Usuario:Luis Daniel Menéndez/Taller

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La tecnología actual en nuestra sociedad.[editar]

La tecnología en nuestra sociedad actual

Actualmente estamos viviendo una gran revolución de la información sin darnos cuenta y sin conocer totalmente la tecnología que nos rodea. Nuevos cambios hacen que tengamos que actualizarnos constantemente en conocimientos relacionados con las nuevas tecnologías

Las personas, tanto las que están estudiando como las que ya han finalizado su etapa de aprendizaje, tenemos la obligación de conocer cada vez más sobre el funcionamiento de las nuevas tecnologías. ¿Por qué?, realmente si queremos competir en un futuro en un mercado laboral como en el que nos encontramos hoy en día es fundamental estar actualizado.

La tecnología influye en la sociedad en aspectos tan variados como la agricultura, educación, comunicación, política, trabajo o transporte. Se trata de una herramienta que ha modificado la forma en la que la sociedad se desenvuelve.

Aspectos principales en los que repercute la tecnología.[editar]

En la actualidad, la tecnología y la vida humana no pueden ser separadas, son elementos co-dependientes. Los seres humanos empleamos la tecnología para comunicarnos, para viajar, para aprender, en resumen para facilitar nuestra vida.

Por otra parte, son los mismos seres humanos quienes producen avances tecnológicos con base en las necesidades observables en la sociedad.

Sin lugar a dudas, la tecnología juega un rol fundamental en el desarrollo de las organizaciones humanas, ya que interviene y moldea la economía, la educación, la industria, las relaciones interpersonales, entre otros aspectos de la vida diaria.

¿La era de la tecnología está influyendo en la sociedad?[editar]

Todos estamos de acuerdo en que la tecnología digital y la comunicación se han filtrado de una forma casi omnipresente en la vida cotidiana actual, al menos en las sociedades occidentales. Muchas de las cosas que hacemos en día a día pasan por el uso de un ordenador o aún más, de un Smartphone que va con nosotros a todas partes. Ver el pronóstico del clima, organizar nuestra agenda personal, tener un directorio, interactuar con amigos y familiares, hacer una compra o elegir el proveedor de un servicio determinado… todos los anteriores son sólo algunos de los ejemplos de lo que podemos hacer utilizando un pequeño dispositivo portable con conexión a internet.

Mucho se ha abordado el cómo esta presencia invasiva de la tecnología puede incidir en gran medida en la forma en que nos relacionamos unos con otros. La Psicología busca explicar cómo las personas pueden convertirse en dependientes de las relaciones creadas gracias a la tecnología y descuidar lo que auténticamente sucede a su alrededor. La Sociología investiga cómo esta nueva forma de aproximarnos a la realidad social puede modificar el tejido de la comunidad. Y la Ética y la Filosofía intentan responder, entre otras muchas, a la cuestión de si estas nuevas maneras de relacionarnos y entender al mundo han afectado la construcción de motivaciones y valores que nos mueven como seres humanos.

¿Las tecnologías de la comunicación y la información, su inmediatez y presencia constante nos han modificado? ¿Han degradado nuestra escala de valores? Dar una respuesta unívoca a esta pregunta es demasiado complejo, pero seguramente lo que sí podemos afirmar, es que no forzosamente ha de ser la responsable de lo que sucede en la sociedad: bueno o malo. Más bien lo que hace la tecnología es actuar como una lupa que magnifica las deficiencias o las virtudes de una persona y por supuesto, de la comunidad a la que pertenece.

La forma en que reaccionamos ante el sufrimiento del otro, la empatía que podemos mostrar hacia los demás, no dependen o se limitan por el uso de internet. Pero sí pueden verse incrementados exponencialmente, lo mismo que la discriminación y el insulto. Es una gran máquina de multiplicar de forma exponencial los sentimientos, las ideas y las palabras de las personas y los grupos.

Ello no debe ser tomado como una catástrofe. Porque sí, existen los “trolls” de internet. Existen las personas que verterán odio y comentarios detestables por doquier en la web. Pero no podemos culpar a la tecnología, pues no es ésta la que convirtió a esas personas en egoístas en primer lugar. Y además, el panorama no es negativo al cien por ciento. La filantropía, las acciones humanitarias, la ayuda mutua, todas estas caras brillantes de humanidad y altruismo también encuentran eco en Internet. La web es un reflejo de la sociedad y no un ente aislado. De esta forma podemos concluir que no, la tecnología no degrada ni mejora a una sociedad. Es una herramienta de comunicación muy poderosa que magnifica las entrañas de una comunidad, ni más, ni menos.

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