7 de enero de 1959. 

En este libro no sólo es notable su gestión, sino las múltiples funciones que cumplió en su momento y las que lo han hecho perdurable: Libro denuncia, más que un libro de intención académica, La violencia en Colombia es un texto de decidida intención política, no en el sentido partidista, como tendió a utilizarse inicialmente, sino de enjuiciamiento histórico a las élites gobernantes responsables del desangre. (…) En perspectiva histórica se puede aseverar que uno de los grandes méritos del libro es haber hecho de la Violencia un tema de opinión y de controversia pública. Muchos sectores citadinos descubrieron aterrorizados la Violencia a través de este libro.

Libro testimonio, recoge voces e imágenes irrepetibles de actores víctimas y testigos, con una variedad y fuerza descriptiva que lo convierte en fuente inagotable. Libro memoria, gracias a él todo un período dramático de la historia de este siglo XX se conservó. Libro intuición, no deja de sorprender a los investigadores posteriores por el invaluable cuerpo de registro que consignó; no lo dejó todo dicho, desde luego, pero dejó lo necesario para que las posteriores generaciones de estudiosos se motivaran a escribir nuevos capítulos.”

“La violencia en Colombia es, en síntesis, un libro revelación, que va más allá de sus propias cualidades y limitaciones. La historia posterior lo resignifica y obliga a reescribirlo perennemente.” Mauricio Sáenz, jefe de redacción de la revista Semana escribió con respecto al libro La Violencia en Colombia: “Tratar de explicar lo inexplicable. Esa fue la misión que se propusieron los autores de este libro tremendo cuando en 1961 emprendieron la tarea de contar la tragedia que recién había atravesado, como una lanza de fuego, la nación colombiana. Intentaban definir esa violencia amorfa, estéril, deshumanizada, cruel hasta extremos insospechados, que se había apoderado entre 1948 y 1957 de los campos del centro del país, cuyos ríos bajaban teñidos con la sangre fresca de las víctimas.” El autor principal, ampliamente reconocido por sus compañeros de labor, es, sin lugar a dudas, Germán Guzmán Campos, responsable de 19 capítulos de un total de 27 (los capítulos, por lo demás, más importantes del texto), y de uno compartido. Orlando Fals Borda es autor del prólogo y del epílogo del primer Tomo, aparece como coautor del capítulo XI, y es autor de la introducción del segundo Tomo, en la que analiza el impacto de la aparición del primer Tomo. El capítulo XIII, que no aparece firmado, representa, según Fals Borda, la posición de los profesores de la Nacional, pero muy probablemente fue escrito por él. Germán Guzmán Campos fue vilipendiado después de decirle al país la verdad: que en sus campos la gente se mataba a machete, que en ellos los niños eran lanzados al aire y recibidos por las bayonetas de los armados, las mujeres eran violadas a veces por dos, tres e incluso cuatro hombres y que todo esto era auspiciado por los partidos Liberal y Conservador. “Leer hoy La Violencia en Colombia es hacer un recorrido sobrecogedor, capaz de quitar el sueño, a través de la historia del horror en Colombia” (Mauricio Sáenz)