Usuario:Nadie mas que yo/Taller

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Autoficción en Colombia[editar]

Academia Lemmy Fran, donde se publicaron los textos de autoficción de Lejeune en 1975.

Abordar los estudios preliminares de las narrativas del yo dentro de cualquier campo literario resulta una tarea complicada. El género autobiográfico, de por sí, plantea muchos inconvenientes a la hora de intentar mapear sus características propias desarrolladas dentro de un espacio tan amplio como lo pueden ser los panoramas nacionales, pero se construye como un fenómeno inmanente al desarrollo literario de estos. Por ello, la construcción de una genealogía de la llamada autoficción propuesta en nuestra joven bibliografía resulta necesaria para entender uno de los procesos más importantes de la literatura del siglo XX. Ante esto, la novela principal de Eduardo Zalamea Borda, 4 años a bordo de mí mismo (1932), aparece como una de las mejores propuestas para rastrear la genealogía de la autoficción en Colombia. Ante esto, la novela principal de Eduardo Zalamea Borda, 4 años a bordo de mí mismo (1932), aparece como una de las mejores propuestas para rastrear la genealogía de la autoficción en Colombia.


La autoficción desde Lejeune[editar]

Antes de empezar a tratar el campo literario colombiano se deben aclarar los componentes básicos de la autoficción, así como su aparición dentro de los medios narrativos como lo sería, principalmente, la novela. Inicialmente, los estudios que tratan el manejo de la autoficción a nivel teórico apuntan a la década de 1970 con la publicación del Pacto autobiográfico (1975) propuesto por Philippe Lejeune donde se abordaba desde la lingüística de Gérard y las propuestas de Doubrovsky las convenciones que proponían las denominadas ‘literaturas del yo’. En su texto, Lejeune especificó que el pacto de lectura manejado delimitaba el acercamiento del lector a la novela manteniendo una definición ambigua, en el sentido que su carácter referencial conflictuaba la interpretación del texto, que entonces se encontraba en el limbo de la historia y la literatura.[1]

“…si la contradicción interna fue elegida voluntariamente por el autor, el texto que resulta no es leído ni como autobiografía ni como novela, sino que aparece como un juego de ambigüedad pirandelliana.”
Lejeune, p. 55


De esta forma los problemas nacidos a raíz de las características formales del género de la novela autobiográfica mostraron una gran dificultad al momento de posicionar las obras en un cuadro definido para su catalogación. No solo se encontraban los casos donde la autobiografía correspondía a una narración extradiegética , sino que la propia concepción del autor dentro de la obra terminaba siendo cuestionable debido a esa carencia de la firma del contrato que el mismo Lejeune tomaría como muestra de la identidad del autor dentro de la obra.

  • Trovi la dimon di Mater Lacrimarum e troverà anche la risposta!.
  • Date l'ultimo saluto alla vostra povera mamma accomiatatevi, per così dire, prima di chiudere da questa "mater dulcissima, dolorosissima".
  • Dal 1984 al 1985 ha frequentato la facoltà di farmacologia (laurea di 1º grado con lode) e dal 1985 al 1988 è stata ricercatrice in farmacologia/oncologia all'ospedale MaterMisericordiae di Dublino.


Cuatro Años a Bordo de Mí Mismo[editar]

Ante estos problemas, donde la postura del autor aparece tenue dentro del texto, es a donde debemos apuntar con la novela de Zalamea Borda, puesto que, después de comprender la importancia que tiene la firma, se entiende que el problema de la identidad será el que se mantenga como el mayor punto de interés de su obra, pero solo como el medio para encontrar el pacto mantenido en ella. Porque, continuando con el análisis teórico de las narrativas del yo, el pacto autobiográfico se propone como máximo punto de interés para la definición del término:, “lo primordial y definitorio de la autobiografía (…), no es ni la identidad real del autor ni el género concebido de manera estética, (…) sino el contrato de lectura que el autor, como sujeto responsable de la enunciación, cierra con el lector.” (Diaconu, p. 30). De esta forma, aparece como punto de anclaje en el estudio la definición de ese contrato que realiza el autor con el lector, en el que el interés de ambos es puesto en juego dentro del texto. Si bien, la aclaración de la profesora Diaconu fuese ejemplificada dentro de la autobiografía, se debe también comprender que la extensión de ella se mueve entre los géneros cercanos, es decir, la autoficción, vista como novela autobiográfica, y que maneja de igual forma un interés dentro de su pacto, un punto común entre lo que se expone y el motivo con el que se expone.

Muestras Bogotá Barranquilla Popayán Cali
Documentos analizados 45 76 67 42
Documentos autobiográficos 34 35 23 12
Documentos autoficcionales 1 0 0 0


Referencias[editar]

  1. Lejeune, Karl (1975). «II». El pacto autoficcional. París, Francia: Astral. p. 59-60. ISBN 6491-491016 |isbn= incorrecto (ayuda).