Usuario:Frida Mo./The Kiss (Munch painting)

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El Beso

Representación de dos personas besándose
Autor Edvard Munch
Ubicación Museo Munch Oslo, Noruega
Material Óleo sobre lienzo
Técnica Óleo sobre lienzo
Dimensiones 99x81 cm.

El Beso es una pintura al óleo sobre lienzo, hecha por el artista simbolista noruego Edvard Munch en 1897. Siendo parte de su serie El friso de la vida, la cual representa las etapas de la relación entre hombres y mujeres, El Beso es la materialización de un motivo con el cual Munch había experimentado desde 1888/1889: la pintura muestra a una pareja besándose, sus caras fusionándose en una sola, en una simbólica representación de su unidad. Esta obra fue exhibida desde 1903, y actualmente se encuentra en el Museo Munch, en Oslo.

Descripción[editar]

El Beso es una pintura en óleo sobre lienzo, que mide 81x99 cm.[1]​ En ella, se muestra a una pareja en la obscuridad, con sólo un rayo de luz atravesando una ventana que se encuentra en su mayoría cubierta por una cortina.[2]​ Las figuras se abrazan mientras aparentemente se fusionan en una sola, sus caras se unen en una forma sin facciones.[3]​ La crítica de arte Roberta Smith , menciona que Munch eligió "pinceladas largas y de alguna manera toscas, que parecían trazos más manchados que pintados " .[4]​ 

La pintura, aunque algo más simple, es similar a otra obra con el mismo tema que Munch produjo en ese periodo.[5]

Trasfondo[editar]

Beso por la ventana (1892), materialización anterior del motivo del "beso".

El simbolista noruego, Edvard Munch (1863–1944), lidió con casos de enfermedades, padecimientos mentales y muerte en su familia, así como con un padre estricto y extremadamente religioso. Durante su vida, experimentó decepciones amorosas y padeció de una salud débil, causándole ataques de melancolía. Munch también se convirtió en alcohólico.[4]​ El artista jamás se casó. [6]​ Esto influenció su producción artística y los estados emocionales de sus pinturas. "La mayoría de los personajes de Munch", escribe Roberta Smith, "no están locos, sino paralizados por sentimientos abrumadores como aflicción, envidia, deseo o desesperación que muchas personas encontraron escandalosos ya fuera por su erotismo, su estilo crudo o sus referencias sobre la inestabilidad mental."[4]​ Aunque estremecedoras, sus pinturas están caracterizadas por una honestidad emocional e integridad que las hace emocionantes.[4][7]

Munch experimentó con el motivo de una pareja besándose, ambos en pintura y grabados sobre madera, desde 1888 y 1889. En las múltiples realizaciones de este motivo existe un contraste entre el mundo dentro y fuera de la habitación en donde la pareja se encuentra. El mundo exterior aparece vibrante y vivaz, mientras que el interior de la habitación es atemporal; la pareja paralizada en su abrazo. En este motivo, la forma abstracta de la pareja, en la que las caras de ambos parecen estar fusionadas en una sola, indica su sentido pertenencia y unión.[1]​ Versiones posteriores del motivo no sólo mostraban las caras fusionadas, sino también sus cuerpos.[8]​ El motivo era parte de una serie que Munch llamó El friso de la vida, a la cual dedicó más de 30 años de su carrera. El ciclo representa las etapas de la relación entre hombres y mujeres, y es parte de lo que Munch llamaba "la batalla entre hombres y mujeres llamada amor".[9]​ La serie incluye interpretaciones de la atracción, el cortejo, la materialización y la decepción .[9]

Análisis[editar]

Noche en Saint-Cloud (1890)

De acuerdo al Museo de Arte Moderno (MoMa), el ambiente obscuro en El Beso es representativo de la ambivalencia de Much en relación al romance.[10]​ En la pintura de 1897, el historiador de arte Reinhold Heller considera "virtualmente imposible" separar las dos figuras, particularmente donde sus caras se unen y se transforman en una.[3]​ Considera que la representación de los amantes simboliza su unidad y al mismo tiempo representa una amenazante "pérdida de individualidad, la pérdida de la existencia e identidad propia" lo que insinúa la muerte.[11]

El autor Stanisław_Przybyszewski (1868–1927) criticó la fusión de las caras, encontrándolas "parecidas a una oreja gigante...sorda en el éxtasis de la sangre".[12]​ El escritor August_Strindberg (1849–1912) emitió una opinión similar, escribiendo que la pareja se vuelve "una fusión de dos seres, de los cuales el más pequeño, en forma de una carpa, parece estar lista para devorar al más grande".[12]

Debido a la similitud de la habitación en El Beso con la propia de Munch, como se representa en Noche en Saint-Cloud , el crítico de arte Ulrich Bischoff considera que la pintura contiene un elemento autobiográfico.[5]

Origen[editar]

El Beso fue exhibida en 1903 en el show de Much El despertar del amor , junto con una copia de su Madonna.[5]​ La pintura es actualmente parte de la colección del Museo Munch en Oslo, Noruega, el cual está dedicado a Munch y sus obras.[1]

Referencias[editar]

  1. a b c Google, The Kiss,.
  2. MoMA, Edvard Munch,, 0:28–0:33.
  3. a b MoMA, Edvard Munch,, 0:55–1:12.
  4. a b c d Smith, 2009.
  5. a b c Bischoff, 2000, p. 39.
  6. Henning, 2009.
  7. NGA, 2010,.
  8. Cordulack, 2002, p. 84.
  9. a b MoMA, Edvard Munch,, 0:02–0:26.
  10. MoMA, Edvard Munch,, 0:34–0:39.
  11. MoMA, Edvard Munch,, 1:25–1:46.
  12. a b quoted in Cordulack, 2002, p. 84

Trabajos citados[editar]