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El caracol gigante africano (Achatina fulica) es una especie de caracol terrestre de la familia Achatinidae, en el orden Pulmonata.​ Es considerada una de las 100 plagas agrícolas más perjudiciales del mundo y, además puede ser un vector de patógenos perjudiciales para la salud humana. Su concha puede medir desde 12 centímetros, con un diámetro de 6 centímetros y puede llegar a crecer hasta 20 cm en casos extremos. Pueden poner hasta 600 huevos[1]​.

Descripción[editar]

El caracol gigante africano, puede convertirse en una plaga y puede cobijar nematodos, parásitos que se alojan en tejidos fibromusculares y secreciones de baba del animal, los cuales pueden causar diversas afecciones, como meningoencefalitis eosinofílica y angiostrongiliasis abdominal en humanos, transmitida por la lombriz Angiostrongylus cantonensis, que parasita los pulmones de las ratas. También es vector de la bacteria gramnegativa Aeromonas hydrophila, que causa diversos tipos de síntomas, principalmente en las personas con sistemas inmunológicos delicados, siempre en el supuesto de que su preparación para consumo no haya sido bien realizada.​ Asimismo, el consumo de esta especie por parte de perros domésticos les ha causado la muerte.

Como otras especies, Achatina fulica es hermafrodita, y crece y se reproduce a gran velocidad, por lo que puede llegar a producir graves daños en ecosistemas y cultivos tropicales.

Ciclo de vida[editar]

Los caracoles gigantes africanos están activos entre los 9 ºC a 45 ºC, cuando se superan esas temperaturas, entran en un estado de hibernación, viven un promedio de 6 años y están principalmente activos entre la tarde y las primeras horas de la mañana.

Distribución geográfica[editar]

Natural[editar]

Es originario del África tropical: su distribución natural abarca amplias zonas tropicales y subtropicales de varios países de África oriental, entre ellos Kenia, Tanzania y Somalia, en algunos de los cuales se denomina lambí.

Introducida[editar]

En las últimas décadas se ha extendido por Sudamérica en Colombia,​ Venezuela, avistado en Ciudad Guayana, sector Puerto Ordaz (3 de julio de 2015) y en la ciudad de Corrientes, también se ha desplazado por el estado Táchira en Venezuela (21 de agosto de 2016), principalmente por Táriba y La Fría, Argentina,​ Bolivia,​ Islas del Pacífico y, en general, casi todas las zonas tropicales del mundo.[2]

La especie se detectó en Cuba en 2014, actualmente ha aparecido en trece provincias y solo no ha sido reportada su presencia en Guantánamo, Pinar del Río y Cienfuegos.[3]​​​​

Últimamente se ha tenido conocimiento que este caracol ha comenzado a proliferarse en Perú, exactamente en la zona costera de Piura y Tumbes, además en la Selva Central como Chanchamayo y Satipo, por la humedad y las fuertes lluvias.[4]​​​​

En España, está incluida en el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras, regulado por el Real Decreto 630/2013. Esta especie es considerada mundialmente como una de las 100 plagas agrícolas más perjudiciales del mundo[1]​ y, además puede ser un vector de patógenos perjudiciales para la salud humana.

Argentina[editar]

Se introdujo a Argentina por transporte humano a través de Brasil por uso alimenticio. Fue detectada oficialmente en junio de 2010 en la provincia de Misiones por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria y, posteriormente, en la provincia de Corrientes, se utiliza como carnada en la pesca deportiva los ríos argentinos.

Los últimos registros del sistema nacional de información sobre especies exóticas invasoras, indican que esta especie se encuentra en Corrientes y en Puerto Iguazú, pero también se puede encontrar en la Selva Paranaense.

7,8 cm de longitud; Vista dorsal, lateral (lado derecho), ventral, posterior y frontal.

Invasión biológica[editar]

Se recomienda no tomarlo con las manos desnudas y menos si en ellas hay cortaduras o heridas (se debería usar guantes siempre). Para acabar con los caracoles gigantes africanos definitivamente se puede emplear un recipiente con agua y sal o alcohol, quemarlos o congelarlos, también se lo puede meter en una bolsa y luego triturarlo con cuidado. Finalmente, cava un agujero de 40 cm, cúbrelo con cal y tápalo.

El Achatina fulica presenta un gran peligro para 200 especies vegetales, cultivos donde esta especie puede hospedarse. Algunos ejemplos son, el maíz, la soja, los cítricos, la lechuga, la acelga, etc., por lo tanto, pueden ser muy perjudiciales para la actividad agrícola si esta plaga se propaga.

En 2016 la IUCN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza), realizó ciertos estudios preliminares y determinó que para el 2080 debido al cambio climático las regiones del norte y el centro argentino tendrían un clima favorable para esta especie y por lo tanto estas zonas estarían en peligro.

Enlaces externos[editar]

  1. a b Brufao Curiel, Pedro (17 de julio de 2012). «Las especies exóticas invasoras y el Derecho, con especial referencia a las especies acuáticas, la pesca recreativa y la acuicultura». Revista Catalana de Dret Ambiental 3 (1). ISSN 2014-038X. doi:10.17345/rcda1238. Consultado el 28 de octubre de 2020. 
  2. «Más de 551 kilos del Caracol gigante africano han sido recolectados...otra plaga que le cae al Chocó». El Manduco. 12 de octubre de 2020. Consultado el 27 de octubre de 2020. 
  3. «Alerta en Cuba: el Caracol Gigante Africano ya está en 12 provincias del país». ADN Cuba. Consultado el 27 de octubre de 2020. 
  4. «Caracol Gigante Africano». Wiki Reino Animalia. Consultado el 27 de octubre de 2020.