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Usuario:Jjschinca/Taller

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BOCA JUNIORS y la banalidad del mal.[editar]

La expresión "banalidad del mal" se utiliza para expresar que algunos individuos actúan dentro de las reglas del sistema al que pertenecen sin reflexionar sobre sus actos. No se preocupan por las consecuencias de sus actos, sólo por el cumplimiento de las órdenes recibidas o por la obtención de los resultados deseados. En este sentido BOCA JUNIORS es un patético exponente de una banalización del mal progresiva. Logrado un ascenso no deportivo sino administrativo (junto a muchos otros clubes, es cierto), comenzó una larga serie de maniobras extra deportivas que le fueron haciendo crecer exponencialmente el número de adictos y la convicción de que TODO VALE para el engrandecimiento institucional. A través de su historia se encadenaron sin solución de continuidad resoluciones de escritorio, acciones patoteriles tendientes a amedrentar a árbitros y jueces de línea en su estadio y también presión y posible soborno a estos últimos para ser favorecidos por sus fallos, con resultados ampliamente favorables, BOCA crecía sin parar. No es difícil entonces concluir que para los directivos de la entidad la cosa era así, sin preocuparse por la ética y la moral, así nacimos y así crecemos, todo está bien. Después de un partido ganado por un arbitraje notablemente parcial se justifica diciendo "Boca es un grande" y listo. Lamentablemente estos resultados han hecho creer a mucha gente simpatizante de otros clubes que no hay otro camino y se sumaron al sistema perverso. La trágica actualidad que hoy les toca vivir comenzó el 7 de agosto del 2013 cuando el árbitro Carlos Maglio y su asistente Ariel Scime favorecieron descaradamente a BOCA en perjuicio de Belgrano de Córdoba. No se trató de errores sino de una clara intención de evitar que BOCA perdiera. Los miembros del sistema de banalidad dijeron: "Y... Boca es un grande" y punto, todo vale. El partido terminó en un escandaloso triunfo de BOCA que se trajo tres puntos robados que luego serían fundamentales, porque al final de la temporada llegó a empatar en puntos obtenidos con Velez Sarsfield, aunque quedando en un puesto inferior por diferencia de gol, por ello Velez clasificó para la copa Libertadores y BOCA para la Sudamericana. Boca aceptó ser el segundo de la temporada e ir a la Sudamericana y esperó clasificar al la Libertadores ganando la Copa Argentina, de la que fue eliminado frustrando esas esperanzas. Pero "BOCA es un grande", no puede quedar fuera de la Libertadores, que hace? Lo de siempre, lo que lo hizo grande, RECURRIR AL MAL, y mediante una maniobra mafiosa fuerza en la AFA una resolución para jugar un partido de desempate con Velez seis meses después, partido que gana luego de reforzarse obscenamente, y despoja a Velez de la clasificación obtenida de acuerdo al reglamento. Luego de la fase de grupos de la Libertadores le toca enfrentar a River y pierde el primero de los partidos. En el primer tiempo del segundo partido River es claramente superior. BOCA tiene 5 jugadores amonestados y la barra de BOCA se ve eliminada de la Copa. ¿Qué hacer? Lo de siempre, lo que lo hizo grande, el mal, ahora bajo la forma de guerra química, pasando de los arbitrajes parciales, de las mafiosas maniobras de escritorio al terrorismo deportivo, tal como el expresaba la bandera que decía "Si nos cagan de nuevo de la Boca no se ban" así, con "b" larga. La banalización del mal boquense esta vez llegó a un nivel que ni siquiera los mafiosos de la CONMEBOL y la FIFA pueden permitir, y a BOCA le llegó el momento de recoger lo sembrado a lo largo de una historia plagada de atropellos. Como a los máximos exponentes de la "banalidad del mal", Adolf Eichmann, Erich Priebke, etc..., a BOCA le llegó el momento de pagar por sus tropelías